Pascua Lama: ecocidio y genocidio en Los Andes

 
Ricardo Rodríguez
www.nodo50.org/ceprid

A finales del año 1994, un sofisticado satélite espía de los EEUU equipado con artilugios muy avanzados descubrió señales radiantes en el subsuelo de la Cordillera Los Andes, sobre la frontera de Chile con Argentina. Meses más tarde, un nutrido equipo de ingenieros y personal especializado en busca de metales preciosos, instaló un campamento a cinco mil metros de altura sobre territorio chileno y se dispuso a perforar tres gigantescos glaciares para comprobar exactamente qué había bajo las milenarias capas de hielo.

Los especialistas, eran la primera avanzada técnica de la compañía Barrick Gold Corporation, siniestra multinacional de la minería química, asentada en Toronto, Canadá, con operaciones de extracción y mega-proyectos de expolio de minerales y metales preciosos en cuatro continentes. Es la segunda empresa más importante del mundo dedicada a la extracción de oro, plata, diamantes, cobre y otros minerales. Una especie de Atila de la minería mundial.

En su directorio figuran George Bush padre, ex Director de la CIA y ex Presidente de los EEUU; Adnan Khashoggi, multimillonario y conocido traficante internacional de armas saudí, principal implicado en el escándalo Irán-Contras a través de cuya operación, la CIA abasteció en secreto a los contra revolucionarios somocistas nicaragüenses en Honduras en su guerra sucia contra el Gobierno Sandinista del Presidente Daniel Ortega entre los años 1980-1990. El malandrín saudita nunca fue juzgado pero más tarde sí fue recluido en los EEUU por graves delitos de fraude en complicidad con su ex socio, el fallecido ex dictador de Filipinas Ferdinand Marcos; Peter Munk, actual presidente de Barrick Co., íntimo de Bush padre y de Khashoggi y el sujeto que pagó la fianza de 4 millones de dólares para que el tratante de armas abandonara la cárcel; Gustavo Cisneros, segundo hombre más rico de América Latina, magnate de las comunicaciones y oligarca venezolano; Brian Mulroney, conservador ex Primer Ministro de Canadá y Andrónico Luksic, destacado empresario pinochetista y cabeza visible del grupo monopólico chileno apodado “los cocodrilos” y, seguramente, el hombre más rico de Chile.

Las perforaciones determinaron que bajo tres gigantescos glaciares llamados Toro I, Toro II y Esperanza se encontraba un substancial yacimiento de oro, plata y cobre. Los filones y vetas de los metales preciosos se localizan en las cumbres del Valle de Huasco, en la Tercera Región de Chile sobre la Cordillera de Los Andes a 660 kilómetros al norte de Santiago y a 300 kilómetros al noroeste de la ciudad de San Juan en Argentina. El 75% del yacimiento se encuentra en Chile y 25% en territorio argentino.

En este valle, una joya de ecosistemas entrelazados al borde del desierto de Atacama, el más árido del mundo, se desarrollan múltiples actividades agrícolas, turismo alternativo y es un santuario de salud para aquellos que padecen enfermedades respiratorias. Los tres glaciares, que tienen miles de años, abarcan una superficie de 24 hectáreas a cinco mil quinientos metros de altura y representan la más importante fuente acuífera del último valle fértil al borde del desierto de Atacama donde 70 mil chilenos viven de la exportación de productos agrícolas que irrigan unos 20 ríos que descienden por la Cordillera directamente de los hielos eternos asentados en las cumbres.

Como tanto la legislación chilena como la argentina prohibían la explotación minera extranjera sobre la frontera de ambos países, la multinacional Barrick Co. se apresuró a presentar dos proyectos: primero, su proyecto de explotación minera de los yacimientos por un plazo de 20 años y con la promesa de una inversión de 1.500 millones de dólares y, segundo, una insólita propuesta para que Chile y Argentina reformaran sus leyes y pudiesen los inversionistas foráneos apoderarse de las riquezas que escondían los glaciares. El proyecto de atraco de la Barrick Gold Co. se denominó Pascua Lama.

