MARCHAMOS

 

El último 24 marchamos, como desde hace años, todos los 24, para conmemorar a nuestros 30.000 desaparecidos por la Dictadura Genocida, en el aniversario del Golpe del 76.

 

Marchamos sin olvidar nada, como que aquellos que nos arrancaron los milicos tenían como objetivo y como sueño EL SOCIALISMO como modelo de sociedad.

 

Marchamos para repudiar no sólo a los milicos, sino a la coalición cívico-eclesiástica-imperialista que fue a golpear las puertas de los cuarteles y los financió. Son los que hoy gobiernan, y nos quieren enseñar a nosotros lo que es la democracia.

 

Marchamos sin hipocresías ni tibiezas, y por eso señalamos que no es democracia soportar durante cuatro años a un gobierno hambreador y entreguista, sino que la verdadera democracia es la democracia obrera, la de los trabajadores, con el pueblo en las calles defendiendo sus derechos y luchando contra sus opresores.

 

Marchamos en la columna del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia porque no olvidamos la mentira de los 12 años anteriores, los de quienes entregaron el país a las multinacionales y su sistema financiero imperialista y a los derechos humanos a un general genocida como Milani.

 

Marchamos como un sólo bloque los compañeros de Convergencia Socialista, las compañeras de Defensorías de Género y quienes integramos el Encuentro de Comunistas, Tendencia Guevarista, el MTR, la Agrupación Domingo Menna, el Grupo de Reconstrucción e Identidad y el PCT

 

Marchamos pero no nos resignamos a que los que le tendieron la alfombra a la lacra Macri para que hoy esté ocupando el sillón de Rivadavia y gobernaron para Chevron, Monsanto y Barrik Gold, nos dieran permiso para entrar a la Plaza de Mayo cuando a ellos se les antojara.

 

Así que, cansados de esperar, salimos de la columna detenida por horas, y a eso de las 17hs salimos desde Rivadavia y Montevideo, bajamos por Alsina, doblamos en Piedras hasta Belgrano Y Diagonal Sur, tomamos la diagonal llena de militantes kirchneristas que se fueron abriendo ante la compacta columna de un millar d compañeros y compañeras que tienen la Revolución y el Socialismo en la sangre.

 

Entramos a la Plaza por Hipólito Yrigoyen e hicimos nuestro acto mientras los k estiraban el suyo descaradamente, haciendo esperar al resto de la columna de la izquierda. Hablamos siete compañeros señalando la necesidad de echar a la lacra que se ha instalado en La Rosada, porque tenemos la dignidad suficiente como para no bancarnos a semejante escoria hambreando a nuestro pueblo.

 

Al finalizar, cantamos el himno de la clase trabajadora, La Internacional, en medio de la emoción de todos los presentes. Y al languidecer la tarde desandamos el camino, guardamos las banderas y nos fuimos cada uno a nuestras casas, hermanados por el deber cumplido y listos para seguir la lucha por un mundo sin desigualdad, sin explotación, sin injusticias y sin miseria



 

Gustavo Robles

25-3-17