No alcanza con llamar a no votar desde la división: hace falta unir fuerzas para coordinar una política nacional, encauzar la bronca popular y señalar una alternativa socialista

NO VOTES - O VOTÁ EN BLANCO - O ANULÁ TU VOTO

DECILES NO A LOS QUE NOS DESTROZARON LA VIDA

 

 

Argentina sufre una de las peores crisis de su historia. Para muchos, peor incluso que la del 2001. Las cifras que hablan de la realidad social son contundentes al respecto.

En ese marco, pandemia incluida, se desarrolla el proceso electoral legislativo previsto para este año: las PASO en setiembre, las generales para noviembre. Las fuerzas políticas y los medios de comunicación del sistema afilan sus discursos para, otra vez, dorarle la píldora al pueblo.

 

Nos quieren hacer creer que dentro de lo que han construido con nuestra sangre y sacrificio las podridas clases dominantes de este país, pueden hacernos vivir dignamente a quienes formamos parte de las mayorías populares asalariadas y precarizadas.

 

Los mismos que nos oprimen, explotan y saquean, aliados o lacayos del sistema financiero internacional, ahora nos vienen a decir que tienen la fórmula para hacernos felices y libres.

 

Por eso salen a buscar votos a través de sus siervos, voceros políticos, integrantes de la maquinaria a la que llaman "democracia", para que con el instrumento electoral legitimemos su desquicio:

 

La derecha explícita, pintada de amarillo, arrogante en SU sistema, vociferando Juntos, con sus ceos, banqueros, empresarios y terratenientes, que ellos son "la libertad"; claro que no aclaran: la libertad de robarnos la plusvalía que producimos los laburantes, la libertad de explotarnos, de saquearnos, de endeudarnos, de fugar nuestra riqueza, de entregarla, de destruir nuestro ecosistema y nuestras vidas. De seguir modelando un país para la minoría que ellos representan.

 

La derecha vergonzante, disfrazada de cordero, reunida en un Frente que dice ser de Todxs, que aplica ajustes todavía más salvajes que la salvaje derecha, que nacionaliza las deudas de los fugadores seriales, para convertirse ellos en pagadores seriales, con nuestro sudor y lágrimas.

 

La izquierda pusilánime –aunque no por ello deja de ser soberbia-, la que le quiere hacer creer a lxs trabajadrxs que puede cambiar las cosas dentro del sistema de "ellos", los dueños de los medios de producción y de la tierra. La que se aggiorna al discurso políticamente correcto y por eso ni de casualidad se le cae de la boca la palabra "revolución" y mucho menos "socialismo". La que licúa todas las luchas para intentar volcarlas en las urnas que tozudamente los tacha de insignificantes. En definitiva, la que da vergüenza ajena y se constituye en la pata izquierda del sistema.

 

Lo cierto es que es EL SISTEMA con el que hay que terminar. El capitalismo ha probado y prueba sobradamente cada día su nefasta esencia de injusticia, oprobio y desigualdad. Baste repasar los últimos 5O años de nuestra historia para no dejar dudas al respecto. Nos dijeron que con la democracia se comía, se curaba y se educaba, y hoy vemos a millones de seres humanos privados de todo ello, o recibiéndolo en migajas.

 

En el año 1975 en Argentina había alrededor de un 3% de pobreza y 6% de desocupación. Cualquier laburante con su trabajo podía comprarse un terrenito en el conurbano y construir su casa y hasta comprarse un autito Okm.

El Estado debía alrededor de u$d 3.500 millones de dólares en concepto de deuda externa. Otro tanto debía el sector privado, es decir, la burguesía y la oligarquía locales.

Era el famoso "Estado de Bienestar" al que las clases dominantes habían tenido que recurrir para evitar que el fantasma del comunismo se corporizara en sus pagos después de la Revolución Bolchevique en 1917, y al que ya consideraban, había que dar por terminado.

 

 

Entonces vino el Rodrigazo del gobierno PERONISTA –de Isabel, el Brujo y La Triple A-, para satisfacer los intereses de ese sector privado, aliado al imperialismo. Es que la "tercera posición" nunca fue tercera, o se está de un lado o del otro, con los explotadores o con los explotados. Y como para sostener a la comunidad organizada tal como enseñó Perón se necesitan financiamiento e inversiones que el pueblo trabajador no tiene porque le es quitado y por eso no puede dar dentro del capitalismo, el peronismo naturalmente optó por satisfacer las pretensiones de la burguesía "nacional" y la oligarquía para conseguirlos, dueños de los medios de producción y de la tierra, que querían venderles SUS productos al mundo y ser financiados por la banca extranjera. Y así cobrar los impuestos para "redistribuir" la miseria, porque esos tipos no pagan nada y roban mucho.

