Un movimiento político a partir de la CTA: ¿Ahora es cuando?

 


Y finalmente llegó. Tras largo tiempo de idas y vueltas, el viernes y sábado pasados se realizó en la ciudad de San Salvador de Jujuy el primer encuentro nacional "Hacia la Constituyente Social" impulsado por la CTA. El mérito de haber logrado una participación multitudinaria y garantizado la mínima coherencia interna y unidad, no debe impedirnos ver, también, las limitaciones -algunas históricas- que la Central viene arrastrando para concretar el tan ansiado Movimiento Político, Social y Cultural de Liberación que se encuentra como principal consigna de la convocatoria.
Así fue que este encuentro llega a partir de que los principales referentes de la CTA -hoy diferenciados por la discusión sobre cómo debe vincularse una central obrera con el gobierno- acordaron reducir sus respectivos marcos de alianzas. Hugo Yasky debió resignar la participación de los sectores más afines o permisivos para con el ejecutivo nacional, dejando afuera a la Federación de Tierra y Vivienda de Luis D’Elía, así como al grueso del Frente Transversal Nacional y Popular del ex referente de los estatales, Edgardo De Petri. Por su parte, Víctor de Gennaro debió renunciar a la participación de sus aliados históricos de la Federación Agraria Argentina, hoy alineados con los sectores más dinámicos de la oligarquía pampeana.
El virtual pacto de no agresión fue más allá, e implicó la ausencia total de críticas explícitas al gobierno nacional. Las delegaciones presentes ni siquiera esgrimieron un chiflido en momentos en los que se hacía referencia al gobierno de Cristina Fernández, y hasta De Gennaro, en actitud poco frecuente, reconoció el carácter progresivo de la última medida de los Kirchner, la estatización de las AFJP. A pesar de esta actitud de la dirigencia, las conclusiones salidas del debate de las 20 comisiones en las que se repartieron los participantes, no se privaron de apuntar al oficialismo: reclamando contra el hambre y la pobreza, a favor de la urgente toma de decisiones populares en el plano educativo y de la salud, solicitando la restatización de las empresas privatizadas, y sumando un fuerte reclamo contrario a la minería contaminante y a la enajenación de los recursos naturales.
Uno de los aspectos que cristalizó la Constituyente fue el retorno al protagonismo político de Víctor De Gennaro, luego de largo tiempo recluido en la Secretaría de Relaciones Institucionales de la CTA, mientras la Central corría el riego de alinearse integralmente en el oficialismo en el marco del conflicto entre el gobierno y el campo. La acción de los dirigentes aún referenciados en la Central, y claramente alineados con el Ejecutivo, De Petris y D’Elía, así como el apoyo explícito del Secretario General Yasky, puso en tela de juicio los niveles de autonomía de un actor que tiene entre su principal base social a los trabajadores del Estado.
Y si de bases se trata, otro de los datos que arroja el encuentro jujeño, es que más del 80% de las organizaciones participantes fueron integrantes de la Central de Trabajadores Argentinos, con los gremios docentes y estatales a la cabeza. También resaltó la aparición masiva de la agrupación Tupac Amaru, anfitriona del encuentro, la cual pareciera que le ha disputado y ganado la hegemonía como expresión territorial de la CTA al ya raído aparato de la FTV. Aún así, es innegable que participaron del encuentro una gran cantidad de organizaciones y agrupaciones no orgánicas a la Central, guiadas más por el reconocimiento de la necesidad de construir una herramienta política de liberación, que por el carisma convocante de sus principales figuras. Sería un error que la conducción actual de CTA vea en esta participación su hegemonía en lo que hace a la referencia de los sectores populares organizados, ya que en muchos de estos espacios que apenas "arrimaron su presencia", todavía está latente la actitud siempre a medias tintas que históricamente asumió la Central en los intentos previos por conformar una herramienta política, tal como fue el caso del plenario de Mar Del Plata en junio del 2006, o el Encuentro de Rosario de diciembre del 2004.

Todo lo que quedó afuera
Si la delimitación del kirchnerismo explícito puede asumirse como una virtud de la Constituyente, por izquierda y por abajo están quedando fuera tantas o igual cantidad de experiencias legítimas de construcción popular, que expresan claros cuestionamientos a la sinuosa relación de la Central respecto al gobierno, y prefieren construir, con más modestia pero sin medias tintas, por fuera de esta convocatoria. Estas exigencias provienen tanto de sectores que a partir del conflicto agrario apostaron a sintetizar prácticas -tal es el caso del espacio "Otro Camino para Superar la Crisis"-, así como de las diferentes fuerzas partícipes de la resistencia al neoliberalismo y que han desarrollado política al margen de las estructuras clásicas de organización.

¿Ahora es cuando?
No hace falta ser Carlos Marx para darse cuenta que la actual crisis, política a nivel nacional y económica a nivel global, abre una nueva oportunidad de acción de los sectores populares. No menos cierto es que esta misma situación evidencia de manera brutal la ausencia de un proyecto político de transformación de nuestro pueblo. La afirmación que orienta a la Constituyente Social, “Ahora es Cuando” pareciera realizar una lectura correcta de las oportunidades en este coyuntura. Sin embargo, no está claro cuántas de las principales figuras de la CTA, interpretan que la oportunidad de la coyuntura actual se salda con la presentación de figuras y listas electorales el año próximo. Si bien no hay certezas, queda flotando en el aire si la premura por ponerle fecha a un próximo encuentro nacional, ya definido para mayo del 2009, no responde a esta opción. Grosso error sería confirmar esta hipótesis, ya que la mayor parte de las organizaciones participantes abogan por la construcción de una herramienta que, mientras abra la posibilidad de encabezar las luchas producto de la coyuntura, se proyecte en el mediano plazo como verdadera alternativa transformadora, antes que centrar esfuerzos en un nuevo intento de plataforma electoral.

Prensa De Frente en Jujuy -

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