El escenario político nacional y la lucha popular:

 

K hizo una apuesta fuerte: Puso a Kristina de candidata. Con ello bajó 10% en su expectativa de votos inmediatos, pero lo hizo con la perspectiva de poder reelegirse dentro del matrimonio a perpetuidad…

 

Ahora bien: Ya no es la única opción para seguir creciendo. Es más: el 10% que pierde en expectativa de votos es, porque Kristina no puede garantizar (igual que él, pero en ella se nota), que todo siga como hasta ahora… (Que es la gran expectativa de la burguesía argentina…)

 

Por lo pronto, el clima del 1er semestre del 2007, fue marcado por los docentes que se le desacataron al oficialista Yaski. Su lucha por superar los “topes oficiales” a la mantención del poder de compra del salario, fue la divisoria de aguas que marcó los alineamientos sociales del País…. Frente a la burguesía que aparece peleándose con 2 variantes que no expresan lo mismo (aunque los simplistas así quieran verlo), y que por lo tanto no pudo mantener la iniciativa social:

 

1)      La expresión de los grupos concentrados del poder financiero (la opción de la burguesía sin concesiones): Macri es eso. Es el asesinato de Fuentealba, que ya había concretado Sóbisch, pero también el de Kostequi y Santillán, que antes había perpretado Duhalde; y el de los más de 30 del 19 y 20 de diciembre que el delarruismo (hoy expresado principalmente en la Carrió y el ARI porteño). Todos, unificándose tras la candidatura de Macri en Capital, y hoy, tras el resonante triunfo, buscando en conjunto una expresión nacional…

 

2)      La expresión de la burguesía progre, que sabe de sus contradicciones con el gran capo, el capital concentrado, en el reparto diario de la cuota de ganancia y que oscila entre este, a la hora de enfrentar a los docentes de su provincia o a la comisión interna de la empresa que preside, con represión (no asesina, eso sí). Y a llamarlo a este mismo sector, que reprime a diario, a unírsele (a la cola, por supuesto), a la hora de evitar que ejerza el poder su rival de derecha antedicho, en contra de ambos sectores…

 

Esta vuelta, la mayoría del electorado porteño,  gracias a los esfuerzos K por parecerse a Sóbisch en los palos y en la entrega, se ha venido “olvidando” (o haciéndose el que se olvidó) del 2001… permitió que ganase el rival (el neoliberal original, no la copia), o sea el capital más concentrado… 

 

 

3) La expresión popular: ¿Tiene expresión política el docente provincial que quiere parecer un trabajador “normal”, de los que logran regularmente que se les aumenten el sueldo…? ¿O los telefónicos (como expresión más visible de un conjunto mucho mayor de los “Tercerizados”) que estuvieron en paro por meses, por hacer, entre otros puntos salariales que sean equiparados los contratados, a la planta permanente de las empresas oligopólicas? ¿Y los trabajadores de las empresas recuperadas, que como en el Hotel Bauen, estaban “agarrados de un pincel”: el de la buena voluntad de los jueces que administran las respectivas quiebras…? Y hoy, están nuevamente amenazados de desalojo?

 

La férrea unidad del discurso mediático, manejado por 2 o 3 grupos económicos concentrados, impidió una vez más, en la elección capitalina que aquellos que expresaron en el plano político las necesidades populares tuvieran expresión amplia… Pero no, que tuvieran expresión…  Así, aún divididos por los matices inmediatos, el electorado de Capital, por ejemplo, encontró expresión para este tema en la Walsh y en Lozano: Una, con su gente protagonista de la lucha (una parte de la izquierda revolucionaria) y el otro, constituido en un “aliado” a la hora de enfrentar la represión con que la burguesía se unificó en la respuesta (una parte de la izquierda reformista)… Entre ambos, lograron concretar una presencia de un par de diputados, que pudo ser mayor, a poco que se hubiesen puesto de acuerdo en unificar la propuesta, pues hubiesen atraído a no pocos de los miles que directamente no fueron a votar por no sentirse representados (en la elección porteña se registró el mayor índice de ausentismo desde la consolidación de la democracia formal) y a no pocos de los que siguieron a las “ofertas dispersas” del trotsquismo (como siempre sectario y excluyente…).

 

Es una lástima esa falta de unidad, porque su electorado se parece... Por ejemplo: respondió, al menos en la elección porteña, a idénticas formas  y reacciones. Así en la segunda vuelta exactamente el mismo porcentaje de votantes (80%) de ambos exponentes de la izquierda, votaron a la opción no oligárquica… Mientras que el 20 se sumó al “blanco y anulado”… (Gracias a los esfuerzos de K).

