Pronunciamiento de la AGD UBA fr

La Asamblea que habrá de reunirse está conformada, ciertamente, según el estatuto antidemocratico que rige actualmente, y que determina que los profesores interinos y los docentes auxiliares (hoy la inmensa mayoría de los docentes) no votan; que los estudiantes tienen una absurda subrepresentación; que los no docentes carezcan de representación. No se trata de una Asamblea donde "la ciudadanía" universitaria se exprese votando sus representantes en igualdad de derechos.

En la UBA y en ninguna Facultad la comunidad universitaria ha sido convocada a deliberar. El propio conocimiento de las propuestas es ninguno para la enorme mayoría (recien en estos días se han colgado en su totalidad en la pagina web de la UBA). La Asamblea se realiza en fecha de receso. El Rector y distintos decanos han declarado que "el estatuto como está, está bien". Lejos está en la imaginación de "oficialistas" y "Opositores" concebir la Asamblea como una instancia de movilización para reclamar el presupuesto (la crisis lleva a que en el Clínicas, por ejemplo, la justicia intervenga para clausurar sectores que ponen en peligro la vida de pacientes) o para el salario inmediato para los miles de ad honorem (y esto por más declaraciones de "emergencia presupuestaria" que se hagan). Lejos está de concebirse esta Asamblea para terminar con las creciente mercantilización, los negocios o negociados particulares.

No se propugna la plena integración del CBC a la Universidad, y los plenos derechos de ciudadanía universitaria para sus docentes, sino transformarlos en "escuela". Lo mismo para los Colegios pre Universitarios.

Aún en estas condiciones, la AGD UBA se hizo presente en las Comisiones elevando los proyectos de los reclamos largamente sostenidos que exponemos en la siguiente declaración y que pueden consultarse en la pagina web de la UBA

La larga lucha por la democratización en la Universidad de Buenos Aires determinó que el Consejo Superior y al Rectorado de la UBA llamara a "debatir" una reforma del Estatuto. Dicha reforma, según Resolución del Consejo Superior, se iba a discutir en comisiones específicas, conformadas por los asambleístas de la UBA, para que finalmente las propuestas que surgieran de las comisiones fueran votadas no ya por docentes, estudiantes y no docentes (previo conocimiento y deliberación) sino por la Asamblea Universitaria (es decir, el mismo órgano donde no están representados la inmensa mayoría de quienes integramos la universidad cotidianamente y que eligió Rector en una sesión en el Congreso de la Nación, rodeados por la Policía Federal, sin quorum claro y reprimiendo a los estudiantes, docentes y graduados que reclamábamos por la democratización).

Sin embargo, lo cierto es que ni siquiera esto se ha cumplido. De las cuatro comisiones previstas, tres (la de presupuesto, la de bases y títulos y la de gobierno universitario) fracasaron sistemáticamente ( en la mayoría abrumadora de sus reuniones) por falta de quorum. El hecho de que los mismos asambleístas (es decir, consejeros superiores, decanos y consejeros directivos de Facultades) no hayan ido a las comisiones revela el interés por o bien mantener el Estatuto tal cual está o bien acordar en “mesas más chicas” las "reformas".

La única comisión que funcionó (la abocada a tratar carrera docente, concursos, jubilaciones) tuvo un método por demás cuestionable. No se fijaron los lineamientos políticos generales sobre los que se trabajaría la reforma, sino que se fueron leyendo uno a uno los artículos a reformar, de modo de no alterar la misma lógica del Estatuto y no discutir el problema de conjunto.

Por eso no sorprende que se haya convocado a una Asamblea Universitaria que el 6 de agosto se votaría el nuevo estatuto. ¿Qué van a votar? ¿Discutido por quiénes? ¿Acaso los docentes, los estudiantes y los no docentes conocen qué se va a votar?

Los lineamientos generales y mínimos que han constituido el núcleo de los reclamos de la AGD-UBA, la CONADU Histórica y el movimiento docente universitario nacional (presupuesto, salario para todos, carrera docente, claustro único docente) lejos están de ser contemplados por esta Asamblea. Dichos lineamientos generales y mínimos se expresarían en un Estatuto que:

a) democratice los órganos de gobierno de la Universidad mediante el claustro único docente, el aumento de la representación estudiantil, y la representación con voz y voto de los trabajadores no docentes, de modo de terminar con el gobierno de camarillas que ha garantizado la privatización de buena parte de la universidad pública;

b) exija el financiamiento pleno con fondos públicos (y no con los llamados fondos propios, que no son más que parte de los negocios de las mismas camarillas) de las tareas de investigación, docencia (tanto en el grado como en el posgrado, sin docentes ad honorem-y su inmediata incorporación a la planta asalariada-), extensión y en lo concerniente a bienestar estudiantil (tanto para estudiantes de grado como de posgrado);

d) establezca que la dedicación de los docentes será la exclusiva o semiexclusiva, relegando la dedicación simple sólo para casos excepcionales, ya que propugna una Universidad que sostiene como actividades indelegables la docencia y la investigación.

e) Se derogue el art. 51, que deja fuera de la Universidad a quienes llegan a los 65 años, puedan o no jubilarse, o lo hagan en condiciones de miseria salarial. Y que se asegure el cumplimiento del 82% movil para todos

Estos lineamientos generales y mínimos lejos están de ser contemplados en el proyecto de las autoridades de la UBA. Por el contrario, se orientan a profundizar un modelo de mercantilización. Y para imponer esa contra-reforma, se han encerrado en comisiones sin quórum e "analizaran" el Estatuto en pleno receso universitario. Si las autoridades de la UBA quisieran efectivamente una reforma, utilizarían otro método: llamarían a un plebiscito vinculante por la Reforma.

Este método cuasi clandestino es funcional al objetivo de contra-reforma. Las propuestas elevadas por las autoridades de la UBA aún en la era de Internet no han circulado ni se han dado a conocer. No circularon casi siquiera entre los miembros que integran las comisiones. Pero este método es necesario para la contra-reforma, que conlleva más mercantilización, privatización, “globalización”, sin exigir el financiamiento pleno de la UBA con fondos públicos y agregando mecanismos de negociación entre las camarillas.

Las mismas propuestas de las autoridades explicitan que todo el procedimiento se llevará a cabo según lo establecido en la Ley de Administración Financiera (24.156) de Menem, Cavallo, que aplicara López Murphy y que hoy fue reforzada con los superpoderes para Alberto Fernández.

Frente a los designios de burlar los reclamos por un Gobierno democratico, y los que intentan ahogar la lucha por la democratización que han llevado adelante estudiantes, docentes y graduados. Frente a las propuestas de ahondar la mercantilización y ahondar el manejo "señoreal" de los fondos. Con la experiencia de los docentes, estudiantes, no docentes y padres de la E.S.C.C.Pellegrini que con su movilización han mostrado claramente cuál es el camino para la democratización.