Estimado Gustavo:

Hemos recibido y leído con mucho agrado el documento que Uds acaban de dar a conocimiento público, con el cual está demás decirles que coincidimos, pues incluso reivindican toda una generación de comunistas que, de una u otra manera, con aciertos o con errores, batallamos contra las desviaciones reformistas burguesas que se daban y lamentablemente se siguen dando en el Partido. Al mismo tiempo, es muy bueno que hayan ya incorporado compañeros de otras zonas, puesto que ese es el rumbo más acertado para avanzar en esta lucha con posibilidades de éxito; esperemos que esto se siga en otros lados, si dios y la virgen lo permiten. (No hay que desestimar ningún apoyo, que lo van a necesitar y mucho).

Sin duda que este documento es una declaración de guerra contra la dirección burocrática (incluyendo sus “amos financieros”) y sus gerentes y peones en cada lugar, que solo obedecen órdenes en cambio de debatir políticas. De todos modos, no dejan de ser peligrosos porque son los primeros “soldaditos de plomo” que van a mandar al frente contra Uds.

Por lo tanto, no es ahora cuestión de ponerse a discutir si fue o no el momento oportuno de sacar dicha declaración, pues como diría Carlitos Marx , siempre deben merecer nuestro apoyo aquellos valientes y honestos luchadores que se decidan a “tocar el cielo con las manos”, enfrentando cualquier injusticia allí donde se dé. (¿Dan resultado los calzoncillos y bombachas de acero?).

Desde ya cuenten con nuestras adhesiones. Dejamos a vuestro criterio la decisión de dar a conocer públicamente las mismas, pues tácticamente hay que considerar que pueden ser utilizadas por la cúpula partidaria.

Ya me parece escucharlos diciendo que esto que está ocurriendo es fruto no solo de problemas internos, sino y como prueban algunas adhesiones, se está realizando toda una conspiración externa impulsada por antiguos enemigos del Partido, que tratan siempre de destruirlo, o por lo menos de dividirlo. En este aspecto estos incapaces se parecen al “Superagente 86”, y es hasta posible que estén utilizando el “cono del silencio”.

En lo particular no nos preocupa para nada, pues ya estamos incendiados desde hace muchos años, pero analicen Uds la situación, porque están en la etapa decisiva de la fundamental batalla ideológica y política, en especial por tratar de ganarse al conjunto o a la mayoría de la militancia partidaria, y en este sentido no hay que regalarle argumentos al enemigo.

En una palabra, no se trata en este y en otros casos similares, de mera valentía, sino de inteligencia y habilidad para lograr consenso aunque sea en los sectores más sanos de la organización.

Sigo creyendo, como ya lo hablamos, que la clave principal para vencer al oportunismo y el centralismo burocrático y autoritario es:

1.    Tener conciencia de las desviaciones a superar y la necesidad de construir una auténtica organización revolucionaria con una metodología democrática de funcionamiento.

2.    Llegar con esas ideas, expresadas en forma muy clara y sencilla, al conjunto de los compañeros, para conmoverlos y motivar así todo un ámbito de debate provincial y nacional donde se discuta abiertamente y sin paternalismo, a la vez de tirar por la borda a la actual dirigencia contraria a los intereses de la clase obrera y del objetivo del Socialismo. Quizás sea un salto en calidad a las falencias e incumplimiento del XVI Congreso.

Si uno lee el editorial de “Propuestas” del número inmediatamente posterior a las elecciones, totalmente “lavado” y de bajo nivel de análisis político, se da cuenta que su arma predilecta sigue siendo el engaño y el ocultamiento al conjunto de los compañeros, de las verdaderas causas de uno de los tantos errores y retrocesos sufridos. Además, volverán siempre al método de la sanción rápida a “los rebeldes”, para que su ejemplo no cunda.  La consigna es que nadie debe pensar con su propia cabeza.

Con respecto a los caminos de la unidad, habría mucho para conversar, pero creo que tanto en este como sobre el tema anterior, me parece conveniente que nos encontremos para intercambiar opiniones personalmente. Si estás de acuerdo, comunicate mejor por teléfono y convenimos en encontrarnos en el lugar que te parezca más adecuado.

Un gran abrazo, Horacio y familia toda.