¡OLLAS, SÍ!

Secuestro y tortura a docente de Moreno

¡SOLIDARIDAD CON LA COMPAÑERA CORINA DE BONIS!!

Se cumplió un mes sin clases en Moreno.

Desde la muerte de lxs compañerxs Sandra y Rubén, por la absoluta desidia del gobierno de la provincia de Buenos Aires, las escuelas de esta localidad permanecen cerradas hasta que se realicen todos los arreglos que garanticen edificios en condiciones seguras para enseñar y aprender.

En este contexto, las/os maestras/os junto a familias de la comunidad educativa organizan ollas populares para asegurar la comida diaria a niños, niñas y adolescentes que habitualmente asisten a los comedores escolares.

Desde hace semanas, especialmente en la CEC 801 de Moreno, los/as docentes están recibiendo amenazas tales como “basta de hacer política” y rayones en autos con carteles: “siguen ustedes”.

La más grave y seria de todas se destacó en un papel con la frase “la próxima olla es en Güemes y Roldán” (donde se encuentra el cementerio de Moreno). Pero – como si las violentas notas fueran poco – hoy dejaron de ser solo amenazas: a Corina De Bonis, maestra de la CEC 801 de Moreno, tres hombres le pusieron una bolsa en la cabeza y la metieron por la fuerza en un auto donde fue secuestrada, golpeada y torturada, tatuando con un punzón en su abdomen la inscripción “ollas no”. Antes de liberarla, le recordaron que “quien avisa no traiciona”.

Mientras en conferencia de prensa los sindicatos docentes denunciaban este ataque a Corina y la situación en Moreno y en la provincia, las familias que continuaron en la calle con la olla popular, fueron amenazadas con un “los próximos son ustedes” .

Siempre hablamos del desprecio de Cambiemos a la Escuela Pública. Lo cierto es que este desprecio se traslada a todo aquello que signifique una política pública y un derecho para la clase trabajadora. Lo cierto también, es que las ollas populares, la lucha por escuelas públicas dignas y seguras, la organización y solidaridad de una comunidad en torno a políticas educativas y sociales, incomodan y presionan a los gobiernos de Macri y, en nuestra provincia, de Vidal.

No es nueva la estigmatización – cada vez más encrudecida – a la docencia. Tampoco lo son las mentiras, ataques y persecuciones a trabajadores/as y luchadores/as populares. No es novedad el acusarnos de desestabilizadores que “hacen política” (intentando convencer que las decisiones gubernamentales salen de un repollo). O asegurar que los niños y niñas son rehenes de los paros y que no tenemos derecho a pelear por nuestro salario. O que somos todos/as vagos/as, que no queremos “laburar”. El discurso de cambiemos es claro: la olla popular es política desestabilizadora, pero las escuelas públicas en decadencia son “pesada herencia" y hasta una "tradición".
Hace falta mano dura, dirán. ¡Den clases! y ¡con los chicos no! Que dejen de hacer política y laburen. Y ollas… ollas, no.

No estoy de acuerdo con Baradel en eso de “vivimos en democracia”. Los secuestros, las torturas, las persecuciones, los métodos de adoctrinamiento son políticas propias de la dictadura militar, al igual que el Terrorismo de Estado que equivocadamente se creyó muerto y enterrado después del ´83.

Los mismos grupos económicos que formaron parte de la dictadura, que actualmente se autodenominan “gobierno democrático”, son los mismos que hoy trasladan fondos del ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, de la secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia y del Ministerio de Salud y Desarrollo Social al Ministerio de Seguridad. Menos políticas públicas, más fuerzas represivas.

Mientras el gobierno de Cambiemos lleva adelante una agenda de vaciamiento, endeudamiento y represión, su ministro Finocchiaro asegura que lxs docentes queremos “impedir que los chicos tengan futuro” . Los únicos que lo impiden son los y las representantes de este gobierno, graduados/as en la escuela de los grupos de tareas que robaron el futuro a 30.000 compañeros/as.

Queda claro que las dictaduras también llegan por el voto popular. Esperar sentados/as al 2019 es ser cómplices de ella.

No sabemos quiénes secuestraron, golpearon y torturaron a Corina. Pero algo es seguro: se encontraba en la calle por el abandono y vaciamiento educativo por parte del gobierno provincial, expuesta a amenazas arengadas en cada discurso gubernamental en todos sus niveles (amenazas que "dejaron pasar") y agredida por los nuevos grupos de tareas.

¿hay dudas que Vidal es responsable?

Inmediata investigación, juicio y castigo a los autores materiales e ideológicos del violento ataque a la compañera Corina de Boris

¡Justicia para Sandra y Rubén!

Mariana Bosio