La jornada laboral crece en el mundo   Ibai Arrola para Kimetz   Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el 22% de la fuerza mundial del trabajo, unos 614,2 millones de trabajadores, trabajan más de 48 horas a la semana. Siendo esta mayor en unos 50 países, como por ejemplo Perú (50,9%), Corea del Sur (49,5%), Tailandia (46,7%) o Pakistán (44%), aunque el informe omite a países "emergentes" como China, India o Brasil.   Por otro lado, el informa constata que los hombres trabajan un mayor número de horas remuneradas que las mujeres en casi todas partes del mundo. La única excepción es Filipinas, donde las mujeres pueden trabajar hasta de dos a tres veces más, incluso más de 64 horas a la semana. En este país, las mujeres trabajan en el sector servicios, centros de llamadas y la industria electrónica en las que las mujeres tienen que aceptar largas jornadas de trabajo. Con frecuencia las horas extra no generan ninguna remuneración adicional, porque el trabajo es remunerado en base a una tarifa diaria. El estudio pone en evidencia una clara "brecha de género". Para la OIT la reducción de la jornada laboral tiene efectos positivos para la salud y la vida familiar. A estos datos hay que añadir que en el estado francés se pretende acabar con la conquista laboral de las 35 horas semanales por parte del gobierno ultraconservador de Sarkozy. Y que en Alemania se ha aprobado recientemente llegar hasta las 48 horas semanales. Frente a esta situación es necesario tomar conciencia de clase, denunciar unidos estos abusos y componendas del gran capital monopolista y los estados imperialistas. Empezando por los países oprimidos, acabar con esta situación tendiendo a reducir la jornada laboral y por tanto cortando el flujo de plusvalía que enriquece al sistema capitalista imperialista. Para ello hay que unirse y fortalecer la solidaridad de clase para dar el salto hacia la reconstitución o constitución, según cada país, de los partidos de vanguardia revolucionarios que abran al pueblo trabajador y a las clases populares en general, el camino hacia el socialismo y el comunismo poniéndose al frente de la lucha, primero, y de la sociedad, después.     fuente KIMETZ

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