Que la paz esté con nosotros

(AW). El sindicato de Luz y Fuerza marplatense, denunció que la empresa Edea S.A. viola la paz social. En pleno proceso de conciliación, con las negociaciones realizándose, la patronal realiza descuentos arbitrarios de los salarios. El conflicto comenzó a principios de año, tras el despido de un obrero.

Mar del Plata, Buenos Aires, 5 de septiembre de 2007 (Agencia Walsh). A través de secretario general de la seccional costera, José Rigane, el Sindicato de Luz y Fuerza denunció que la empresa Edea S.A. viola la paz social impuesta por el método de la conciliación obligatoria. "No solo reprimen las medidas de fuerza legitimadas en la Constitución Nacional amedrentando, amenazando, persiguiendo y sancionando ilegítimamente a los trabajadores", afirmó Rigane. Agregó además que la empresa “se la pasa pidiéndole a los compañeros que se pongan la camiseta, volviendo con esto a demostrar lo mismo que ha hecho durante 10 años, esto es pensar que los trabajadores solo somos un instrumento para que ellos puedan lograr cada vez mayor rentabilidad al menor costo. Esto es lo único que les importa. Y lo hacen en medio de un proceso de conciliación obligatoria. Es decir que son ellos quienes violan la paz social que, sí se les exige a los trabajadores, cuando en medio de un conflicto se llama a conciliar y no se pueden realizar medidas. Nosotros respetamos la conciliación, ellos no, porque nos pagan con descuentos arbitrarios y autoritarios", agregó el dirigente.

El viernes pasado, los trabajadores de la energía fueron convocados junto con la patronal a una nueva audiencia de conciliación obligatoria en el marco del conflicto que el gremio viene llevando adelante por reclamos salariales y condiciones de trabajo. El reclamo data de comienzo de año, por el despido de un trabajador, y se extendió por un pedido de actualización salarial comprometido por EDEA S.A. pero no efectivizado.

Al repecto, Rigane sostuvo que "para la empresa el mejor Sindicato es el que no existe y el mejor trabajador el que no conoce o no ejerce sus derechos. Todo lo demás es un verso, o un doble discurso. La empresa se maneja como un estado dentro del Estado, ya que no respeta la intervención del gobierno provincial, al que ellos mismos llamaron, ni respeta tampoco la legislación vigente”.