PATA MEDINA, SINDICALISMO CORRUPTO Y LAS RAZONES DEL MACRISMO

 

 

El gobierno de la Alianza Cambiemos (CC-ARI-PRO-UCR), dice haber comenzado una agresiva ofensiva contra la corrupción estatal, política y sindical, adentrándose en el fangoso terreno de uno de los reclamos más antiguos de la población en general. El presidente Macri, la gobernadora Vidal, la diputada Carrió, aparecen como los principales impulsores de semejante cruzada. Así, al menos, lo hacen parecer los medios de comunicación masiva, que no pueden disimular sus simpatías por las políticas del oficialismo.

 

En ese marco, la detención del Pata Medina, un fiel representante de la podrida burocracia sindical pejotista, transera, patoteril y mafiosa, quiere mostrarse como un hecho auspicioso para las aspiraciones de “limpieza” para la política de este país, cuyo “brazo heroico” sería el del gobierno.

 

Sin embargo… ¿es eso así?

 

¿Puede un corrupto encabezar el proceso de limpieza de una estructura podrida de la que es parte?

 

¿Puede el heredero de la familia que se enriqueció astronómicamente durante la Dictadura Genocida, quien fue encontrado culpable de contrabandear autopartes cuando estuvo al frente de Sevel, quien fue nuevamente beneficiado por el Estado cuando el gobierno de Menem y Cavallo le perdonó y estatizó las deudas impositivas que tenía, quien desfalcó al Correo dejando de pagar el canon correspondiente, quien tiene más de 50 cuentas off shore entre las que se encuentran los famosos Panamá y Bahamas Papers, quien le entregó obra pública a sus familiares-amigos-testaferros Calcaterra y Caputo, quien desde el gobierno lavó centenares de millones de pesos de su familia, ser garante de la lucha contra la corrupción en el país?

 

¿Puede quien mete preso a Pata Medina pero se abraza con el difunto Momo Venegas, Gerardo Martínez o Armando Cavallieri y demás popes de la podrida CGT, ser el adalid de la pelea contra la mugre sindical burocrática y corrupta?

 

Obviamente que no. Lo que hace Macri, claramente, a la vista de todos pero pintado con aurea de cruzado por los medios de comunicación a su servicio y el poder judicial adicto, es avanzar sobre los que le disputan el poder institucional y ponen palos en las ruedas de sus políticas. Por eso Medina va preso y Daer toma café en La Rosada.

 

No hay “mano pulite”, no sólo porque no es posible, sino porque no es lo que le interesa a los monopolios que representa el gobierno: lo que hay es política en defensa de los intereses del poder económico, que necesita eliminar a aquellos que se opongan a la intensificación del ajuste que viene, y al recorte de derechos laborales y sociales que intentarán implementar después de las elecciones.

 

Sin embargo, existe un aspecto a tener en cuenta en todo este proceso: Macri y Cambiemos, quizá sin darse cuenta, estén acelerando los tiempos del surgimiento de una nueva dirigencia en la clase obrera, esa que está peleando a pesar de lo que diga la prensa del sistema, esa que para derrotar al gobierno de la derecha, el empobrecimiento, los tarifazos, los despidos y la represión, debe primero pasarle por arriba a la burocracia sindical que es la garante de la gobernabilidad de la administración de los CEOs.

 

Así, como reza el viejo y siempre vigente Manifiesto, la burguesía crea a sus propios sepultureros: en este caso, el macrismo, en su afán por aceitar el sistema que le garantiza la tasa de ganancia y los privilegios al poder económico, podría estar dando su aporte al surgimiento de un movimiento obrero antiburocrático, clasista y combativo que le cavará la fosa donde será enterrado.

 

 

Tendencia Guevarista - Partido Comunista de los Trabajadores

 

Publicado en el número lanzamiento de la Revista "La Razón del Pueblo Trabajador" del Frente Único TG-PCT