ÍNDICE

IV CONFERENCIA DE SINDICATOS Y COMISIONES DE FABRICAS LENIN
LA REVOLUCIÓN PROLETARIA Y EL RENEGADO KAUTSKY LENIN
ESTADO Y REVOLUCIÓN LENIN
CARTAS A OBREROS Y CAMPESINOS LENIN
NOVIEMBRE J  MARIÁTEGUI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"La experiencia de la Revolución Rusa confirma las palabras que siempre diferencian a los representantes del socialismo científico -Marx y sus continuadores- de los socialistas utópicos, de los socialistas pequeños burgueses, de los intelectuales socialistas y de los soñadores socialistas. Los soñadores intelectuales, los socialistas pequeños burgueses, creían y quizá creen todavía -o sueñan- que se puede implantar el socialismo por medio de la persuasión. Creen que la mayoría del pueblo se convencerá, y luego que se haya convencido la minoría obedecerá: La mayoría votará y el socialismo será implantado. NO, el mundo no esta hecho tan felizmente. Los explotadores, los terratenientes feroces, la clase capitalista, no ceden a la persuasión. La Revolución socialista confirma lo que todos han visto: La furiosa resistencia de los explotadores.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"Si los explotadores son derrotados en un solo país, y este es el caso mas típico, pues una revolución simultanea en varios países es una rara excepción, seguirá siendo mas fuertes que los explotados, porque las vinculaciones internacionales de los explotadores son poderosas. Además, hasta ahora, todas las revoluciones, incluyendo la Comuna (...) han probado que una parte de los explotados pueden seguir, y en realidad siguen, a los explotadores

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"A menudo se dice, y se escribe, que los fundamental en la teoría de Marx es la lucha de clases. Pero no es exacto. De esta idea equivocada se deriva, con gran frecuencia, una tergiversación oportunista del marxismo y su falsificación en un sentido aceptable para la burguesía. En efecto, la teoría de la lucha de clase no fue creada por Marx, sino por la burguesía antes de Marx(...)Limitar el marxismo a la teoría de la lucha de clases significa cercenar el marxismo, tergiversarlo, reducirlo a algo aceptable para la burguesía. Marxista solo es quien hace extensivo el reconocimiento de lucha de clases al reconocimiento de la Dictadura del Proletariado. En ello estriba la mas profunda diferencia entre un marxista y un pequeño (o gran) burgués ordinario. Esta es la piedra de toque con la que debe comprobarse la comprensión y el reconocimiento reales del marxismo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"En ningún lugar del mundo existe un camino intermedio, ni puede existir. Una de dos: O la dictadura de la burguesía, disfrazada de pomposas frases sobre la soberanía del pueblo, una asamblea constituyente, libertades, etc.; o la dictadura del proletariado. quien no haya aprendido esto de la historia de todo el siglo XIX, es un idiota incorregible.¨ (cartas a obreros y campesinos)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¨ (...) La revolución no se hace, desgraciadamente , con ayunos. los revolucionarios de todas las latitudes tienen que elegir entre sufrir la violencia o usarla. Si no se quiere que el espíritu y la inteligencia estén a ordenes de la fuerza, hay que resolverse a poner la fuerza a ordenes de la inteligencia y del espíritu.¨

¨(...) La revolución no es una idílica apoteosis de ángeles del renacimiento, sino la tremenda y dolorosa batalla de una clase por crear un orden nuevo. Ninguna revolución, ni la del cristianismo, ni la de la reforma, ni la de la burguesía se ha cumplido sin tragedia. La revolución socialista que mueve a los hombres al combate sin promesas ultraterrenas, que solicita de ellos una extrema e incondicional entrega, no puede ser una excepción de esta inexorable ley de la historia. No se inventado aún la revolución anestésica,  paradisíaca, y es indispensable afirmar que no será jamás posible,  porque el hombre no alcanzara nunca la cima de su nueva creación, sino a través de un esfuerzo penoso, en el que el dolor y la alegría se igualaran en intensidad (...).¨