Leve suba de los votos en blanco y los nulos

Lunes 25 de junio de 2007

El número de votos en blanco, nulos e impugnados llegó al 6,2 por ciento, un crecimiento importante respecto del 3,3 que sumaron en la primera ronda.

En tanto, el presentismo fue del 68,38 por ciento del total de porteños empadronados, lo que muestra que el nivel de interés fue similar al que despertó la primera ronda, del 3 de junio, cuando asistió a las urnas el 68,74 por ciento. Los datos corresponden a las 23.15, con el 99,87 por ciento de los votos escrutados.

El 3 por ciento de votos en blanco, el 2,8 por ciento de votos nulos y el 0,4 por ciento de los impugnados quizá responden al llamamiento que hicieron casi todos los partidos de izquierda para que sus simpatizantes votaran en blanco.

Eliminados de la segunda vuelta sus propios candidatos, los sectores más duros no trasladaron sus votos a Daniel Filmus. La única excepción fue la del Partido Humanista, que llamó a votar por el candidato kirchnerista.

Los datos

Una mirada histórica muestra una muy leve tendencia del electorado porteño a alejarse de las urnas.

l Asistencia a las urnas: en 2000, para la elección entre Aníbal Ibarra y Domingo Cavallo, concurrió al cuarto oscuro el 74 por ciento del electorado; en 2003, cuando se enfrentaron Ibarra y Mauricio Macri, lo hizo el 70 por ciento; y hace tres semanas, en la primera vuelta, asistió el 68,7 por ciento. Ayer, la asistencia fue de 68,38 por ciento. Mientras que el 3 de junio votaron 1.769.158 porteños, ayer lo hicieron 1.759.820.

l Votos en blanco y nulos: en 2000 hubo un récord de votos en blanco, que alcanzó el 4,7 por ciento de los votos emitidos. Los nulos fueron muchos más: alcanzaron el 23,4 por ciento. Fue un año de voto bronca, una situación que parece superada.

En 2003, los votos en blanco cayeron al 2 por ciento y los nulos, 1,86 por ciento. Y en la primera vuelta de la actual elección hubo el 1,60 por ciento de votos en blanco (28.254 votos), mientras que los nulos fueron el 1,69 por ciento (29.920). La falta de opciones para la izquierda dura podría explicar el leve crecimiento de esos guarismos de descontento.

l Votos positivos: en forma correlativa, varió el número de votos positivos o afirmativos, es decir, los entregados en favor de uno u otro candidato. Los votos afirmativos son los únicos que se tienen en cuenta a la hora de calcular los porcentajes que sacaron los candidatos.

Mientras que en 2003 la cantidad de votos positivos fue de 97 por ciento, en las elecciones realizadas hace 21 días el porcentaje fue de 96,70 por ciento. Ayer, con más votos nulos y blancos, hubo un 93,79 por ciento de votos positivos.

El gobernador más votado

Macri, ayer, además se convirtió en el jefe de gobierno más votado, en un electorado que se mantuvo estable, con unos 2,5 millones de porteños habilitados para sufragar.

En 1996, Fernando De la Rúa, que obtuvo el 38,82 por ciento, se consagró en primera vuelta porque todavía no se había establecido el régimen de ballottage. Consiguió 753.335 votos.

En 2000, Aníbal Ibarra consiguió, frente a Domingo Cavallo, 853.301 votos y se consagró jefe de gobierno porteño con el 49,41 por ciento de los votos. No hizo falta segunda vuelta, porque Cavallo reconoció la victoria y desistió de seguir en la contienda.

En 2004, nuevamente Ibarra, pero esa vez frente a Macri, consiguió 928.056 votos, un 54 por ciento de los votos afirmativos de esa elección. Ayer, Macri, superó un millón de votos.

 

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