LA REALIDAD EN SALTA

 

Haciendo un recorrido en la memoria, me encuentro que está ausente la militancia diaria de la izquierda revolucionaria en Salta y Jujuy. Las luchas de los obreros son por reivindicaciones económicas sin espíritu revolucionario. La democracia burguesa se impone ante la lucha de clases, porque los dirigentes de los trabajadores son unos traidores que a veces no ocultan sus compromisos con la burguesía.

Salta es una provincia gobernada por un representante de la oligarquía, disfrazado de populista. Y digo disfrazado, porque la oligarquía se incorpora en los distintos partidos para así dirigir los destinos del pueblo salteño. Urtubey es un digno representante de esa clase: defiende sus intereses convirtiendo a ese gobierno en una máquina de producir pobres al mismo tiempo que lo niega afirmando que " en Salta no hay pobres”. La realidad lo contradice, ya que el 45 por ciento de pobres, obreros y trabajadores no pueden pagar su boleto de colectivo que lo traslada al lugar de trabajo. Además hay un alto porcentaje de desocupación: 54 por ciento tanto en el campo como en la ciudad. La militancia reducida en este lugar del país requiere tomar conciencia de esta realidad y actuar en consecuencia, apuntando a una política unitaria de izquierda, que muestre en su lucha un espíritu revolucionario. Necesitamos que aparezcan en cada lugar los Tosco, esos líderes del movimiento obrero. La lucha es por la unidad. El futuro será nuestro porque el futuro no es de los Macri ni de los Bolsonaros sino de nosotros: los obreros, los trabajadores y los pobres

 

Vicente PCT Salta