Convocatoria a un paro nacional en solidaridad con Santa Cruz

 
(AW). La CTA Flores Auténtica  y El Movimiento nacional de los chicos del pueblo convocan a la población a un paro nacional para el Martes 21 del corriente. La medida fue tomada en solidaridad con el pueblo de Santa Cruz, en repudio al accidente provocado por el ex funcionario Daniel Varizat, quien atropello a diecinueve personas.
 
   Buenos Aires, 21 agosto de 2007 (Agencia Walsh), mientras la gendarmería continúa ocupando el Hospital Francés para intimidar a sus trabajadores, siguen presos los luchadores de Las Heras y el dirigentes piquetero José Villalba.  Mientras continúan libres la mayoría de los genocidas y los asesinos de Carlos Fuentealba, siguen en la cárcel los militantes de Quebrachon que escracharon el local de Sobisch en la Capital.
    Mientras el presidente y su esposa hacían un acto en Río Gallegos, hablando en nombre de los “derechos humanos”, uno de sus funcionarios de mayor confianza –Daniel Varizat- aplastaba con su 4x4 a varios trabajadores que estaban movilizándose.
   Sin embargo lo más grave del asunto no es el “silencio de radio” de Kirchner y de su esposa frente a este atropello, sino las declaraciones de su mano derecha, el gobernador de Santa Cruz Peralta, quien salió a relativizar los hechos, utilizando los mismos argumentos que planteaba la ultraderecha para justicar a los genocidas.
   Fue así que cuando los periodistas le preguntaron si “lo de Varizat había sido un acto criminal”, Peralta respondió que “no… que había sido un hecho irracional…” usando la misma lógica de quienes calificaban a los secuestros y asesinatos del Proceso como simples “excesos” y no como parte de un plan premeditado
   Este ataque forma parte de la escalada represiva con que el gobierno responde a las luchas obreras y populares, intentando aplastar la resistencia para imponer el plan de ajuste al servicio de las multinacionales.  Por eso, la “locura” que impulsó a Varizat a aplastar trabajadores no es más que la misma lógica con la que actúo siendo ministro del interior, cuando ordenó ocupar las escuelas y reprimir a los maestros en huelga y a los municipales.  
    Esa misma lógica es la que movió Sobisch a dar la orden de matar a Carlos Fuentealba el 4 de abril de este año, la que motivó al ex presidente Duhalde a mandar a matar a Kosteki y a Santillán y la que impulsó al ministro del interior Fernández a reprimir a los trabajadores del Casino y a ocupar el Francés con las tropas de la gendarmería.
    La acción criminal del ex funcionario –expulzado del gobierno provincial por la presión de la movilización- alentó a las patotas kirchneristas a atacar con bombas molotov la carpa docente la misma noche que Varizat aplastó a los trabajadores con su camioneta.
La actitud de estos funcionarios y de las patotas que estos organizan, es el “estilo” de quienes están acostumbrados a manejar la provincia como verdaderos patrones de estancia. El mismo que tuvo la hermana del presidente, cuando salió de un restaurant a desafiar a los manifestantes que protestaban por sus bajos salarios y después se horrorizó cuando estos la escracharon.
    Todos ellos saben que la manera de apacigüar a los que luchan –cuando ya no alcanzan las promesas demagógicas- es mediante el garrote y el miedo. Sin embargo, el problema para los de arriba es que los trabajadores y el pueblo ya no se intimidan frente a la represión, sino que la enfrentan y exigen justicia. 
    Ese es el camino que hay que seguir para defender las libertades democráticas atacadas por el kirchnerismo y para juzgar y castigar a Varizat y a los patoteros y represores de hoy, de ayer ayer y de siempre.  Por eso el martes 21 hay que parar el país junto con los trabajadores y el pueblo de Santa Cruz, que ya resolvieron la huelga.
    Hay que exigirle a todos los dirigentes sindicales que decreten el paro y que convoquen a asambleas para que las bases resuelvan como continuar la pelea. Esta lucha no es sólo de los compañeros agredidos en Río Gallegos, sino de todos los trabajadores y el pueblo, que son reprimidos cuando protestan o pueden llegar a serlo cuando lo hagan.
    Esta pelea debe asumirse como una cuestión elemental de autodefensa para evitar que surjan nuevos Sobisch o Varizat y para impedir que la gendarmería ocupe empresas, oficinas o escuelas para amedentrar a los que luchan.  Los trabajadores y el pueblo tenemos derecho a protestar en paz y en libertad.
    Para garantizar el pleno ejercicio de este derecho hoy debemos luchar por mandar a la cárcel a Varizat, Sobisch y demás criminales.  Pero para lograr que las marchas y las huelgas se desarrollen en paz, sin la presencia de provocadores ni el ataque de los patoteros, los trabajadores tenemos que organizar nuestra propia seguridad mediante piquetes de autodefensa.

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