Revolución Cubana

 
 

La Revolución Cubana 

Desde que se independizara de España, la vida política de Cuba había estado condicionada por la relación que mantenía con Estados Unidos.  Hasta 1933, en la constitución cubana existía una cláusula, conocida como la "Enmienda Platt", que permitía la intervención norteamericana en la isla, "para proteger la vida, la libertad y los bienes" de los ciudadanos de ese país, residentes en Cuba.

Hacia 1952, las empresas norteamericanas controlaban el 47,4% de la producción azucarera, el 90% de la producción de electricidad y de las redes telefónicas, el 70% de las refinerías de petróleo, el 100% de la producción de níquel y el 25% de las casas comerciales, los hoteles y la industria de productos alimenticios. Desde que comenzó la revolución, Cuba fue hostigada por Estados Unidos.  En 1960, el gobierno norteamericano dejó de comprar azúcar.  Esto condujo a un acer­camiento de los cubanos con la U.R.S.S., que se comprometió a comprar medio millón de toneladas anuales de azúcar durante cuatro años.  Estados Unidos decidió entonces no enviar más petróleo a Cuba, que comenzó a proveerse de la U.R.S.S.

Las compañías norteamericanas en la isla se negaron a trabajar y el gobierno respondió expropiando y nacionalizando todas las empresas petroleras de ese origen y, luego, las compañías de electricidad y teléfonos.

La economía cubana y la dictadura de Batista.

La economía de Cuba dependía de las exportaciones de azúcar, cuya producción y comercialización estaba controlada por compañías extranjeras.  Once empresas estadounidenses controlaban casi 1.200.000 hectáreas, que representaban el 47,4% de las tierras dedicadas al cultivo de caña de azúcar.

Como en otros países de América Latina, existían, además, grandes latifundios.  Según un censo de 1945, 4 mil personas eran dueñas de más de la mitad del territorio.

A partir de 1944, por primera vez la mayoría de la población pudo participar en elecciones.  Sin embargo, los gobiernos electos continuaron bajo la influencia de Estados Unidos.

En los primeros años de la década de 1950 se incrementaron las acusaciones de corrupción y, ante las movilizaciones de protesta, un sector del ejército apoyado por compañías norteamericanas y empresarios cubanos, dio un golpe de Estado.  El nuevo dictador fue Fulgencio Batista (1952).

La dictadura sólo se sostuvo mediante una violenta represión.  En poco tiempo, comenzó la resistencia, que unía en sus reclamos la lucha contra las injusticias y desigualdades del orden social con los planteos de independencia económica y autonomía y, por lo tanto, contrarios a la injerencia de Estados Unidos en el país y en la región.

En la universidad se colgaron banderas negras como señal de luto por la "muerte de la democracia" y se conformaron las primeras organizaciones de oposición.  Los estudiantes reclamaban el retorno a las formas democráticas de gobierno, y propiciaban, para ello, como método de lucha válido, incluso la violencia acompañando las protestas masivas de la población.

El inicio de las acciones guerrilleras.

Como parte de las acciones rebeldes, el 26 de julio de 1953, un centenar de jóvenes pertenecientes a los sectores medios y obreros, dirigidos por Fidel Castro, intentaron tomar el cuartel de Moncada, la segunda base militar del país.  Buscaban con esta acción dar comienzo a un proceso que llevara al derrocamiento del dictador.  El asalto fracasó, pero permitió al grupo revolucionario hacer un llamamiento a la insurrección y a la unión del "pueblo" cubano: obreros rurales e industriales, pequeños agricultores, maestros, comerciantes, profesionales, desocupados, en definitiva, todos los sectores excluidos de la sociedad.

En 1956, los integrantes del Movimiento 26 de Julio -denominado así por los revolucionarios después del acontecimiento de Moncada- organizaron desde México una expedición para ingresar clandestinamente en Cuba.  A bordo de un pequeño yate de nombre "Gramma", desembarcaron en las playas de la Isla y se establecieron en Sierra Maestra, donde crearon un foco guerrillero.  Con el tiempo, el grupo inicial terminó convirtiéndose en el "ejército rebelde".

