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| Mientras estos eternos traidores comen y discuten, millones nos cagamos de hambre. | 
						Horas atrás finalizó la primera 
						reunión del año  del Consejo Directivo de la CGT, en la 
						cual su “Triunvirato” anunció que no participarán más en 
						la Mesa del Diálogo, debido a la falta de cumplimiento 
						por parte del gobierno y los empresarios, que no pagaron 
						el bono de fin de año y continuaron despidiendo y 
						suspendiendo, a pesar de haber firmado lo contrario.
					
						Estuvieron presentes Andrés 
						Rodríguez (UPCN), Pablo Moyano (camioneros), Francisco 
						Gutiérrez (UOM), Armando Cavalieri (Comercio), Jorge 
						Sola (Seguro), Roberto Fernández (UTA), José Luis 
						Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (UOCRA), 
						Amadeo Genta (Municipales) y Omar Maturano (La 
						Fraternidad). 
					
						Los burócratas cegetistas dijeron, 
						en ese sentido, que realizarán una movilización para el 
						7 de marzo hacia el Ministerio de la Industria y un 
						probable cese de actividades - parcial, ya que 
						comenzaría a partir de las 12 horas - durante la segunda 
						quincena  de marzo. ¡Un verdadero y escandaloso saludo a 
						la bandera por parte de estos traidores!    
					
						Para colmo de males, esta nueva 
						agachada se produce a los pocos días de la reunión entre 
						los trabajadores de AGR Clarín y la cúpula de la CGT, 
						que había prometido tener en cuenta esta emblemática 
						pelea contra una de las patronales más duras y el 
						gobierno, por la reincorporación de 380 compañeros 
						despedidos.
					
						Además de este, continúan 
						desarrollándose numerosos conflictos - Cresta Roja, 
						Canalé, Bangho, Nevares, Pampero, textiles y decenas de 
						fábricas y gremios que están resistiendo los despidos y 
						las suspensiones - y se avecinan durísimos combates 
						contra el tope del 18% que pretende imponer Macri, 
						cuando la inflación ya ha superado ampliamente esa 
						cifra.  
					
						Los trabajadores y el pueblo pobre 
						están frente a un cruce de caminos histórico: o esperan 
						los tiempos de los “cuerpos orgánicos”, que 
						tradicionalmente fueron los encargados de enfrentar las 
						políticas de ajuste de otros gobiernos, o emprende un 
						camino diferente, pasando por encima de estos verdaderos 
						diques de contención de la combatividad proletaria.
					
						La izquierda tradicional sufre esta 
						situación, ya que en general mantiene la línea de 
						“exigencia” de manera casi dogmática. Por esa razón, los 
						representantes de estos sectores, PO, PTS, MST y 
						compañía, alegan que no han madurado las condiciones 
						para impulsar medidas de lucha nacionales sin empujar a 
						los burócratas para que estos las concreten. 
					
						Sin embargo existe un elemento 
						fundamental que obliga a optar por otra orientación más 
						audaz,  como es la ubicación de la burocracia, que de 
						conjunto - y más allá de las obvias contradicciones 
						entre sus miembros - se convirtió en el aliado más 
						fuerte del gobierno. ¡La amenaza de paros no es más que 
						un reacomodamiento para mantener esa posición y 
						continuar traicionando! 
					
						Esto no quiere decir que no haya 
						que aprovechar los quiebres entre la conducción 
						traidora, aprovechando cualquier oportunidad para 
						empujar medidas de acción directa. Lo que se plantea es 
						que, de aquí en más los sectores combativos y de 
						izquierda deben dar un paso al frente y plantarse como 
						una verdadera alternativa de dirección, impulsando 
						medidas audaces como un Plan de Lucha Nacional. 
					
						La otra condición para que esta 
						perspectiva se concrete, es que en la base obrera existe 
						una tendencia – más que saludable – hacia la 
						autodeterminación, que se expresó magníficamente en el 
						“Paro de Mujeres”, donde millones paralizaron sus tareas 
						sin pedirle permiso a nadie. ¡Ahora vamos hacia otra 
						huelga de esas características, el próximo 8 de marzo! 
					
						En el Paro del Gremio Gráfico, que 
						se realizó en solidaridad con los trabajadores de AGR-Clarín, 
						esta dinámica se manifestó en distintos talleres, como 
						el de Arcángel Maggio, que pararon no por la burocracia 
						de la Federación – que no hizo nada para que eso 
						ocurriera – sino debido al accionar de los piquetes, que 
						fueron a las puertas de las empresas a dialogar con 
						cientos de trabajadores. 
					
						Durante todo el año pasado y el 
						anterior, la auto organización se desarrolló dentro del 
						gremio docente de la provincia de Buenos Aires, donde el 
						Plenario Auto Convocado de Delegados – de la Multicolor 
						– organizó paros muy exitosos, a tal punto que las 
						autoridades de las escuelas terminaron legitimándolos 
						como si hubieran sido decretados por el Suteba. 
					
						La burocracia sindical está muy 
						débil y a la defensiva, los trabajadores están 
						dispuestos a pelear en serio, mientras que la izquierda 
						gana cada vez más elementos de la vanguardia obrera, una 
						situación que se expresa en la conquista de comisiones 
						internas, cuerpos de delegados e incluso algunos 
						sindicatos, como el del neumático o SUTNA. 
					
						Las direcciones de las 
						organizaciones que se reclaman combativas tienen, en ese 
						sentido, la obligación de dar un paso hacia adelante, 
						convocando a un Plenario Nacional de Luchadores y 
						Luchadoras que discuta la actual situación política y 
						resuelva un Plan de Lucha en todo el país, mediante la 
						paralización directa de los sectores en los que se tiene 
						influencia y la organización de piquetes de 
						convencimiento para bloquear parques industriales y 
						terminales del transporte. 
					
						Si eso sucede, cientos de miles de 
						compañeros y compañeras se sumarán a las medidas de 
						acción directa, ya que la otra condición prioritaria que 
						existe para empujar la lucha es la enorme bronca y 
						radicalización de amplias capas del movimiento obrero y 
						el pueblo, que no se bancan más a este gobierno y sus 
						políticas y están esperando que alguien o algo se ponga 
						al frente de sus reclamos. 
					
						Este Plan de Lucha serviría para 
						meterles presión a los burócratas y gestar las 
						condiciones objetivas y subjetivas para construir, desde 
						las bases, el nuevo Argentinazo que será necesario para 
						acabar con este gobierno e imponer una salida 
						democrática, mediante la cual el pueblo de conjunto 
						decida qué “modelo” de país hace falta para salir de la 
						crisis. Para los socialistas revolucionarios de CS de 
						Combate, esa herramienta es la Asamblea Nacional 
						Constituyente, Libre y Soberana.
					
					