SOLIDARIDAD CON LA CLASE OBRERA Y EL PUEBLO DE HONDURAS.

 

El fascismo anida en lo más recóndito de las entrañas del sistema capitalista. Es su recurso extremo, en medio de las crisis, y ante el avance de los pueblos, en pos de su liberación. O se adelanta ante tal perspectiva. Su ideología es el anticomunismo, y la expresión más acabada del nacionalismo y el chauvinismo. Es el terrorismo brutal contra los trabajadores, la juventud, la intelectualidad, y ciertos sectores de la propia burguesía que no acompañan sus designios. Es en suma, independientemente de su forma estatal de gobierno, la implantación de la dictadura del capital financiero. Esto es la demostración concreta de la historia, la experiencia de la humanidad, cuyas consecuencias ha sido y es el dolor de los pueblos del mundo. Es nuestra propia y reciente experiencia y la experiencia de los pueblos de nuestra América en las décadas del siglo pasado.
En el marco de la crisis general, coyuntural y estructural del capitalismo imperialista, irreversible y final ;(ya se discute en las Universidades del imperio, en sus círculos académicos la viabilidad del sistema) atestiguada por la quiebra de la gran banca internacional, de las grandes empresas monopolicas, la desocupación y el paro forzoso de millones de trabajadores (fuera de trabajo), las caídas de las bolsas sin solución de continuidad, el saqueo y despilfarro de recursos naturales, la voracidad de los mega-monopolios sobre los países productores de riqueza, la escalada guerrerista, etc. etc. etc., en ese marco, se despliega la ofensiva de la gran burguesía imperialista internacional, en los planos, económico, político, militar, social, ideológico.
En lo económico descarga la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y los pueblos, en pos de la conservación y aumento de sus privilegios aumentando la súper explotación y la mayor extracción de plusvalía, invierte sus capitales bajo formas leoninas de explotación y extrae riquezas y recursos apoyándose en las nuevas tecnologías, depredando y destruyendo el medio ambiente, condenando a nuestros pueblos a las mas inhumanas condiciones de vida, comprando con prebendas y pequeños privilegios, corrompiendo en fin; el sostenimiento apenas, de pequeñas elites gerenciales de su poder y de sus alcahuetes de turno. En lo político, reafirma su poder, atrincherándose (mayoritariamente) vía electoral, en el aparato del estado, sostenida en masas atrasadas y capturadas con sus planteos demagógicos, y apoyándose en campañas de los grandes medios masivos de difusión, envenenadores de la conciencia, apostando de paso al desinterés de masas atosigadas de propaganda y desesperanzadas, que no aciertan a vislumbrar la salida. Explotando ideológicamente el anticomunismo en todas sus variantes, acicateando el retroceso histórico que significo la contrarrevolución en la Unión Soviética. Y apostando al fascismo, al golpe de estado para desencadenar el terror, la más brutal represión, la provocación, la persecución, la tortura y la muerte. Los viejos partidos burgueses en el mundo, han agotado en general, su cantera de “políticos profesionales” a la vieja usanza. Hoy en la mayoría de los casos son grandes y exitosos empresarios quienes directamente se ponen al frente de la defensa de sus intereses. No cualquier empresario. Solo aquellos vinculados al capital financiero y de la mas estricta confianza de este. Cuando la burguesía tiene ante si la inminencia de su fin, cuando avizora su hora final, cuando percibe la certeza de su muerte, cuando ve acrecentarse la imagen de sus sepultureros, se retuerce en sangrientos estertores y da nacimiento al fascismo de sus podridas entrañas.
Así ha sucedido y así sucede hoy en nuestra América. He ahí la génesis del golpe en Honduras. Ante procesos de carácter objetivamente anti imperialistas en desarrollo en nuestro continente, Venezuela, Bolivia, Ecuador, la existencia de Cuba Socialista, Nicaragua, el proceso en Centroamérica, el ALBA, CARICOM etc, organismos estos que enfrentan la política económica imperialista, procesos todos impulsados por masas que exigen cada vez mas profundidad en los cambios y transformaciones, apuntando al socialismo como sociedad superadora de las injusticias del capitalismo, el imperialismo y las burguesías de nuestros países, en concordancia con la ofensiva general emprendida, rompen por el débil eslabón de la cadena en Centro América, la frágil democracia burguesa a través de un golpe fascista, por su carácter de clase, por su metodología y por su ideología.
Pero este golpe hay que verlo en el cuadro de una América donde las recientes elecciones en varios países, confirman lo que sostenemos. Argentina, Chile, Uruguay, triunfos de la “derecha”. Inestabilización del Paraguay, brutales represiones en Perú producto de la firma del TLC. con EEUU, la situación Colombiana, unido esto a los intentos de golpe de estado en Venezuela, el intento de separatismo en Bolivia, peligros que continúan latentes, etc., etc. Este golpe en Honduras es una amenaza concreta para nuestros pueblos. La provocación contra Nicaragua, Cuba, Venezuela y Ecuador,
la demagogia y la mentira machacona, repetida y propalada por la CNN y la red de medios privados de difusión, prensa televisión y radio, el silencio y la deformación de la realidad; el chauvinismo y el anticomunismo confeso de los golpistas conforman la punta de lanza de la ofensiva contra los procesos en desarrollo. Es parte del cerco que intenta imponer el imperialismo a nuestros pueblos, para establecer una base política, económica desde donde socavar, y debilitar el proceso y uno a uno hacer caer los gobiernos que los sostienen. Debemos recordar la cadena de bases militares yanquis en el continente, la flota del atlántico sur navegando las aguas Latino americanas. El golpe de Honduras será la fuerza de choque de esa ofensiva.
Hay que manifestar la solidaridad concreta con la clase obrera y el pueblo de Honduras. Hay que levantar un amplio y extenso movimiento antifascista en nuestros pueblos, en la región, como forma de defender las conquistas alcanzadas y profundizar las mismas. Movimiento antifascista en el que la clase obrera desempeñe el papel fundamental, junto a los sectores de la cultura los estudiantes, los profesionales, los hombres y mujeres honestos. Amplio y profundo movimiento de masas, antifascista y antimperialista, garantía de defensa y consolidación de los procesos iniciados y plataforma desde donde construir la sociedad socialista que inevitablemente surgirá de la derrota del capitalismo.
Por tanto: exhortamos a desarrollar un fuerte arco opositor en la perspectiva de construir un movimiento antifascista, anti imperialista y anticapitalista, tarea ineludible de la hora.

¡Viva el internacionalismo proletario y la unidad de los pueblos!

Solidaridad con la clase obrera y el pueblo de Honduras.


REFUNDACIÓN COMUNISTA DE URUGUAY

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