 

Con la alfombra tendida por el PERONISMO, llegaron los MILICOS asesinos, lacayos del imperio y las clases dominantes del país, y perpetraron el genocidio más grande de nuestra historia para destruir el ascenso de la lucha de la clase trabajadora y arrasar con todos los derechos, laborales y humanos. Más allá de los "fierros", el instrumento político-económico fundamental fue la Ley de Entidades Financieras de Martínez de Hoz, que le cerraba las puertas al Estado como financista del desarrollo de nuestra sociedad, y se la entregaba en bandeja al sistema financiero internacional.

El PROCESO GENOCIDA endeudó en forma fraudulenta al país y estatizó la deuda que los privados tomaron a su antojo: a partir de entonces, el pueblo pagó no sólo la riqueza sino las deudas de los Rocca, los Macri, los Perez Companc, los Bulgheroni, los Soldati, los Fortabat y toda esa lacra que en su puta vida trabajó y por eso vive a lo pashá del sudor ajeno.

Y la Deuda pasó a ser nuestro YUGO.

 

A PARTIR DE ENTONCES, LOS BANCOS FUERON AMOS Y SEÑORES DE NUESTRA VIDA.

 

Ya pocos asalariados podrían comprarse su terreno, hacerse su casita y obtener su autito Okm como hasta entonces.

Se había terminado la "la patria productiva" y nacido la que hoy sufrimos: la financiera.

 

NINGÚN GOBIERNO POSTERIOR CAMBIÓ ESO.

 

Salvo los dos años de la administración Grinspun como ministro de economía del gobierno de Alfonsín, todos los demás se rindieron al poder de los bancos, financieras y fondos de inversión. Incluso, por supuesto, EL RADICAL de "don Raúl".

 

El menemato PERONISTA fue el paraíso para toda esa carroña, que en pos de la "modernidad", el "desarrollo" y la libertad de Mercado, modernizó y desarrolló la híper privatización, la explotación, el saqueo y la precarización de la vida de la inmensa mayoría de nuestro pueblo. Para lograr sus objetivos no dudaron ni siquiera en hacer volar por el aire a toda una ciudad –Río Tercero-.

 

Los RADICALES de la ALIANZA, los mismos de la Semana Trágica y la Patagonia Rebelde, los que "le hablaron con el corazón" a los que les estaban dando un Golpe de Mercado, los que prestaron funcionarios a las dictaduras como pocos, siguieron la senda del desastre neoliberal.

 

Estalló el pueblo en el 2001, harto de ser saqueado y de las instituciones del sistema saqueador, haciéndolo tambalear como pocas veces antes en este país, pero enseguida llegó EL PERONISMO para arreglarle el sistema a los saqueadores.

 

Los doce años KIRCHNERISTAS fueron una fiesta de pago serial de lo que no debíamos y ni se les ocurrió tocar la ley fundamental del saqueo, aquella ya mencionada de Martínez de Hoz. Pagaron deuda como nadie, y nos dejaron una similar, más allá del relato. Y eso que hubo un fallo histórico del Poder Judicial, a través del juez Ballesteros, que la declaró ilegal, ilegítima y fraudulenta después de dieciocho años de investigación. Los K decidieron ignorarlo. Al mismo tiempo, consolidaron el modelo de saqueo estractivista de nuestros recursos por parte de las corporaciones extranjeras.

 

MACRI Y SUS CEOS, SU JUNTOS POR EL CAMBIO y sus globos amarillos llegaron con el voto popular a hacer lo que siempre hicieron: saquear, súperexplotar, empobrecer y hambrear, incluso a muchos de los que los votaron. Así es su naturaleza: cruel, impiadosa e insensible. Bastó un periodo para que el pueblo los echara a patadas.

 

Los Fernández y su FDT PERONISTA continúan los lineamientos de los fugadores seriales. Los acusan y señalan como responsables; pero los mantienen impunes y nos hacen pasar infinidad de penurias para pagar lo que ellos se llevaron. Las tarifas siguen siendo impagables, no se perdonaron las deudas de los que no pudieron hacerlo, la desocupación creció, la pobreza y el hambre también.

 

Hoy, casi 5O años después de aquél "Rodrigazo", el Estado Argentino "debe" alrededor de 350.000 millones de dólares, una cifra similar a la que los dueños del poder económico han fugado del país. Esos con los que todos los gobiernos se sientan a almorzar… para tirarle sus migajas al pueblo.

