Por Noemí Parra

Luego de meses de luchas docentes y estatales, movilizaciones populares, el asesinato del maestro Fuentealba durante un piquete docente por la policía Neuquina y un clamor generalizado por la renuncia del gobernador Sobisch, llegó el acuerdo que le otorgó a los docentes una victoria parcial a sus reclamos.

Ahora, semanas después de terminado el conflicto, hubo elecciones generales en la provincia. Sobisch no podía presentarse a la re-elección y lo hizo en su lugar, en la boleta del gobernante Movimiento Popular Neuquino, uno de los descendientes de la familia Sapag que invento el MPN que controla la provincia hace décadas.

Sapag se había distanciado algo de Sobisch y mantenido al margen de las disputas huelguísticas para controlar el daño que le producían las mismas al aparato político familiar. Sin embargo, su equipo y su política son las mismas de Sobisch.

Normalmente, el MPN gana las elecciones provinciales con una mayoría de votos. Esto comenzó a cambiar cuando los radicales vencieron en la contienda anterior en la ciudad capital.

El Kirchnerismo, asociado a los radicales, formó la Concertación Neuquina para la Victoria. Otro sector Kirchnerista en donde milita Patria Libre/Libres del Sur se presentó por su lado como Alianza Frente Alternativa Neuquina. Un sector de la CTA y ATE, en alianza con el Partido Socialista se presentó como UNE.

La izquierda estuvo representada por el PO, el MST y el PTS. Todos ellos con mucha tradición política en la provincia en la provincia y especulaban que sus roles., y algunos casos como dirigentes de la huelga docente (MST) les daría frutos a la hora de las urnas.

Sapag-Sobisch fueron duramente golpeados y su nivel histórico mayoritario en la provincia descendió al 36%. El Kirchnerismo-radicalismo de CNV obtuvo un sorprendente 32% demostrando que había capitalizado la crisis de Sobisch y el MPN.

Kirchner y los radicales K no pueden reclamar un triunfo resonante debido a que Libres del Sur, al dividir los votos con la FAN le quitaron el margen de victoria. FAN obtuvo un 7,2% que si hubiera sido parte de la CNV le hubiese significado el triunfo para esta.

El UNE, una especie de frente de centroizquierda como el de Lozano en capital alcanzó casi el 4%. La izquierda, siguiendo el mismo patrón de la Ciudad de Buenos Aires, obtuvo en total el 2,23% (PO 1,1%; PTS 0,72% y el MST 0,50%). Obviamente, los votantes, sobretodo los trabajadores docentes y estatales no consideraron que su rol en la huelga había sido ejemplar, ni mucho menos.

Dudó la izquierda y la dirección de ATEN cuando en el apogeo de la lucha y con manifestaciones masivas en las calles, rodeando la Casa de Gobierno, se negó a defenestrar al gobierno de Sobisch.