Opinión:

La cobertura de los medios ignora o demoniza el caso de los Cinco Cubanos presos en Estados Unidos

 

OPINION… ARGOS: ENERO 3 DE 2008

 

Por: Ernesto Carmona

Especial para ARGENPRESS.info

Fecha publicación: 03/01/2008

Los Cinco Cubanos que cumplirán 10 años en prisión a la espera de un debido proceso en EEUU, también han recibido un trato discriminatorio de los medios que ha informado escasa y torcidamente sobre este caso de espionaje fabricado por el FBI o simplemente ignoraron esta injusticia como noticia, según un estudio del académico Jeffrey Huling publicado en el anuario 2008 del Proyecto Censurado de la Universidad Sonoma State de California. “Animadversión de los medios corporativos ante el Caso de los Cinco Cubanos” se titula el capítulo 6 del estudio Censored 2008, editado por el sociólogo Peter Phillips y Andrew Roth y publicado por la editorial Seven Stories de Nueva York (1).

En un proceso judicial amañado que evoca la injusticia cometida contra los esposos Ethel y Julius Rosenberg, ejecutados en la silla eléctrica en 1953 bajo torcidas acusaciones de espionaje atómico en favor de la Unión Soviética, fundadas en testimonios fabricados por el gobierno que se demostró que eran falsos cuando las víctimas ya estaban muertas, el calvario de los Cinco comenzó con las detenciones en Miami, en septiembre de 1998, de Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labanino, Fernando González y René González. Los Cinco fueron acusados de 26 cargos que incluyen desde espionaje al “homicidio” de los pilotos de dos aeronaves de Miami abatidas en el espacio aéreo cubano en 1996.

Citando al historiador estadounidense Howard Zinn, quien afirmó que “el caso de los Cinco Cubanos es un ejemplo vergonzoso de la injusticia en nuestro país”, Huling ofrece una visión histórica del conflicto ideológico EEUU-Cuba y concluye que la gran prensa hizo su propio juicio, exhibiendo animadversión hacia los acusados, ignorando los argumentos de su defensa y presentando sólo los puntos de vista de la acusación. Para Huling, “el hecho de que los Cinco sean homenajeados en Cuba como héroes y combatientes por la libertad explica el interés del gobierno de EEUU en acallar el caso”.

Según el estudio de Huling, prácticamente no hubo cobertura de televisión sobre el caso, excepto unos breves reportes de las cadenas CBS y CNN, más bien desinformativos, carentes de contexto y notoriamente sesgados, mientras los escasos informes publicados en los otrora prestigiados diarios The New York Times y The Washington Post mostraron una predisposición en favor del FBI y del gobierno de EEUU, con ausencia total de neutralidad y objetividad, incurriendo en la demonización de los acusados y derrochando unilateralidad, prejuicio, subjetividad, discriminación ideológica, oblicuidad, favoritismo y desinformación, entre otras tácticas de manipulación informativa.

El académico estadounidense cuestionó que el gobierno, la justicia y la gran prensa de EEUU protejan y amparen a los terroristas Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, considerados universalmente tan peligrosos como el mítico Osama Bin Laden, y en cambio castiguen a los Cinco Cubanos precisamente por haber luchado contra el terrorismo, infiltrando a las agresivas organizaciones de exiliados cubanos con base en Miami a fin de informar anticipadamente al gobierno de La Habana sobre la planificación y preparación de las incursiones contra Cuba, los atentados con bomba a la industria turística y otros actos de terrorismo que recrudecieron en la década de los 90. El autor puso en tela de juicio la credibilidad de “la guerra al terrorismo” que proclama la administración Bush.

El estudio concluyó que el caso de los Cinco Cubanos permite conocer cómo opera la injusticia y cómo funciona el gobierno de EEUU, mientras la información sobre sus acciones no está al alcance del público que consume periódicos y programas “informativos” de televisión, erosionándose así la libertad de pensamiento. “Cuando los grandes medios son influidos por los intereses corporativos y de entretenimiento y los medios independientes también exhiben timidez para abordar cuestiones controversiales, el resultado es un público desinformado con una perspectiva distorsionada”.

La crítica del análisis de contenido de Huling también se extiende a prestigiosas publicaciones independientes de los grandes medios corporativos, In These Times, The Progressive y Mother Jones, expresamente señaladas por el autor, quien sostiene que en EEUU casi nadie conoce adecuadamente el caso de los Cinco Cubanos justamente por las fallas de la cobertura de prensa. Las pocas noticias ofrecidas por los medios exhiben tendencias de animadversión hacia Cuba, mientras los contenidos demonizan a los Cinco, afirmando que pretendían “apuñalar el corazón mismo de la seguridad nacional”, sin considerar dignos de tomarse en cuenta los puntos de vista de la defensa y mucho menos profundizar en la influencia en el caso del conflicto ideológico de medio siglo entre EEUU y Cuba.

En su introducción a un análisis histórico del conflicto, Huling explicó cómo la Revolución Cubana independizó la economía del tutelaje ejercido por EEUU, que controlaba la industria azucarera y siempre tuvo la intención de anexarse a Cuba como lo hizo con Puerto Rico. Por ejemplo, describe que la propiedad de la mitad de la tierra cultivable de la Isla era propiedad de empresas de EEUU y fue afectada por la ley de reforma agraria de una Revolución que en 1959 liberó al pequeño país de la tutela de la gran potencia sobre toda su actividad económica.

“Por casi 10 años, los Cinco Cubanos han esperado en prisión un juicio justo”, escribió Huling. “Adriana Pérez, la esposa de Gerardo Hernández, todavía está impedida de ver a su marido por el gobierno de EEUU”. Según el académico, “los medios son responsables, no solamente por los Cinco Cubanos y sus familias, sino por el público estadounidense, que depende de sus medios de noticias y confía en que le brindan una información justa, objetiva y comprensible. La falla de los medios merece la censura más áspera, mientras que los Cinco Cubanos no merecen nada menos que los gritos más ruidosos de protesta social”.

Los trabajos que publica el Project Censored muestran cómo la sociedad de consumidores que las grandes corporaciones imponen en EEUU y en los países en que tienen influencia política, a la larga hace desaparecer la información pública veraz, ofrecida desde todos los ángulos involucrados en la noticia, de manera que los gobernados no puedan cuestionar las acciones y decisiones de sus gobiernos precisamente por ignorarlas, o conocerlas torcidamente, y el ciudadano se transmuta en un consumidor pasivo que elige a sus gobernantes como autómata, convencido de que ejerce impecablemente sus derechos democráticos, mientras los contenidos de los grandes medios lavan su cerebro mediante entretenimiento, “noticias dirigidas” y “cultura” sustitutiva de la verdadera información. Todo esto ocurre hoy de una manera totalitaria que invoca una ficticia libertad de opinión e información reinante en la llamada sociedad neo conservadora o neoliberal de libre mercado.

En estas mismas páginas, Argenpress ofrece una versión completa en castellano del trabajo del académico estadounidense para quienes deseen conocerlo in extenso. Jeffrey Huling hizo su estudio en colaboración con Zoe Huffman, Jenni Leys, Jocelyn Thomas y Erika Haikara, asistentes de Investigaciones Internas del Proyecto Censurado de la Universidad Estatal de Sonoma, California (1).

Nota:
1) Ver
www.projectcensored.info

Ernesto Carmona es escritor y periodista chileno, consejero nacional del Colegio de Periodistas de Chile y secretario ejecutivo de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP) de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).

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