La polémica en la izquierda y el feminismo por Maradona
CARTA ABIERTA, DERECHO A RÉPLICA:
por Nechi Dorado
Cecilia Zamudio, compañera:
Acepto tu propuesta de publicar en mi espacio tu sentir que no es el mismo que el mío, pero que merece el mismo respeto.
Pretendo con ello entablar un debate urgente en este momento de tanto va y viene cargado, por un lado, de odios incomprensibles, a mi juicio y de dolores comprensibles, también a mi juicio.
No existe balanza que pese cuantitativa ni cualitativamente el feminismo.
Soy marxiste leninista, ergo, soy feminista, nadie tiene la altura moral como para considerar que mi dolor por la muerte de quien mencionás como un machista o machistorris es menos respetable que tu odio.
Maradona es hijo de una sociedad patriarcal, nació en medio de una villa cargado de ausencias, de carencias, de hambre, de olvidos.
Es una parte mas de un pueblo que lo endiosó y todavía llora su muerte no como machista, sino como un hijo de la miseria que pudo escapar de ella hasta sin darse cuenta.
Maradona es el agujero que horadó a un sistema perverso que se espanta por el olor a “negro de mierda”, a pobre, a incultura.
Desafió a los poderes, cosa tan rebelde como pocos “clarificados” se animaron a hacer.
Abrió las puertas de la historia a patadas, a pie descalzo, con la fuerza de las tripas crujiendo por ausencia de las necesidades básicas resueltas. Molestó a muchos su pobreza, tanto o más que su machirulez, palabreja de moda que encubre odios absurdos.
Me parece de una bajeza sin límites verter opiniones sobre un hombre que pudo haberse equivocado en mucho, pero que supo, aún muerto, cargar con todo el luto que más de un progre “feminista” no cargará jamás. Lloró el mundo su partida, en muchos casos, estoy segura, por la humildad emergente del barro, deteniéndose en el deportista público y no en su vida privada que no es digna de ejemplo, probablemente, pero que deberían denunciar las que llamás sus “víctimas” que no son sino las que se arrimaron a él atraídas por el olor a billetes, más que por el amor.
Porque no dudaron en engendrar hijos de un “pesimo ejemplo”.
Ya verás como las mismas que defendés, harán cola para ver qué porción de la inmensa fortuna podrán disfrutar, muerto “el macho”, el que las torturó, el que las degradó pero que resultaron “soportables gracias a sus cuentas bancarias.
Fue putero porque hubo putas que pasaron a ser alguien a partir de una foto a su lado y de un vientre abultado del que podrían salir, tal vez, los mismos “monstruos” como lo “fue” su padre.
No se lo endiosó el mismo día mundial de la erradicación de la Violencia Machista, el 25 de noviembre, de ser así el día fracasó y no estamos en condiciones de asegurar ello. Se lo endiosó cuando enfrentó poderes.
“Abandonador de hijos” a los que fue reconociendo a medida que los ADN dejaban constancia de que lo eran. Quedaron otros, tal vez o no, no me consta, no te consta.
Nadie ha visto a compañeras señaladoras de aberración, sino que vimos prejuicios como el de pasar un rasero igualando al dolor de la porción de un pueblo humilde como si fuera un pueblo de imbéciles, no se con qué moral se ha pensado así. Feminista no es.
No se con qué criterio pretendemos usar un inexistente izquierdómetro como si quien piensa con autoritarismo tan aberrante respecto a las actitudes adjudicadas al ídolo con pies de barro, fuera superior al dolor ya no solo de Argentina, sino del mundo.
Tampoco podemos llenarnos la boca afirmando que a la izquierda que siente como pueblo le importa tres cominos el sufrimiento de otras mujeres. Solo a esta ola de feministas, muy lejanas al verdadero sentir de las primeras feministas, le preocupa “la irresponsabilidad política colosal que no ha analizado a fondo los hechos”. ¿Qué hechos, compañera? Si quienes han denunciado las “atrocidades” de Maradona, solo lo han hecho en programas del espectáculo que paga por generar programas de chusmerío barato, nunca en un juzgado que es donde deberían hacerse.
