EN DEFENSA DEL LEGADO POÉTICO DE PABLO NERUDA.

En la vida cotidiana de las gentes y de los pueblo suceden hechos en los que la frontera que separa lo real de lo fantástico es sutil y difusa. Tan desdibujada que nos hace pensar que la barrera entre estas realidades no existe; que lo real es tan extraordinario y fantástico que puede dar la sensación de irrealidad. hechos y cosas que sobrepasan con creces el realismo mágico de novelas de escritores como Alejo Carpentier, García Márquez, Isabel Allende, Salman Rushdie. Como la decisión  de  La Fundación Pablo Neruda de impedir un homenaje al poeta en su tumba en Isla Negra. Por esta decisión, poetas de 13 nacionalidades que visitarán Chile a partir del jueves 16 de octubre 2008.. No podrán realizar su sueño de dedicar sus poemas al Nobel chileno en su morada póstuma. El hecho de que  los poetas del mundo participante en este evento no podrán darle un homenaje a Neruda nos deja con los ojos abiertos ante la inevitable certeza de que lo real a veces nos parece tan irreal que no sabemos a ciencia cierta si creerlo o no… Es la realidad misma la que con una sonrisa irónica nos dice que una vez más ella, ha superado al realismo mágico.

 En el poema Testamento,  el poeta nos habla para decirnos y recordarnos.

                “Dejo a los sindicatos

                  del cobre, del carbón y del salitre

                  mi casa junto al mar de Isla Negra.

                  Quiero que allí reposen los maltratados hijos

                  De mi patria, saqueadas por hachas y traidores,

                  Desbaratada en su sagrada sangre,’

                   Consumida en vólcanicos harapos. (1)

Esta indignante  actitud por parte de la Fundación Pablo Neruda, concierte a todo el mundo cultural y social, de Chile y del mundo.  Pablo Neruda es el poeta más Universal de Chiles   Por eso mis palabras son para manifestar mis enérgico rechazo frente este atropello a la herencia cultural, y  al legado poético de Pablo Neruda.

Nota(1) Extracto del poema Testamento  de Pablo Neruda .

Norton Contreras Robledo