En los últimos meses, en la República Federal Alemana (RFA), se está
utilizando un gigantesco aparato propagandístico para recordarse del 60º
Aniversario de la RFA.
Los 60 años de existencia de la RFA son pintados como una historia llena de
éxitos puros, sin opción; mientras que la REPÚBLICA DEMOCRÁTICA ALEMANA
(RDA) se pinta fúnebre, inmovilista y un país de injusticia, la “segunda
dictadura”.
En esta RFA, se hacen esfuerzos masivos para callar no sólo el pasado
fascista sino también la responsabilidad que le corresponde al capital
alemán por lo que se iniciara en 1933, por el 1º de Septiembre de 1939,
tratándose –igualmente- de dejar de lado sus implicaciones y de silenciar
las causas originarias de la división de Alemania.
La intención evidente: hacerle creer a todo el mundo que nunca existiera un
Estado alemán, la RDA, donde la gente no tenía miedo de perder su trabajo ó
su vivienda, donde la educación no dependía del bolsillo, donde la política
de paz y el antifascismo era razón de Estado.
Entre dos sistemas antagónicos
Después de derrotado el fascismo alemán, en Mayo de 1945, se dividió
Alemania en cuatro zonas de ocupación.
En las zonas de ocupación estadounidense, británica y francesa bastante
pronto se emprendieron los pasos para restaurar el capitalismo, contándose
con el apoyo de las potencias de ocupación. Durante la Guerra Fría, fueron
EE.UU. y los otros países capitalistas punteros en aquella época, utilizando
en Europa todo el potencial político y económico de Alemania Occidental en
contra de la Unión Soviética y los países de Democracia Popular.
Más tarde –acompañando la fundación de la República Federal Alemana en 1949-
los nazis de antaño volvieron a los cargos y funciones: en la industria, la
política, en las estructuras jurídicas y militares, en los servicios
secretos.
Diferente el desarrollo en la zona de ocupación soviética. Conforme a las
resoluciones del Acuerdo de Potsdam y apoyado por la Unión Soviética, se
optó por una vía de desarrollo democrático-antifascista.
Se efectuaron reformas fundamentales, más adelante determinantes para la
construcción y la política de la RDA. Entre ellas figuraron: la reforma
agraria; la expropiación de los criminales nazi y de guerra de sus empresas;
se transformaron en propiedad social los más importantes medios de
producción; se ejecutó una reforma trascendental de la enseñanza escolar y
la educación superior; la garantía legal de la total igualdad de género; se
fijaron los derechos de las generaciones jóvenes; todo ello incluyendo que
de forma sistemática se inculcaban y cuidaban las tradiciones antifascistas.
Se convirtieron en base de la nueva política exterior, el respeto consciente
del Acuerdo de Potsdam, el reconocimiento de las fronteras resultantes de la
II Guerra Mundial, la creación y mantenimiento de relaciones amigables con
todos los países, sobre todo con la Unión Soviética, el compromiso de
prestar la fuerza entera por la defensa de la Paz.
El 7 de Octubre de 1949 se fundó la RDA, hecho acontecido en condiciones
políticas y económicas iniciales extremadamente complejas, como la ubicación
en el límite entre dos sistemas sociales antagónicos. En los años
subsiguientes la Unión Soviética y la RDA repetidas veces presentaron
propuestas con vistas a una Alemania única, neutral, desmilitarizada.
Una experiencia socialista
La RDA, más pequeña y económicamente mucho más pobre, en comparación con la
República Federal, pudo existir y desarrollarse sólo con el apoyo de la
Unión Soviética y de los países de Democracia Popular en desarrollo y, más
en adelante, por ser parte de la comunidad de los países socialistas.
El Programa del DKP (por las siglas en alemán del actual Partido Comunista
Alemán) dice al respecto de los logros y progresos de la RDA: “La República
Democrática Alemana, bajo el liderazgo del Partido Socialista Unificado de
Alemania (PSUA), le puso límites al poder del imperialismo alemán. Durante
cuatro décadas en una parte de Alemania fue removido el dominio de los
monopolios y de los bancos. La liberación del fascismo le abrió al pueblo
alemán posibilidades favorables para la creación de un orden
antifascista-democrático en toda Alemania. Sin embargo, esta oportunidad
sólo se aprovechó consecuentemente en la parte oriental de Alemania o sea en
la zona de ocupación soviética, que luego fue la República Democrática
Alemana (RDA). Con la RDA se constituyó en el territorio alemán una
alternativa socialista al imperialismo alemán. La RDA, su antifascismo
consecuente, su lucha por la paz, por la distensión y por el desarme así
como la realización de derechos sociales elementales, forman parte de los
logros más grandes del movimiento obrero alemán y son parte del patrimonio
humanista en Alemania.”
Derrota, memoria y certeza
Tanto más amargo el quebranto y la derrota del socialismo en Europa y el fin
de la RDA.
Decisivos para ello fueron el atraso económico y la productividad deficiente
de la economía nacional de la RDA en comparación con la RFA. No obstante
todavía en 1989 la RDA figuraba entre las 20 naciones industriales más
fuertes del mundo.
De importancia esencial fueron una democracia deficitaria y otros aspectos
más.
La razón interna principal para la derrota del socialismo real en Europa y
también en la RDA consiste en el estancamiento creciente de las relaciones
sociales. No se logró darle al Socialismo, en base a sus propios principios
y de acuerdo al nivel de desarrollo alcanzado, empujes revolucionarios de
desarrollo cada vez nuevos.
Desde mediados de los años 80, a más tardar, el desarrollo social estaba
estancado.
En el verano de 1989, cuando el gobierno de la URSS, bajo Gorbachov,
“desistió” de la RDA, el “destino” de ella quedó sellado.
Ya la unión monetaria y económica realizada a inicios de 1990 significaron
la toma de posesión de la RDA por la RFA; la entrega de Alemania Oriental al
gran capital.
Las cuestiones de poder y propiedad estaban resueltas en favor de los
grandes monopolios, los bancos y las compañías de seguro.
El 2 de Octubre de 1990 la RDA se asoció a la República Federal Alemana
acorde al Artículo 23 de la Constitución de la República Federal Alemana.
Desde entonces, los que en la RFA están en el poder están haciendo todo lo
posible por deslegitimar y difamar la RDA, para cambiar la historiografía.
No obstante, no han logrado ni extinguir la memoria, ni la certeza de que el
Socialismo, sí es viable.
Nina Hager, Vicepresidenta del Partido Comunista Alemán (DKP).