En el plan original para obtener el permiso ambiental del gobierno de Chile para la exploración del mineral a rajo abierto, presentado y sospechosamente aprobado ligeramente en el año 2001 por las autoridades, la Barrick Co. mintió de manera descarada y ocultó intencionalmente al Ejecutivo chileno que los yacimientos en cuestión se encontraban en el subsuelo de los glaciares. Naturalmente, para llegar al oro y la plata había que dinamitar los glaciares hasta completar su destrucción y, posteriormente, construir túneles de acceso a los minerales y, por supuesto, tan imbéciles no son los ejecutivos de la depredadora internacional como para colocar sus infames deseos por escrito. Se trata de engañar y esto no era acertado. Afortunadamente, “la grave omisión” fue descubierta y puesta en evidencia las intenciones de la Barrick Co. por los agricultores, campesinos y representantes de las organizaciones de la zona, por algunas autoridades provinciales de la Tercera Región, por destacados ecologistas chilenos y argentinos toda vez que se hicieron públicas las insensatas pretensiones de la empresa minera. Entonces, los directivos argumentaron que no eran glaciares sino “pequeñas canchas de hielo”. Rechazadas de plano sus conceptos y definiciones, la empresa argumentó que tenía gran experiencia en “manejo de glaciares” y, para evitar inconvenientes, minimizaron sus pretensiones en un burdo “Estudio de Impacto Ambiental” asegurando que “trasladarían los 850 mil metros cúbicos de hielo que forman los glaciares, con buldócer gigantes y explosivos, sin romper una pizca de ellos, a dos kilómetros de distancia sobre la misma altura”. Un argumento inaudito y descabellado. Una mentira del tamaño del Titanic, como tantas otras a que nos tienen acostumbrados. Jamás en la Historia se ha hecho algo semejante y la empresa nunca ha entregado antecedentes sobre su supuesta experiencia en el manejo viable de traslado de glaciares, hecho que simplemente no existe.

Los glaciares en estos tiempos que vivimos y particularmente aquellos que se encuentran al borde de zonas desérticas, no se pueden tocar según todos los estudios y conclusiones científicas ya que son ecosistemas muy frágiles íntimamente conectados a toda la vida en sus entornos. Representan, además, las últimas reservas de agua pura del planeta y en el caso de Chile y Argentina, desprenden el agua más pura del continente, elemento vital para la subsistencia humana. En los Alpes suizos y en Australia, se buscan aceleradamente métodos que aseguren la protección de glaciares con cubiertas especialmente diseñadas para extender su vida y proteger sus entornos y, en Chile, el gobierno de turno, que se autoproclama defensor del medio ambiente y del desarrollo sostenible, autoriza a una empresa multinacional con amplia ficha delictiva a destruir el patrimonio nacional para efectuar un saqueo indiscriminado y de grandes proporciones de las riquezas que contiene la tierra y, de paso, la destrucción total de un próspero valle agrícola. La vieja historia de nuestras riquezas que nos hacen pobres. Destruyen la naturaleza, condenan a los más pobres a la inanición por envenenamiento lento, y encima, llenan sus arcas con la abierta complicidad de los gobiernos que se supone tendrían que defender la soberanía, el patrimonio nacional y la vida.

Hasta el último gramo de oro y plata se llevará la transnacional y ni un solo gramo le quedará a la gente a quien le pertenece la tierra y las riquezas que alberga. Les quedará solo el agua envenenada, el aire contaminado, las tierras agrícolas arrasadas por los químicos y sus cuerpos enfermos. Y como si esto fuera poco, Al Gore, ex vicepresidente de los EEUU, autoproclamado “paladín” de la lucha contra el calentamiento global del planeta, con el aval de ONU, nombra al ex presidente de Chile, Ricardo Lagos, como Secretario Ejecutivo para luchar contra el cambio climático. Los chilenos tienen bien presente que fue el mismo Lagos que en 2003 en La Moneda, autorizó el proyecto de la Barrick Co. Una bofetada al movimiento ecologista y una burla difícil de calificar toda vez que el ex presidente de Chile sabía que la Barrick Co., con sus actividades y metodología química-minera de explotación, es una de las multinacionales responsables del envenenamiento del planeta al destruir por completo los eslabones básicos sobre los que se sustenta la vida para lograr sus objetivos de lucro y rapiña. Una especie de Aníbal Lexter de la Naturaleza.

