CANDIDATOS REPRESORES
 
Los candidatos (todos) usan sus mejores modos cuando están en campaña. Los que tienen más plata contratan asesores de imagen, publicistas y encuestadores para que le digan de qué tienen que hablar, y cómo. Los que tiene menos dinero se arreglan como pueden, pero todos salen a la festichola electoral con sus mejores ropas. El tema de la "inseguridad" es parte de la agenda, y analizar las propuestas de los principales candidatos a presidentes y gobernadores sobre la materia permite confirmar que, gane quien gane, la represión seguirá en aumento, y el gatillo fácil, las torturas y las detenciones arbitrarias seguirán siendo la norma.
 
Cristina (que es Fernández y de Kirchner), en su larga, costosa y oficial campaña ya demostró que es una garantía de que las cosas sigan como están, es decir cada vez peor. El proceso de cambio que promete es aumentar el presupuesto de las fuerzas de seguridad en más de 2.200 millones de pesos y dotarlas de equipamiento para la represión en todas sus formas, incluyendo el increíble incremento de dinero para la SIDE previsto en el presupuesto 2008.

Elisa “Lilita” Carrió, candidata presidencial de “una fuerza progresista en serio”, ayer el ARI, hoy la Coalición Cívica y mañana veremos, plantea nuevos escalafones, mejores salarios para policías y militares, más y mejor equipamiento para las fuerzas de seguridad y no se priva de promocionar la "reconciliación tan necesaria" entre las fuerzas armadas y la sociedad. Promete más y mejor articulación de la represión en las barriadas populares, con la actuación conjunta de las fuerzas de seguridad del estado, como ya lo vimos en elPuente de Corrientes o el Puente Pueyrredón. Recorre la ciudad de la mano del fiscal Norberto Quantín, ex subsecretario de seguridad de Kirchner, allá en tiempos de Bñeliz y el también fiscal Campagnoli. Quantín, además de ser conocido por sus historia represora, fue candidato junto a Domingo Cavallo, y entonces paseaba con William Bratton, el policía yanqui que desarrolló la tesis de la tolerancia cero.
 
El ex ministro de economía de Duhalde y Kirchner, desde su agrupación UNA a la que adhiere la UCR residual, dice poco del tema, pero en sus anunciadas "medidas para los primeros 100 días de gobierno" habla de lograr mayor presencia policial en la calle, de los famosos "mapas del delito" que son la oda al buchón, y de reducir los tiempos procesales para condenar más rápido a los únicos que le meter presos, con penas todavía más altas para el delito común. Del juicio y castigo a sus aliados de hoy, responsables de las masacres de Corrientes y del 19 y 20 de diciembre, ni una palabra.

No nos olvidemos de los más obvios, como el puntano menemista Rodríguez Sáa o el neuquino Sobich, ni de los candidatos a gobernadores Scioli, el macrista De Narváez o Patti, que llama desde sus afiches a votar “en defensa propia", como dice todo policía cuando fusila un pibe. O de Blumberg, que dijo a los medios “Voy a ser el primer policía de la provincia".
 
Como dice una de nuestras viejas consignas, “DISTINTOS GOBIERNOS, LA MISMA POLITICA, LA MISMA IMPUNIDAD”.
 
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