EEUU presiona y chantajea al mundo para poder seguir contaminando el planeta a sus anchas

 

InSurGente (J.L).- Algunos de los delegados de los 190 países que se reúnen en la isla indonesia de Bali para firmar un nuevo tratado que sustituya al Protocolo de Kioto contra el cambio climático han denunciado la presión a las que se están viendo sometidos para renunciar proyecto de reducir las emisiones contaminantes en 2020. Los negociadores enviados por Estados Unidos se han manifestado su rechazo a comprometerse a cualquier plan que les obligue a reducir sus emisiones.  «Estamos dispuestos a negociar y cooperar, pero Estados Unidos no aceptará ninguna reducción de emisiones», aseguró ayer en la isla indonesia el principal negociador enviado por el Gobierno Bush, Harlan Watson. El plan al que se opone EEUU consiste en rebajar las emisiones contaminantes entre un 25 y un 40% en 2020 respecto a los niveles de 1990. Así pues, el país vigilante de los Derechos Humanos en el planeta viola, una vez más, el derecho de los habitantes de este mundo a tener una atmósfera respirable ¿Se levantarán los gobiernos contra esta actitud miserable de los EEUU?¿Se atreverá alguno de sus aliados a decirle, por ejemplo, que su lógica de contaminar para construir un capitalismo depredador acarrea la muerte de miles de especies? Nos tememos que no, el Imperio les da miedo. (En la foto, un manifestante indonesio escenificando el estado de las cosas).

Agencias/ inSurGente.-

No iba a ser fácil, pero será aún más complicado de lo previsto. Las negociaciones en la cumbre del clima de Bali para definir un nuevo Protocolo de Kioto, al objeto de reducir los gases contaminantes que incrementan el efecto invernadero, han vuelto a encontrarse con el mismo escollo que hace años, cuando la comunidad internacional acordó el primer tratado, que expira en el 2012: Estados Unidos.

La ONU, apoyada, aparentemente, por la Unión Europea, propone para el año 2020 una reducción de emisiones de entre un 25% y 40% con respecto al año base de 1990. En esta ocasión, Estados Unidos también tiene como aliados a Japón y Canadá, que tampoco están por la labor de aplicar recortes obligatorios. Otro tanto ocurre con China y la India, que con el protocolo actual no tienen ninguna obligación de reducir gases, pero a los que sí se les quiere comprometer para el futuro.


Las negociaciones políticas culminarán el viernes, cuando se intentará llegar a un documento de consenso entre los países que acuden a la cumbre de Bali. Tampoco será un acuerdo definitivo, sino el primer paso para una serie de negociaciones que seguirán y que deberán concluir con un nuevo tratado antes de que expire el actual.

"En el borrador actual aún se incluye el calendario con estas cifras, pero existe mucha presión para que se elimine", explicó un delegado, quien añadió que países como Japón y Canadá han secundado a EEUU en su iniciativa.

El principal negociador enviado de EEUU, Harlan Watson, ha declarado que si se eliminan los compromisos de reducción de emisiones del texto final, será mucho más fácil llegar a un acuerdo que incluya a todos los países.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró ayer en Bangkok que el mundo necesita una nueva revolución industrial de tecnología limpia para combatir el cambio climático, y señaló que mañana en la isla indonesia de Bali abogará por un acuerdo que incluya a todos los países.

"Necesitamos crear una nuevo tipo de revolución industrial basada en tecnología más limpia y en una economía menos dependiente del carbón. Una mayor eficacia de la energía es el primer paso en esta revolución", manifestó el surcoreano Ban, durante un discurso en la oficina de la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (CESAP) en la capital tailandesa.

Ban indicó que los países industrializados deben asumir sus responsabilidades y encabezar la lucha contra el cambio climático, pero las demás naciones también necesitan reconocer las suyas.

Pidió a los Estados más ricos que utilicen sus recursos financieros y tecnológicos para liderar la transformación y para ayudar a los más necesitados a adaptarse, sin que ello suponga una merma del derecho de estos últimos a erradicar la pobreza en su territorio y a aspirar al progreso.

Como era de esperarse, Estados Unidos rechazó aquí los objetivos de emisiones de gases de efecto invernadero establecidos por las naciones industrializadas en la hoja de ruta de las negociaciones sobre un nuevo tratado climático 2012.

De esta forma, Estados Unidos, secundado por Japón y Canadá, se opuso a un borrador de Indonesia, Suráfrica y Australia que sugiere que las naciones ricas deben reducir antes del 2020 sus emisiones entre un 25 y 40 por ciento por debajo de los niveles de 1990.

 

http://www.insurgente.org/modules.php?name=News&file=article&sid=11961
 

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