Un poco de historia

A finales de diciembre del año 1997, el presidente Eduardo Frei de Chile y Carlos Menen de Argentina, a decir de muchos, debidamente “influenciados”, (suponen algunos que en el sentido monetario del término), firmaron el Tratado Sobre Integración y Complementación Minera de los yacimientos que se encuentren sobre la frontera cediendo en forma alevosa la soberanía y creando un ente jurídico artificial y una denominada “Nueva Área de Operaciones” donde no impera ni la ley chilena ni la ley argentina. El Movimiento Social Ambiental de Atacama denunció públicamente que el tratado no había sido diseñado en Chile y que en su elaboración intervinieron juristas foráneos contratados y pagados por empresas mineras internacionales interesadas en el despojo de minerales en América Latina. El Tratado es abiertamente inconstitucional y viola una serie interminables de derechos del pueblo chileno contemplados claramente en la Constitución, en las leyes de la República y en los Tratados Internaciones que ha firmado el gobierno como el derecho de agua, derechos económicos, sociales, culturales y derechos humanos. A las empresas pequeñas y medianas chilenas se les exige reciclar sus residuos tóxicos, obligación de la que están exentas las multinacionales extranjeras. Así funciona el saqueo y la super-explotación de los pueblos de América Latina. Y así ha sucedido desde más de 500 años. Y continúa sucediendo. Pero esto no es todo.

El mega proyecto de rapiña la Barrick Co. contempla entre acciones que ya se han iniciado, la mayoría en forma clandestina e ilegal, y otras que se iniciarán en el año 2009, el uso de 2.586 toneladas de explosivos cada año para remover 5 millones de metros cúbicos de hielo, 8 millones de metros cúbicos de roca en movimiento de tierras y 80 millones de toneladas de material para la perforación de un túnel de casi 3 kilómetros de largo, a 800 metros de profundidad sobre la altura de los 5 mil metros y cuya boca de entrada tiene un diámetro de 320 metros. La Barrick Co. utilizará también en sus faenas de destrucción de los glaciares para llegar al corazón de Los Andes, 1.397 toneladas de cianuro mensuales durante 20 años, 20.000 kilos de mercurio mensuales también con una duración de 20 años, 65 mil metros cúbicos de cemento, 12 mil toneladas de acero para estructuras, 4 mil placas adicionales de acero para distintos refuerzos, 100 mil metros de tuberías y se calcula que verterá 700 millones de metros cúbicos de diferentes venenos como cianuro, arsénico, mercurio, ácido sulfúrico, plomo, cromo, litio, vanadio y molibdeno a las napas subterráneas, a los ríos de la zona que riegan todo el Valle, al aire y al suelo afectando gravemente una zona gigantesca por unos 500 años.

Todos estos materiales altamente peligrosos serán trasladados a la zona de operaciones a razón de casi cien camiones diarios por angostos caminos agrícolas con más de un centenar de curvas peligrosas sólo en la zona del Embalse Santa Juana. Claro está que la infraestructura vial del Valle de Huasco no es apta para este endemoniado tráfico de camiones (37 camiones de 240 toneladas, 5 camiones de 100 toneladas, dos gigantescas palas eléctricas, dos patas hidráulicas, más 84 vehículos diarios que transportarán a 1.600 trabajadores más grandes cantidades de insumos). Toda esta actividad no sólo afectará a los tres glaciares mencionados sino que derretirá glaciares que se encuentran mucho más lejos de la zona como los glaciares llamados El Estrecho y El Guanaco, ya que los 15.800 kilos de material particulado en suspensión generados diariamente por los estallidos de 82 mil kilos de explosivos (que además producen 8.300 kilos de anhídrido sulfuroso por día) se depositarán sobre el agua, las nieves, los humedales y los glaciares que se encuentra en un amplio radio, produciendo un envenenamiento omnímodo mucho más allá del Valle de Huasco.

