Los imperialistas y las lecciones de la historia
Por: Neco (REFUNDACION COMUNISTA DE PUERTO RICO)

Fecha publicación: 28/08/2007
 

La primera vez como tragedia
y la segunda como
farsa…

En unos pocos días circulará en el Congreso de Estados Unidos un informe sobre el progreso del llamado 'Surge' de George W. Bush. Ese es el nombre que los publicistas del Pentágono le aplicaron a la última medida desesperada de los imperialistas, que no es otra cosa que un aumento de tropas de combate en Irak.
La pusilánime mayoría Demócrata en el Congreso anejo a la aprobación de los fondos necesarios para este aumento un requisito que vence ahora en septiembre. El Pentágono tiene que rendir un informe en el que se mide el éxito o fracaso del 'Surge'.
Hace un mes, el Pentágono rindió un informe preliminar, fundamentalmente negativo. En todos los renglones claves, el 'Surge' era un fracaso. Pero los 'halcones' agarraron un hilito de buenas noticias. Los jefes tribales del desierto, hartos del abuso de los fundamentalistas extranjeros (jordanos, sauditas, etc.) del Al Qaida que ocupaban sus aldeas para sus operaciones, aceptaron la ayuda de los yankis para expulsarlos.
Las tribus observan el Islam, a su manera. Lejos de los centros teológicos Islamitas, culturalmente independientes, estas tribus conservan muchas tradiciones étnicas que anteceden las enseñanzas de Mahoma. Además, el rigor del desierto los obliga a observar sus propias adaptaciones, más flexibles, de las enseñanzas del Profeta.
Cuando el Al Qaida ocupó sus aldeas les impuso las estrictas prácticas del fundamentalismo reaccionario, del Islam wahabi del sunnismo radical, y forzó a muchos jóvenes de las tribus a participar de las actividades bélicas de la insurgencia. Tal fue el peso de la tiranía de Al Qaida sobre estas tribus que prefirieron temporalmente aliarse con los odiados yankis, para expulsar a los otros extranjeros.
Los publicistas del Pentágono se agarraron de este fenómeno pasajero y circunstancial para tratar de venderle al público de Estados Unidos que el 'Surge' estaba trabajando.
Pero ya se acerca la hora cero. La colaboración de los líderes tribales ya va de paso y a Bush no le quedan más cartuchos publicitarios. En septiembre el Pentágono tiene que entregarle al Congreso la versión final de un informe que no podrá descubrir otra cosa que la bancarrota militar y política del imperio en Irak.
Bush, no obstante, se aferra a la única estrategia real que él tiene: continuar la guerra hasta después de las elecciones, para que sea el próximo presidente quien la pierda, admita el fracaso y retire las tropas.
Por esa razón compara la inevitable derrota en Irak con la zurra que recibieron en Vietnam. Dice Bush que retirarse ahora de Irak sería un error como el que cometieron al retirarse prematuramente de Vietnam. Según él, al sacar las tropas imperialistas del Sureste de Asia, se desató la matanza más grande en la historia de la región. ¿Es qué los imperialistas están incapacitados para entender las lecciones de la historia?
Los imperialistas no salieron prematuramente de Vietnam. Los sacaron a tiro limpio, y cuando llegó el momento de la verdad, no había suficientes helicópteros para extraer a los histéricos yankis rezagados que atendían en pánico los últimos asuntos de la CIA, quemando documentos y destruyendo la evidencia de su complicidad con los asesinatos, el narcotráfico, las torturas y las agresiones militares ilegales contra civiles.
Los únicos asesinatos masivos los ocasionaron ellos, lloviendo más explosivos sobre Indochina que los que usaron en la Segunda Guerra. Derrocaron al Príncipe Norodom Sihanouk de Camboya, y auspiciaron la toma del poder por Pol Pot y los llamados jemeres rojos, con el propósito de contrarrestar la influencia vietnamita en la región. Los conflictos desatados por ellos provocaron la muerte de decenas de millones de personas. La victoria de Vietnam y la expulsión de los imperialistas al fin trajeron la añorada paz y estabilidad a la región.
En Irak es diferente. No existe un Partido Comunista como el de Vietnam para guiar los procesos y mitigar los graves daños sociales, ecológicos y económicos que las décadas de colonización y guerra imperialistas dejaron en su rastro. Los imperialistas destrozaron a Irak, y ahora no habrá manera de repararlo. El verdadero temor, la pesadilla que ellos mismos se han causado, es que el vacío que crea su salida sólo puede incrementar el poder y la influencia de Irán, su gran rival geopolítico en la región.
 

http://www.argenpress.info/nota.asp?num=046569&Parte=0

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