NOTAS Y DOCUMENTOS
  Las reservas de petroleo - Argentina 2007*
  por Grupo Moreno-Neuquén
 

Resumen: Argentina ha perdido el dominio
de sus reservas hidrocarburíferas.
Sólo con la lucha popular y a través
 de una Empresa Nacional de Hidrocarburos,
 se logrará la reconquista de los recursos
.


Brasil ha conseguido la autosuficiencia en Hidrocarburos (autoabastecimiento) en el 2006. Esto es consecuencia lógica de poseer una empresa Nacional fuerte con los más altos índices mundiales de inversiones en investigación y desarrollo tecnológico, orientado a la exploración y explotación de este recurso estratégico.
 
Argentina está perdiendo la autosuficiencia en Hidrocarburos, la que ya hacía varios años había conseguido a través de su empresa estatal, YPF, empleando la misma política que ahora emplea Brasil. Esto también es consecuencia lógica de la privatización de nuestra empresa Nacional (YPF) y consecuente carencia de inversiones en exploración, investigación y desarrollo con el objetivo de abastecer nuestra demanda interna.

Las compañías privadas van a terminar extrayendo 1000 millones de metros cúbicos de petróleo de los viejos yacimientos de YPF en aprox. 25 años, contando a partir de principios de los años 90, cuando se privatizó, hasta su agotamiento. Un precio de venta estimativo de este volumen de crudo rondaría  los 200 mil millones de dólares (a 32 dólares el barril). Esta cifra se multiplicaría si consideráramos el valor de los productos que podrían (mejor, deberían) ser elaborados a partir de este crudo.

La exportación de crudo es irracional para los intereses de la población. Esto es exportar un producto básico, clave para nuestro desarrollo, sin beneficio para la gran mayoría de la gente, que se está agotando y que ya tenemos que comenzar a importar a precio internacional, con la consecuencia de duplicar el valor de los combustibles que pagamos hoy. Con las reservas de gas la historia es similar, las cifras involucradas del mismo orden y el daño a la sociedad igual de trascendentes para el futuro. O sea, en el tema petrolero se ha producido, y sigue activa, una defraudación más al pueblo argentino, del mismo orden y trascendencia que ´nuestra´ deuda externa.
 
Los intereses de las compañías privadas, nacionales y/o extranjeras, son muy concretas, además de previsibles. El balance hasta hoy es contundente, ya han producido unos 650 millones de m3 (4100 millones de barriles) en poco más de 15 años, se han dedicado solo a la explotación de los mismos viejos yacimientos de YPF, con la voraz eficiencia que las caracteriza cuando el negocio es tan ventajoso.

Muy difícil es explicar, al público, cómo las compañías lograron extraer estos volúmenes de petróleo sin incorporar nuevos yacimientos, si al momento de iniciarse la venta de YPF se certificaron 250 millones de m3. Esto es lo que se vendió y el Estado cobró en la primera etapa, buena parte con bonos devaluados.

Alguna explicación surgirá desde los sectores de poder involucrados cuando sea ineludible debido a la crisis energética, la presión del desabastecimiento, el costo de importación de crudo que frenará el crecimiento; pero como las explicaciones son siempre ´adecuadas´ a la magnitud del negocio difícilmente el público sabrá la verdad, solo podrá intuirla.

Por idéntica razón, el poder del señor dinero, resulta difícil saber si son reales las reservas remanentes actuales declaradas en nuestro país, los 350 millones de metros cúbicos que ´certifican´ las compañías. Como muestra, hemos visto el año pasado que Repsol se vio forzada a confesar que tenía sus reservas sobrevaluadas en Bolivia y Argentina y debió reducirlas. ¿Cuánto más habrá de esto? O sea, de la misma manera que estos poderosos intereses lograron subvaluar las reservas de YPF cuando ellos tenían que comprarlas, ahora podrían estar sobrevaluando sus reservas cuando tienen que vender.

La filosofía e intereses de las compañías privadas son muy diferentes a los de una compañía Nacional, responsable de proveer Hidrocarburos para el desarrollo de la economía del propio país. Es una obligación inexcusable de los estados Nacionales asegurar la provisión de energía a un costo competitivo que permita mantener en funcionamiento la actividad económica para beneficio de su población. Aún más, permanece vigente el mismo histórico argumento que impulsara al Gral. Mosconi a la creación de YPF cuando la empresa Norteamericana, que poseía el monopolio de los hidrocarburos, se negara a entregarle combustible para ejercicios de combate del ejército y los aviones de la fuerza aérea argentina, lo que ponía de manifiesto la indefensión de nuestro país en este tema.
 
Prácticamente todos los demás países latinoamericanos mantienen, o han recuperado por voluntad política, sus empresas nacionales, México, Venezuela, Perú, Bolivia, Ecuador, etc., y aún aquellos países con pequeñas reservas, o sin ellas, mantienen una estructura de empresa nacional para atenuar el perjuicio de la carencia de este recurso estratégico (Chile, Uruguay). Los mismísimos EEUU poseen recursos de hidrocarburos del Estado por cuestiones estratégicas.

Para Argentina es imperioso, y será inevitable, la activación de una Empresa Nacional de Hidrocarburos que tenga el control de las reservas del país, para no tener que lidiar con los intereses de las compañías privadas, que poseen un gran poder de corrupción. Debe ser una empresa integrada, con fuertes lazos con las universidades, con centros de investigación nacionales y que reinvierta las cuantiosas ganancias que genera esta industria para asegurar la provisión de hidrocarburos a nuestro país.
 
Solo hay una manera de lograrlo, la lucha, en defensa propia, de nuestra población a través de sus organizaciones sociales, políticas y en cada puesto de trabajo. Cuanto más tardemos en hacerlo más duro resultará porque el drenaje de reservas, y divisas, sigue activo.
                                                                     
*Neuquén-  12-07-2007. Especial para InfoMORENO

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