Por los senderos agrícolas del Valle circulan hoy pequeños camiones en ruta hacia los mercados con sus cargas de uva, aguacates, aceitunas, guayabas, nectarines, nueces, pimientos, queso de cabra, tomates, aceite de oliva, alcachofas, pepinos dulces, papayas y mangos. Pero a corto plazo, si el gobierno no rectifica en su demencial política y la gente no se rebela contra el Proyecto de Pascua Lama, por estos mismos senderos circularán mensualmente 120 camiones cargados de concentrado de cobre, 70 camiones con reactivos químicos altamente peligrosos, 17 camiones con cianuro de sodio, 200 camiones cargados de explosivos, (se ocuparán 80 toneladas de explosivos promedio por día) 180 camiones con petróleo y no se sabe cuántos camiones al año cargados con mercurio. Un notable cambio en el panorama del tránsito vehicular en la zona. Cualquier accidente, por fortuito que sea, causará el asesinato premeditado del Valle y la muerte de toda la vida en su interior. Naturalmente, los piratas del imperio no pagan peaje.

El Proyecto Pascua Lama ocupará para sus faenas mineras 2.520 litros de agua por minuto de los ríos adyacentes procesando material estéril (con altos índices de arsénico, plomo e impurezas tóxicas) del orden de los 2.000 millones de toneladas depositados en las alturas sobre las nacientes de 20 ríos que bajan bifurcándose al Valle. Todo esto gratis. La sustracción de agua en el lado argentino será de 22.250 litros por minuto, también gratis. Naturalmente, los trabajos para la extracción de los metales preciosos implican la muerte segura del Valle como un complejo ecosistema que se inicia y se entrelaza con los glaciares y una amenaza sin precedentes a la vida de todos los habitantes de la zona.

Peor aún. Especialistas, técnicos e ingenieros que han estudiado las posibles y más que probables catástrofes ambientales que se avecinan aseguran por boca del Concejal Luis Faura de la Comuna del Alto del Carmen que “serán necesarias millones de toneladas de cianuro para separar el oro de la plata en el complejo proceso de lixiviación y que estos compuestos se filtrarán a las napas subterráneas produciendo severas contaminaciones de las capas de agua y tierras agrícolas a todo lo largo y ancho del Valle de Huasco”. Todo un genocidio en ciernes.

El botín de la Barrick Co.

¿Qué obtendrá Barrick Co. con esta destrucción? Pues nada menos que 547,42 millones de toneladas de oro, 335 millones de toneladas de plata y 200 mil toneladas métricas de cobre de excelente calidad que sacarán por el lado argentino sin pasar por aduanas y sin ningún tipo de control estatal. Para obtener este cuantioso botín la Barrick Co. promete una inversión de 1.500.- millones de dólares a 20 años plazo (sólo el costo del agua que utilizarán en esta hecatombe ambiental se calcula en el lado chileno en casi 20.000.- millones de dólares), pero lo que la Barrick Co. obtiene como ganancias netas se calcula en más CIEN MIL MILLONES DE DÓLARES.

Barrick Co. explota actualmente la mina de oro El Indio en Chile y curiosamente, sus balances contables han declarado pérdidas durante 17 años y, consecuentemente, no han pagado ni un dólar de impuesto al Estado chileno. En esta mina se produjeron en 1993 y en 1997 dos episodios de graves emergencias ambientales por contaminación de cianuro en aguas cercanas a la localidad de Vicuña, La Serena y Coquimbo a 400 kilómetros al norte de la Capital, Santiago.

Las inversiones mineras extranjeras en Chile han reflejado tradicionalmente sólo un interés de usurpación y enriquecimiento privado, no han contribuido de manera esencial al desarrollo del país y se han caracterizado por groseras evasiones tributarias. De las 47 empresas extranjeras que tienen actualmente operaciones en el país, 44 declaran trabajar a pérdidas y las tres restantes declaran utilidades insignificantes.