Hizo falta que muriera, que su cuerpo se encuentre aún caliente para que aparezcan en escena las diatribas de “justicieras” de una justicia burguesa a la que poco le interesan las muertes, desapariciones, la trata de niñas y mujeres violentadas, asesinadas, desaparecidas no por Maradona, sino por este sistema que se encarga de fragmentar a las sociedades a como de lugar. Y cuenta para ello con idiotas útiles.
Como argentina no puedo tolerar la falta de respeto con que se considera a mi pueblo llorando ante la despedida final de quien supo sacarnos un grito de alegría en medio de montones de injusticias que Uds fueron incapaces de interpretar, de un ser que llenó de gozo su alma porque sentimos que un hijo de la miseria fue capaz de enfrentarse con los más terribles e infames poderes económicos.
Tan infames como el criterio que esbozan preocupadas por las mujeres “víctimas” que en estos días comenzaran a arrancarse los ojos por unos billetes mas, pese a haber sido “maltratadas” por el padre de sus hijos que mañana gozarán de los beneficios que les deja un “negro de mierda, violento, maltratador” pero que nada han dicho de hombres que hundieron a mi país en la más cruel de las miserias.
No vieron maltrato hacia la mujer entre quienes se oponen a la Ley del Aborto; no lo vieron ante la imagen de las mujeres atrapadas por la trata; no lo vieron ante la desesperación nuestra buscando a jóvenes desaparecidas o asesinadas. Es ahí donde deberían centrar sus críticas y dejar que un pueblo llore a su muerto que en vida le arrancó sonrisas y alegrías en los peores momentos de nuestra historia.
Exijo respeto, el mismo que sentí -y siento- desde hace más de 30 años siguiendo el drama colombiano, arriesgando mi vida para que mi pueblo hermano deje de llorar víctimas como lo siguen haciendo. Sin olvidar que el “aparato mediático de alienación propiedad de la burguesía” también se encarga de fragmentar, creando aparatos que se apartan de los postulados centrales de lo que representa la verdadera esencia feminista. Hay jubiladas sumidas en la miseria, no existe de las feministas, sororidad alguna.
Siguiendo tu sugerencia, Cecilia Zamudio “Copio y pego en mi muro y/o comparto porque sí, ya lo expresé, soy mujer marxista leninista, ergo, soy feminista y del mismo modo no acepto que se trate a mi pueblo de alienado por subjetividades que poco indican cuestión de género, que por otra parte y para ser tal, va de la mano de la cuestión de clase.
Con el mayor de los respetos:
(Una más de las víctimas pero de todo tipo de violencia)
Respuesta a
Cecilia Zamudio
“Este año los machistorris de todo bando superaron toda la infamia imaginable: para el 25 de noviembre, día mundial de la erradicación de la Violencia Machista, no encontraron nada mejor que endiosar ciegamente a un maltratador machista, putero y abandonador de hijos, y encima, a las compañeras que señalaron la aberración las insultan a todo dar. Asco de sociedad alienada por este sistema, asco de tipos misóginos, incluso muchos de los que van muy de “izquierda”, pero les importa tres cominos el sufrimiento de las mujeres del pueblo. Irresponsabilidad política colosal de las organizaciones de izquierda que no han analizado a fondo este hecho y sus graves implicaciones a largo plazo, y se han limitado al silencio o incluso peor: han participado de sumar a la alienación colectiva de encumbrar como ídolo a un maltratador machista y al nefasto modelo de “éxito” capitalista, sumándose al encumbramiento que ya hace el aparato mediático de alienación propiedad de la burguesía”.
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C Z
Firma: una más de las víctimas de violencia machista, asqueada por la alienación colectiva y sus consecuencias.
(Copia y pega en tu muro y/o comparte si eres mujer feminista y te duele que se encumbre a ídolos misóginos porque comprendes el daño grave que esto le hace a la ya precaria consciencia colectiva sobre la Violencia Machista)
(Si eres un machista acosador ni te desgastes, tus descalificativos e insultos no nos callará n. Y si eres el machito seudo progre que vas de acusar absurdamente de “hacerle el juego al imperialismo”, decirte que los que le hacen el juego al imperialismo son los que apuntalan ídolos funcionales a este sistema putrefacto, ídolos misóginos, modelos de «éxito» terribles).