 Los guerrilleros dieron a conocer un manifiesto en el cual se expresaba la necesidad de que todas las organizaciones opositoras cubanas se unieran y formaran un gran frente revolucionario. Éste debía nombrar un gobierno provisional que exigiera la renuncia del dictador y convocara inmediatamente elecciones libres.

El ejército rebelde comenzó así a salir de su aislamiento y a encontrar nuevas adhesiones.  Se sumaron importantes contingentes de jóvenes que fueron conducidos por líderes como Camilo Cienfuegos y el argentino Ernesto "Che" Guevara.

Durante los primeros meses de 1958, los guerrilleros intentaron, sin éxito, organizar una huelga general.  A partir de este fracaso, decidieron continuar fortaleciendo las guerrillas rurales para resistir la ofensiva del ejército de Batista y, posteriormente, invadir los llanos, tomar las provincias centrales y, por fin, derrocar a la dictadura.

En pocos meses fueron conquistando estos objetivos y, con el apoyo de amplios sectores de la población, en enero de 1959, tomaron La Habana, capital de Cuba.  La lucha antidictatorial por el retorno a las formas democráticas de gobierno, pronto se transformó en una verdadera revolución social.

Una vez en el poder, se adoptaron un conjunto de medidas que modificaron de raíz el orden social en Cuba.  El ejército de la dictadura fue reemplazado por el "ejército rebelde", los cargos de gobierno fueron asumidos por los jefes revolucionarios y, a partir de allí, se inició la tarea de transformar a la sociedad cubana.

Los cambios revolucionarios.

Para modificar las enormes desigualdades económicas que caracterizaban a la sociedad cubana, el gobierno revolucionario comenzó a aplicar la Reforma Agraria.  Una primera ley de 1959 estableció que serían expropiadas todas aquellas tierras que excedieran las 400 hectáreas, por lo cual se respetaría la propiedad de pequeños y medianos productores.  No obstante, en 1963 otra ley decidió la expropiación de todas las parcelas mayores de 63 hectáreas.  La mayor parte de las tierras fueron distribuidas entre los campesinos que carecían de éstas y el resto pasó a formar parte de las haciendas estatales, las cuales ofrecieron trabajo a los desocupados de las zonas rurales.

A pesar de haber iniciado una política industrializadora, los obstáculos llevaron al gobierno revolucionario a reforzar la producción de bienes primarios, fundamentalmente níquel y azúcar.

La política económica llevada adelante por el gobierno revolucionario afectó, desde un primer momento, los intereses de Estados Unidos en Cuba.

En 1961 Cuba rompió relaciones con Washington y proclamó el carácter socialista de su gobierno y estrechó sus lazos comerciales con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.) y el resto de los países socialistas.  Frente a esta decisión, Estados Unidos presionó a los demás países de América Latina y logró que expulsaran a Cuba de la Organización de Estados Americanos y rompieran relaciones con su gobierno.  Cuba sólo logró mantener relaciones con México.

Los cambios en la economía fueron acompañados por reformas en otras áreas, que buscaban transformar a la sociedad cubana.  En ese sentido, el gobierno estableció dos áreas de prioridad: la educación y la salud.  Se iniciaron campañas masivas de alfabetización, se crearon nuevas escuelas y universidades, creciendo notablemente el número de alumnos y maestros.

En cuanto a la salud, se implementó una red sanitaria para garantizar en forma gratuita la asistencia a toda la población, se crearon nuevos hospitales y clínicas, así como también, institutos de investigaciones médicas.

Una nueva ley de alquileres redujo su valor en un 50%.  Además, se otorgaron créditos a largo plazo para que los inquilinos pudieran comprar sus casas.  Se estableció la gratuidad de todos los servicios (agua, luz, gas, teléfonos, etc.) y el establecimiento de una ración de alimentos y vestimenta para cada uno de los cubanos.  También se intentó reducir las diferencias salariales entre los trabajadores.

La adopción de todas estas medidas, que eliminaban el sistema capitalista en Cuba, sus buenas relaciones diplomáticas y comerciales con los demás países socialistas y el apoyo brindado a las luchas sociales en diversos sitios del planeta, llevaron a que Estados Unidos buscara por todos los medios aislar a Cuba de los demás países latinoamericanos y ahogarla mediante un bloqueo económico y marítimo que afecta al pueblo cubano desde hace décadas. 

 

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