Sobre la polémica en la izquierda y el feminismo respecto del amor popular por Maradona

¿QUIÉN PUEDE TIRAR LA PRIMERA PIEDRA?

 

por Mariana Bosio

 

Quienes luchamos por el Socialismo, militamos el feminismo sin separarlo del clasismo. Eso no quita que lloremos, como parte de las mayorías populares, la partida de un tipo que a TODXS nos dio al menos alguna alegría en nuestra vida... Infancias y adolescencias marcadas por un jugador de fútbol que carajeó “a dios y María santísima” del lado correcto en la lucha de clases.

¿Alguien puede suponer que eso lo convirtió en un Che Guevara?

¿Puede alguien pensar en serio que el sentimiento popular hoy levanta las banderas del machismo, de la misoginia y de las contracciones políticas?

¿Qué sector de izquierda hoy se cree juez para condenar a un pueblo que lo llora? El que hace política sobre una realidad ficticia y autogestionada, una parte de la izquierda sectaria que pretende sindicalizar a la policía o que alguna vez marchó con la Sociedad Rural... la misma que espera la declaración de su referente (si, la verdad absoluta en manos del macho alfa) para salir a opinar.

¿Qué feminismo señala de la misma forma miserable e inquisidora - a la que se rebela en cuestiones de género - la tristeza de millones? UN feminismo. Ese feminismo pequeño burgués que no inocentemente se separa constantemente del clasismo.

Maradona no es llorado por lo que hizo mal sino por lo que hizo bien. Y eso no fue solamente jugar al fútbol, no seamos caretas.

Fue, es y será el mejor jugador del mundo. Y aún así, el barrilete cósmico fue y será mucho más que eso. Y definitivamente fue más que aquellxs se creen dueñxs de la verdad absoluta y del sentir popular.

Seguimos y seguiremos luchando contra el capitalismo y el patriarcado, denunciando y combatiendo todo tipo de opresión y violencia de clase y género... Y seguiremos -sin contradicciones - festejando una parte de la vida de un tipo que con la pelota y la palabra insolente hizo - por uno o varios instantes - sentir felices a millones de personas, en especial a lxs humildes.

 

 

Mariana Bosio