Patrullero y motos rondan de noche caminos de la Comunidad Qom

en torno a la casa de Félix Díaz, donde se encuentran sus hijos


Argentina 9 de marzo de 2011, Comunicado de Comunicación Qom - El lunes 28 de enero entre la 1 y las 3 horas de la madrugada, un patrullero y varias motos ajenas a la Comunidad La Primavera, de Formosa, tierra Qom, estuvieron rondando por el camino que va a la casa de Felix Díaz, donde se encuentran sus hijos, a 400 metros de la vivienda.

Nuestra integridad física como ciudadanos argentinos, reconocidos en la Constitución nacional, como preexistentes al estado, con lo que eso implica: que deben respetarnos, así como a nuestra tierra, que se encuentra protegida legalmente de todo tipo de desalojo, y no puede ser invadida de este modo, no se encuentra garantizada.

Nada tienen que hacer personas ajenas, ni un patrullero, por los caminos internos de la Comunidad; cuyos miembros fuimos atacados el 23 de noviembre de 2010 por usurpadores y la policía de la provincia, en el ámbito de la ruta nacional establecida sobre nuestro territorio. Sin que hasta hoy se haya hecho justicia, por el asesinato de Roberto López en ese momento, por los heridos, las torturas, los apremios ilegales, como que durante 5 días nos tuvieron detenidos heridos, sin comer, a niños, adultos, ancianos, mujeres, hombres. Que cuando nos atendieron en hospitales nos suturaron sin anestesia, que quemaron nuestros DNI, a los que tuvimos alguna vez (que para recuperarlos tuvimos que llegar por ayuda independiente a tramitarlos en Buenos Aires, y que ni aún así a todos nos los han dado todavía) nuestras bicicletas, ropa, pertenencias, sin ser reparados. Aunque por reclamar por esto haga 3 meses que estamos en Buenos Aires, en una carpa en Avenida de Mayo y 9 de Julio, hayamos hecho huelga de hambre, ni que al séptimo día de estar sin comer hayan recibido a Félix Díaz para negociar durante horas, por un acuerdo, respecto a darnos atención médica, acceso al agua, DNI, seguridad, intervención por la tierra, que es nuestra vida, todos derechos humanos que a los indígenas se nos niegan, y no podemos dejar de reclamar hasta lograr que se nos reconozcan; que no se cumplió.

El esfuerzo que hacemos por lograr que nos dejen vivir dignamente, acorde a nuestras costumbres, integrándonos desde lo iguales que somos cada persona entre nosotros, respetándonos en la diversidad, es muy grande, la solidaridad de la gente de Buenos Aires, de nuestra propia provincia es muy grande. Nadie quiere que pase esto, pero los que cobran de nosotros, para decir que nos representan no ven, no escuchan, no atienden, no organizan la inclusión, la integración, la igualdad, lo pidamos de la manera en que lo pidamos, y seguiremos hasta encontrar el camino que nos permita seguir adelante, sin tener que pasar por estas cosas para existir, es esto o ver destruir donde vivimos y de lo cual vivimos, la tierra, el monte, el agua, los animales y a nosotros con ellos, no podemos no luchar.

Estos atropellos son los mismos que padecen las comunidades indígenas de todo el país, a las que con estos amedrentamientos nos tienen desunidas, incomunicadas, invisibilizadas, prestando la mano de obra barata, y los muertos, para la explotación y devastación de la fuente de vida de todos. No somos solo los Qom quienes estamos amenazados de muerte con este tipo de poder que se han apropiado quienes pretenden dominar y estar por encima de su propia naturaleza, sino la especie. Queremos disfrutar plenamente de nuestra vida, que a nadie se lo impidan ni impedírselo a nadie. Muy triste debe ser la vida de esos policías que vienen a invadirnos porque los mandan a hacer daño a seres humanos como todos, de los cuales nadie es quien en la naturaleza de una especie para hacerlo. Amamos la vida, respetamos a los seres de la tierra, queremos vivir entre ellos con ella y dejar vivir, ya no pueden pretender después de 519 años de intento de exterminio hacernos pasar por lo que estamos viviendo, nomás por pretender existir.

 

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