Acevedo y Sancho: La caída similar de ambos ex gobernadores K

(AW) La salida de la gobernación Sergio Acevedo, luego de los incidentes en Las Heras, y la renuncia de Carlos Sancho, luego de la represión contra docentes y manifestantes, encuentra varios puntos en común: La bronca social, una provincia en crisis y Kirchner disconforme con sus laderos. ¿Quiénes eran los cobardes?

Río Gallegos, Santa Cruz, 11 de mayo de 2007, (Agencia OPI) Los que tenemos memoria y archivo podemos encontrar algunos datos concurrentes y preocupantes entre aquel golpe que el Frente para la Victoria le dio al ex Gobernador Acevedo poniendo en su lugar a Carlos Sancho y la reciente salida urgente del Vicegobernador a raíz de un hecho puntual, cuando en realidad todos sabíamos que la administración del empresario inmobiliario estaba sostenida con alfileres.

La pregunta que hoy se hace la gente es ¿Por qué ahora y no antes?. La respuesta habría que buscarla obviamente en cómo Kirchner concibe la política y cómo en definitiva usa a las personas como piezas de ajedrez para su tablero político provincial.

En aquel momento Acevedo venía representando una molestia sustancial en el mocasín del presidente por cierta idea independentista que se le cruzó al abogado de querer manejar por si solo un gobierno el cual le habían prestado por un tiempo.

Esta loca idea de Acevedo sumado a una serie de sucesos que se fueron entrelazando en el último año como la firma de aumentos, pases a planta del personal público, cierta necesidad de clarificar el tema de los fondos en el exterior y algunas Samsonite que volaron por los cielos riogalleguenses haciendo un by pass a la gestión del truncadense, prepararon el campo para la caída.

Finalmente los hechos de Las Heras empujaron al alicaído gobernador barranca abajo, con la ayuda de su amigo presidente que más allá de las largas puteadas que se intercambiaban diariamente, no le mostraba mayor predisposición al diálogo que un sintético y elocuente " si no te gusta andate al carajo ".

En aquel momento un encadenamiento de hechos virtuales pero básicamente suficientes como para romper el frágil equilibrio del gobierno, fueron potenciados desde los alrededores del presidente para apurar un desgaste que significara hasta la victoria siempre, con la mano silenciosa y casi imperceptible de Rudy Ulloa Igor y el operador político de Kirchner su secretario Pablo Vera que le serruchaban el parquet al funcionario bipolar para sacarlo del Frente para la Victoria y llevarlo frente a la derrota vergonzosa de irse sin dar explicaciones.

En aquella oportunidad Sancho creyó que era Quijote, pero siguió siendo Sancho y si bien fue sostenido con puntales muy flexibles, al final el presidente decidió que debía quitarlo del medio, pero honestamente, si siete movilizaciones multitudinarias, con más de 10 mil personas no lograron promover una renuncia, era obvio que ahora no iba a aflojar porque un grupejo se reuniera frente a la Municipalidad.

Por eso necesitaba una excusa.

Aquí la inquietante hipótesis comienza a generar más preguntas que respuestas. ¿Alguien cree posible que el presidente atizara una "represión controlada" para justificar el manotazo sobre su socio inmobiliario y poder echarlo con una excusa, cuando motivos no le faltaban? ¿Alguien cree que encubriendo la salida de Sancho por los desbordes de ayer, el presidente economizó pagar un precio político mayor sacándolo con el argumento de la ineptitud de su acólito en estos dos años? ¿Alguien puede pensar que es más "limpia" una renuncia por "responsabilidad política", que de última actuará como una medida preventiva "bien vista" por la gente, en vez de una salida compulsiva por mala praxis administrativa?

Sea como fuere hay determinadas señales que hacen similares algunos aspectos de esta segunda crisis institucional que vive el presidente en su propia provincia y todo lleva a pensar que bien se podría haber armado, de alguna manera todo esto, para fundamentar el cambio sin tener que recurrir al reconocimiento de que Sancho se debía ir por la presión de la gente, que salpicaría el proyecto político del presidente.

El otro punto llamativo es que esta represión no se ejerció sobre cualquier grupo de personas, se hizo sobre los municipales, un sector ciertamente administrado por la Municipalidad de Río Gallegos a cargo de un radical. Oh! Sorpresa, inmediatamente los Fernández salieron a atar a Héctor Roquel una vez más con la movida política en contra de la gobernabilidad y en forma paralela a la renuncia de Sancho, inevitable y además ordenada por el Presidente, pidieron a coro, sin ponerse colorados, la renuncia del Intendente de Gallegos.

Todo un tema para reflexionar, buscar imágenes de la época en que fue derrocado Acevedo y compararlas con las de hoy es un buen ejercicio de la memoria y además ayuda al lúdico ejercicio de las siete diferencias. Tal vez nos asombremos que no solo no vamos a encontrar 7 diferencias síno que nos pueden sorprender la cantidad de coincidencias que existen.

volver