Historial

El historial o prontuario de esta empresa minera transnacional también incluye la contaminación por mal manejo de cianuro del Lago Cowal en Australia, graves enfrentamientos con la población indígena de la región de Ancash en Perú, financiamiento de la guerra de los tutsis y el apoyo con dinero y armas a los gobiernos de Ruanda y Uganda a cambio de suculentas concesiones para la explotación de minas de diamantes y oro en África. Sólo en el continente americano, la Barrick Gold Co. tiene 33 denuncias en los tribunales de justicia que van desde derrames de cuantiosas sustancias tóxicas en tierra y ríos, acoso a las poblaciones locales, coimas, destrucción de predios agrícolas y caminos vecinales, cierre de caminos, destrucción de senderos por maquinaria pesada, vallado de quebradas, envenenamiento de fuentes hídricas, etc.

El resultado final a la vista de este macro despojo de la Barrick Co. serán dos monumentales agujeros sobre Los Andes: uno donde estaba el oro, la plata y el cobre y los glaciares, el otro, que más bien se iniciará como un agujero pero terminará como una montaña es el lugar donde dejarán los deshechos, la basura, los vertidos altamente tóxicos que impregnarán toda la zona haciendo la vida imposible para casi cien mil personas, toda la fauna y toda la flora. Pero esto no es todo.

Como a Canadá no se llevarán la basura, el Proyecto Pascua Lama construirá el Botadero Nevada Norte sobre un glaciar de roca cuyo volumen ha sido estimado en 249.000 metros cúbicos, justo en la naciente del Rio Estrecho para acumular allí 1.274.000.000 millones de toneladas de elementos de deshechos (estériles) que incluyen arsénico, cadmio, níquel, manganeso, cobalto, cromo, litio, cloro, aluminio y muchos otros reactivos químicos cancerígenos y altamente contaminantes. La extensión del Botadero se calcula en 327 hectáreas con una altura de casi 1.000 metros.

En los estudios presentados por la Barrick Co. para acometer este otro atentado aseguran que el glaciar de roca en cuestión tiene sólo un 5% de hielo en su interior lo cual es otra falacia. De acuerdo a los estudios científicos de destacados geólogos, ingenieros y expertos en el tema, “los glaciares de roca son verdaderamente cuerpos de hielo donde fragmentos de roca de diversos tamaños se encuentran mezclados con porciones de hielo que pueden ser muy grandes”. Estos denominados glaciares de rocas almacenan agua precipitada, por congelamiento, y la liberan de manera continua durante los meses de verano, primavera y otoño. Han sido considerados por los especialistas como los cuerpos de hielo más importantes en las cuencas hídricas áridas de alta montaña y conforman importante reservas de agua. Aunque su contenido de hielo es menor que en un glaciar normal, la gran mayoría de ellos almacena de un 50% a un 90% de hielo, o sea agua en estado sólido, y no un 5% como aseguran los embusteros del Proyecto Pascua Lama. Un preciso trabajo de la investigadora chilena Roxana Bórquez, asociada al Instituto de Ecología Política y Licenciada en Ciencias Sociales de los Recursos Naturales que se encuentra optando al título de Ingeniera, desmonta el sofisma de los seudo científicos utilizados por la Barrick Co. para engañar. Además, los glaciares de roca son mucho más numerosos y dominan una superficie mucho mayor a los glaciares de hielo puro sobre todo en la zona norte y central del macizo andino. En Chile, con una inmensa cantidad de glaciares de roca a lo largo de toda la Cordillera de Los Andes, se consideró tradicionalmente que contenían un 50% de hielo como mínimo, pero estudios más avanzados y actualizados han determinado científicamente y sin apelación, que muchos de ellos tienen un 90% de hielo en su interior.

Como es obvio, una tentativa de tan indecente naturaleza no es posible ni admisible ni éticamente aceptable, sin contar con un puñado de inmorales que allanan el camino a la multinacional, se colocan a su servicio y aplauden el saqueo de nuestro pueblo sin importarles una pizca su condición de vende-patrias. ¿Quiénes son estos yanaconas modernos?