  

Hoy existe la posibilidad de presentar en el escenario nacional a un conjunto unificado de fuerzas que expresen el interés permanente de los trabajadores.

 

Al estilo del socialismo de la primera mitad del siglo XX, el de Palacios y luego Coral, con sus leyes de protección al trabajador. A la manera del comunismo previo a la dictadura (`58 - `72), el de las huelgas ferroviarias o del Lisandro de la Torre, el que se alineaba junto a Agustín Tosco y protagonizaba en primera fila el cordobazo, la huelga del Chocón, el rosariazo, el viborazo… Al estilo del relámpago que fue la JTP en el corto lapso del ’72 al `75: Capaz de imponer con su movilización la vuelta de Perón, y también la huida de López Rega tras el abandono del “pacto social” por Isabel con el llamado “rodrigazo” del `75, disputándole de igual a igual la representación de los trabajadores a la burocracia vandorista (luego colaboradora de la dictadura…).

 

Hoy esos sectores siguen teniendo peso propio… Pero en “el gran ensayo” de principios de los `70 no fueron capaces de unificar fuerzas y presentarse como una opción coherente y “ganadora”. Tras las sucesivas derrotas de la dictadura y la “caída del muro”, el 2001 los encontró en ascenso pero en plena crisis ideológica, y por lo tanto incapaces de verse a si mismos como protagonistas de la acción popular concreta, que entonces se dio en el terreno de la lucha en las calles y no el de la representación parlamentaria….

 

¿Serían capaces hoy, estos referentes de la lucha obrera y popular, de sentarse a conversar en serio, a encontrar la forma de darse entidad nacional?, Dándole viabilidad a la necesidad inmediata de darse representación política que tiene hoy este movimiento obrero combativo?

 

Movimiento obrero al que le jode el sistema en general, pero que en concreto, hoy está luchando por mayor salario y por revertir la "flexibilización" neoliberal de los `90, en concreto contra los síntomas particulares en cada empresa de la ley de contratos de trabajo que permite el contrato a término (precarizado que le dicen…).

 

Hoy se debería eliminar directamente la figura del contrato a término de la ley, volviendo al texto original de 1974; habría que resolver la situación de las empresas recuperadas; habría que darle poder de policía de trabajo a los sindicatos y las C. Internas de empresa para denunciar directamente el trabajo en negro (como lo señalaba el texto original de la ley de contratos de trabajo del `74 que hoy tiene vigentes las modificaciones hechas por la dictadura…), restituir a la jubilación el carácter de universal y a la vigencia del 82% móvil que garantiza la Constitución… Etc.

 Pero entre las expresiones políticas burguesas, aún las progres, ¿Quién le pondría hoy esos cascabeles al gato? Solo la izquierda puede levantar como programa las necesidades obreras en la presente coyuntura…

 

El mismo cascabel “vacante” aparece a la hora de mantener una actitud independiente frente a la presión “libre cambista” yanqui: Ahora el Gobierno, que hace 2 años enfrentaba al ALCA, abre la puerta de México (socio pleno del “NAFTA”…), para terminar haciendo, en forma vergonzante, lo que la derecha dice a vos en cuello que quiere hacer. Y lo mismo se puede decir de la capacidad de este proyecto burgués en el gobierno a la hora de sostener con dignidad la alianza estratégica en el tema energético con la Venezuela bolivariana (unidad minada por acciones mediáticas de boicot desde el mismísimo ministerio de De Vido…). Una vez más, como en los `70, solo la izquierda termina levantando las auténticas banderas de independencia económica…

  

Como dijimos más arriba: la posibilidad de esta presencia de izquierda, que como muestra la elección de la Ciudad de Buenos Aires no es pequeña, hoy existe, pero cabe preguntarse: ¿Hay voluntad política de unificarla en los dirigentes? ¿O, dado que en el nivel nacional los “emiratos clientelísticos” del PJ, y sus émulos de los conservadurismos provinciales pesan desmesuradamente, otra vez van a ser un archipiélago de islotes iluminados y con "causas justas" por defender... Pero sin representación legislativa?

 

Los próximos meses lo dirán…

 

Un abrazo:

 

José Luis

 

la nota llegó a nuestro dirección como correo masivo. Prensa PCT

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