Otra Mentira K 

La Presidenta anunció un nuevo calendario de feriados para el año que viene, y como no podía ser de otra manera, algún engaño tenía que tener. El 20 de noviembre volverá a ser feriado bajo el nombre de Día de la Soberanía Nacional. Es interesante ir hacia el pasado para reflexionar sobre el concepto de soberanía que tiene el gobierno actual.

Allá por el año 1845 nuestro país todavía no se había unificado totalmente. Existía la Confederación Argentina, que más que un país era una asociación de provincias organizadas en torno a un pacto político, el Pacto Federal. En esta Confederación cada provincia era autónoma políticamente, podía elegir sus propias autoridades y tenía la libertad de desprenderse de la Confederación si así lo desease. Pero, esta independencia  política no era a su vez independencia económica, ya que todas las provincias dependían, en mayor o menor medida, del comercio hacia el exterior, particularmente hacia Inglaterra. Para llegar al Océano Atlántico y comerciar con el mercado mundial, era inevitable por una cuestión geopolítica pasar por el puerto de Buenos Aires. El dominio de este puerto y de las inmensas ganancias que éste dejaba, era manejado exclusivamente por el gobierno de Buenos Aires, y con esta herramienta se sometía y dominaba a todas las provincias. El creador de este sistema en el que la burguesía terrateniente de Buenos Aires tenía la hegemonía política por sobre todas las provincias, fue el acaudalado estanciero Juan Manuel de Rosas.

El caudillo porteño se sostuvo en el poder por más de 20 años proclamándose como federal, por el sólo hecho de darle a las provincias del interior la autonomía política (a diferencia de los gobiernos unitarios anteriores que elegían desde Buenos Aires las autoridades para el Interior), mientras las provincias entendían por federalismo también la sanción de una Constitución Nacional para garantizar la nacionalización del puerto y repartir equitativamente las ganancias del mismo, sumado a la libre navegación de los ríos, es decir, que los barcos extranjeros puedan comerciar directamente con las provincias y no tengan que pasar necesariamente por Buenos Aires. Rosas, como representante de un sector de una clase (de los terratenientes, de Buenos Aires) constantemente se negó a esto, ya que le quitaría poder a los porteños.

En este panorama político va a ocurrir el hecho anecdótico que da lugar al Día de la Soberanía Nacional. En 1845, barcos ingleses y franceses van a ejercer un bloqueo al puerto de Buenos Aires, básicamente presionando a Rosas para que éste permita la libre navegación de los ríos. En el mes de noviembre una flota británica penetró por el Río Paraná para comerciar directamente con las provincias del Litoral, cosa que iba a favorecer el desarrollo económico de las provincias pero que perjudicaría la posición hegemónica de Buenos Aires. El Restaurador de las Leyes decidió bloquear el paso por el Río Paraná en la localidad de Vuelta de Obligado, encargando la defensa a Lucio Mansilla. El 20 de noviembre se libró la Batalla de la Vuelta de Obligado, en la que las fuerzas anglo-francesas triunfaron y siguieron su rumbo por el río. La intención de Rosas era no permitir el paso a las fuerzas extranjeras, no por “nacionalismo” sino todo lo contrario, para que Buenos Aires siga siendo el único puerto intermediario entre todas las provincias y el mercado internacional, quedando de esta manera Buenos Aires como la provincia dominante en la Confederación. Este era el “nacionalismo” de Rosas que revaloriza el peronismo. Se puede ver que es un tanto particular la “soberanía nacional” de la que nuestra Presidente habla.

Federico Avellaneda.

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