Todos: el peronismo, radicales, conservadores, liberales, militares genocidas.

 

Hoy el 1% de la población del país (obviamente rica) es dueña del 35% del territorio nacional

 

Hoy el 5O% de la población es pobre

 

Hoy el 60% de los pibes son pobres

 

Hoy el 11% está desocupado, y eso que consideran "ocupados" a los que cobran planes.

 

Hoy casi el 5O% está precarizado, se desenvuelve dentro de la economía informal.

 

Hoy la canasta básica es de $70.000:

                   El salario promedio es de   $42.394

                   El 80% gana por debajo de $54.711

                   El SMVM es de                     $27.216 

                   La jubilación mínima es de $23.064

 

El 10% más rico se lleva el 31,8% de la riqueza generada en el país, mientras el 10% más pobre apenas llega al 1,1%

                                                                          Datos del Indec

 

 

Le destrozaron la vida a la mayoría de los habitantes de este país.

 

Hay que terminar con este verdadero saqueo y su fachada, la democracia burguesa y su circo eleccionario. Desde hace años, somos muchos, son muchas las organizaciones que denuncian la farsa y llaman a no votar o votar en blanco para deslegitimarla. Pero la división atenta contra los objetivos políticos que declamamos. Las dignas declaraciones de cada corriente son insuficientes, no llegan a las masas trabajadoras y sólo quedan en buenas intenciones sin ningún peso en la sociedad. Hay que cambiar eso y unir fuerzas es la única manera.

 

Existe un evidente hartazgo en gran parte de la población, que se expresa en su rechazo a las urnas y que va creciendo. Las elecciones recientes en Salta y Corrientes son una clara expresión de ese fenómeno social. La izquierda revolucionaria debe intentar encauzar esa bronca, dándole una alternativa coherente. Es necesario coordinar las fuerzas de los que llamamos al abstencionismo para hacerlo desde una misma política, abarcando cada rincón del país, explicando las causas de las angustias populares y señalando una salida, que no es otra que arrasar con toda la institucionalidad conocida, para así poder construir una nueva, justa, igualitaria, socialista.

 

Es en ese sentido que proponemos a todas las organizaciones hermanas a autoconvocarnos en el lapso más breve posible, en el lugar, día y horario que acordemos . Sin una referencia revolucionaria coherente y poderosa, nuestro pueblo no podrá encontrar una alternativa a la trampa electoral que le tiende el sistema.

 

 

 

 

QUE EL PUEBLO SEA EL QUE DELIBERE Y GOBIERNE, NADA DE REPRESENTANTES

 

QUE LOS FUNCIONARIOS SEAN REVOCABLES EN CUALQUIER MOMENTO, Y QUE NINGUNO GANE MÁS QUE UN MAESTRO DE ESCUELA. QUE VIAJEN EN COLECTIVO, SE ATIENDAN EN HOSPITALES PÚBLICOS Y SUS HIJOS VAYAN A LA ESCUELA PÚBLICA TAMBIÉN.

 

TRIBUNALES POPULARES PARA ENJUICIAR Y CONDENAR A TODOS Y TODAS LOS Y LAS RESPONSABLES DE NUESTRAS PENURIAS

 

SOCIALIZAR TODA SU PROPIEDAD PRIVADA, QUE HAN ACAPARADO ROBÁNDONOS A NOSOTROS, EL PUEBLO TRABAJADOR.

 

CONDENAR A EMPRESARIOS, BANQUEROS, TERRATENIENTES, Y A SUS LACAYOS: JUECES, POLÍTICOS, MILICOS Y A LOS UNIFORMADOS QUE TANTA GENTE INOCENTE HAN ASESINADO.

 

QUE LAS RELIGIONES SEAN SUSTENTADAS POR SUS FELIGRESES. QUE NADA TENGAN QUE VER CON EL ESTADO.

 

EMPEZAR A CONSTRUIR ALGO NUEVO, DESDE LOS CIMIENTOS, TIRANDO AL BASURERO DE LA HISTORIA AL CAPITALISMO Y SU FALSA DEMOCRACIA, FUENTE DE TODOS LOS MALES DE LA HUMANIDAD.

 

SÓLO ASÍ PODREMOS ASPIRAR A UNA SOCIEDAD JUSTA E IGUALITARIA, SIN MISERIA NI HAMBRE.

 

 

Partido Comunista de los Trabajadores