Múltiples organizaciones de todo tipo relacionadas con la defensa del Valle de Huasco han publicado sus nombres y aquí reproducimos sólo algunos de ellos ya que la lista es tan considerable como considerables son los dólares de la Barrick Co.

Jaime Mulet, diputado DC, latifundista de la zona implicado en masivas usurpaciones de tierra ancestrales (50 mil hectáreas) a los indígenas diaguitas que habitan la región desde mucho antes que llegaran los españoles;
Rodrigo Rojas Veas, ex Intendente de la III Región;
Carmen Bou Bou, Alcaldesa de Alto del Carmen;
Alberto Robles, Diputado Sexto Distrito;
Ricardo Lagos, ex presidente de Chile;
Eduardo Frei Ruiz-Tagle, ex presidente de Chile
Baldo Procurika, senado de la III Región
Marcelo Trivelli, DC, ex Intendente de Santiago, cabeza visible de la RRPP de la Barrick Co. por medio de su empresa Extend Comunicaciones.

El proyecto de rapiña está en marcha ya que el gobierno de Chile, lo aprobó en febrero del año 2006 y en diciembre del mismo año se sumó a la aprobación el gobierno argentino contra el clamor popular en ambos países. Mientras tanto, en trabajos clandestinos e ilegales la empresa Barrick Co. acelera al máximo la puesta en marcha de toda la operación lo cual ha significado a esta fecha daños irreparables a los tres glaciares: reducción del Glaciar Esperanza en un 70%, reducción del Glaciar Toro I en un 56% y reducción del Glaciar Toro II en 65%. Así también se multiplican día a día graves irregularidades en toda una amplia zona del Valle de Huasco y también en el lado argentino donde los preparativos son febriles como ruta de escape del escamoteo minero.

Consuelo Infante, dirigente de un movimiento ciudadano chileno contra la aberración de la empresa Barrick Co. ha expresado que “nosotros no podemos permitir que un gobierno irresponsable y que una empresa perversa definan los destinos nuestros” y ha llamado a la movilización del pueblo chileno y argentino para expulsar a los invasores en busca de tesoros fáciles. Pero Michelle Bachelet y su gobierno con una indolencia y una irresponsabilidad ciudadana increíble continua creyendo y apostando por el falso y tramposo lema de la Barrick Co.: “minería responsable”. O es que no sabe la Presidenta de Chile que los crímenes anteriores de la Barrick Co. en diversas regiones del mundo no son reciclables.

“El desarrollo económico de nuestro valle –dice el Movimiento Social Ambiental de Atacama en un soberbio documento de denuncia- no se logra estropeando lo que durante cientos de años la Naturaleza nos ha dado. No se puede echar por la borda la soberanía nacional, la tenencia de la tierra, la inversión agrícola, la ganadería, el agroturismo, la agroindustria, nuestro estilo de vida y nuestra cultura por una alternativa económica como la gran minería química que no nos garantiza la sustentabilidad de ninguna de las opciones antes mencionadas, ni siquiera la vida ante ninguna de sus manifestaciones”

La Historia se repite cada día con mayor vergüenza. Los gobiernos de América Latina, con contadas excepciones, continúan entregando nuestras riquezas a la voracidad de los complejos explotadores del imperialismo, sometiendo a los pueblos a la miseria, obedeciendo los dictados de los gerentes de las transnacionales. Han perdido incluso la dignidad más elemental. No escuchan las voces de sus ciudadanos. Se arrodillan frente a los gerentes de las transnacionales imperialistas y venden la patria por unos pocos dólares. No es aventurado pensar que el Proyecto Pascua Lama no sólo es un ecocidio sino también un genocidio. Y después dicen que las revoluciones no se justifican.


- Ricardo Rodríguez es escritor chileno.

Fuente: Centro de Estudios Políticos para las Relaciones Internacionales y el Desarrollo (CEPRID).

 

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