Nos toca recordar con gran orgullo una temeraria acción militar llevada a
cabo por nuestros jóvenes comunistas hace 45 años, la operación de captura
del agente de inteligencia militar de la CIA, el Teniente Coronel Michael
Smolen.
Esta acción internacionalista quedó enmarcada para siempre en las históricas
relaciones de solidaridad con el hermano pueblo vietnamita, en momentos en
los cuales ese heroico pueblo en armas dirigido por el querido tío Ho,
defendía dignamente su soberanía contra el ataque inclemente y criminal de
las tropas invasoras del imperialismo norteamericano.
Todos los periódicos del mundo desatacaban con grandes titulares la audaz
operación de la guerrilla venezolana.
Desde el Alto Mando de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN),
por intermedio de su Comandante en Jefe, el Teniente Coronel Juan de Dios
Moncada Vidal, desde la clandestinidad, declaraban que la detención del alto
militar norteamericano tenía dos objetivos: Uno, la solidaridad con la
heroica lucha del pueblo de Vietnam contra la agresión norteamericana,
exigiendo el intercambio humanitario por el héroe vietnamita Nguyen Van Troi,
prisionero condenado a muerte; y Dos, repudiar la presencia en suelo de la
patria venezolana de la intervencionista misión militar yanqui.
El camarada Nguyen Van Troi, de la Unidad Especial de Acción Armada del
Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur, fue apresado el 9 de mayo
de 1964 por tropas sudvietnamitas mientras minaba un puente en Cong Ly,
antigua Saigón, por donde pasaría el Secretario de Defensa de Estados
Unidos, Robert McNamara y el embajador Henry Cabot Lodge.
Torturado durante 5 meses, tras varios intentos de fuga y violentos castigos
corporales, Nguyen Van Troi, fue condenado a muerte el 10 de agosto de ese
año.
El comandante de la Unidad Táctica de Combate (UTC) “Comandante Fernández”,
conocido luego como “Comandante Plutarco”, era el camarada Luís Fernando
Vera Betancourt (héroe y mártir de la revolución), dirigió el grupo de
seguimiento aportando todos los datos de la rutina diaria del agente de la
CIA.
Luego se conformó un grupo de captura, uno de traslado, uno de custodia y
otro de entrega. Todos estos jóvenes militantes comunistas eran integrantes
de la UTC “Iván Barreto Miliani” (símbolo del Guerrillero Heroico) del
Destacamento “Livia Gouverneur” (militante de la JCV, mártir de la
revolución), del Pelotón “Daniel Mellado” (mártir de la revolución) de la
Brigada Uno "Capitán Wilfrido Omaña", pertenecientes a nuestras Fuerzas
Armadas de Liberación Nacional (FALN), habían sido reclutados y entrenados
para realizar todo tipo de operaciones especiales de guerrilla urbana que
ejecutaban con gran efectividad.
Tras una minuciosa planificación, los cuatro jóvenes camaradas designados en
el grupo de captura, militantes de la siempre gloriosa JUVENTUD COMUNISTA DE
VENEZUELA (JCV), se aprestaban a ejecutar la operación militar la noche
anterior, revisando cada detalle en Los Chaguaramos, en el apartamento del
camarada José Antonio Gutiérrez (fallecido), recordado actor quien hacía el
personaje de “El Telaraña” en el programa humorístico de Radio Rochela que
transmitía RCTV (canal 2).
En la mañana de ese viernes 9 de octubre de 1964, salen temprano el camarada
David Salazar (fallecido) y el “Caliche” a tomar un carro para la operación,
luego parten los cuatro hacia Colinas de Bello Monte, tomando posiciones en
los alrededores de la residencia del alto oficial de la CIA.
Algo extraño pasaba justo ese día, se tardaba mucho más en salir para la
embajada norteamericana. Estaba desayunando con su jefe, el Coronel Henry
Lee.
Terminaba la larga espera: ¡ALERTA! ¡YA SALEN!
La operación era la captura del Teniente Coronel Michael Smolen, Segundo
Jefe de la Misión Militar Norteamericana destacada en Venezuela.
Los agentes de inteligencia militar gringa salían de la quinta “Blanca”;
cuando estaban entrando en el vehículo estacionado afuera y se alistaban
para encender el motor, el carro manejado por David se acercó, Argenis Ruiz
les dio la voz de alto: ¡Quietos, Fuerzas Armadas de Liberación Nacional!
Se espantaron, Argenis se lanza del carro metralleta en mano por la ventana
cayendo de pie frente al volante de Smolen sin darle chance a salir, su
asustado jefe Lee corrió por la calle Suapure y saltó una cerca, escapando
por la quinta “Monina”.
De inmediato, el camarada Argenis Ruiz Martínez Villalta metió a Smolen al
carro, y se montaron el “Gocho” y el “Caliche”.
Mientras se dirigían al punto de trasbordo le quitaron el uniforme al
gringo, le colocaron otra ropa y lentes oscuros. Al llegar frente a la
antigua Peña Tanguera de Sabana Grande, el “Gocho” y el “Caliche” se pasan
al otro vehículo con el rehén, donde estaba el camarada Gonzalo Sepúlveda
(fallecido), quienes realizan el traslado hasta el apartamento del pintor
español Ángel Luque, en la calle Negrín con la Avenida El Porvenir, edificio
Araucaria, donde “Coquito” estaba en el grupo de custodia.
Allí, luego de despojarlo de las vendas que le tapaban los ojos, comenzó la
inducción hacia el Coronel sobre la lucha revolucionaria en Venezuela y las
causas de su retención en ese lugar.
Se dialogó con él sobre el criminal ataque de Estados Unidos en Vietnam, y
lo injusto de los bombardeos masivos sobre el pueblo vietnamita para
eliminar su justa lucha de la Liberación Nacional.
También se le dijo que su retención era con el fin de impedir el
fusilamiento de Nguyen Van Troi, quien había sido capturado en el intento de
volar el puente donde pasaría el General McNamara, principal estratega y
ejecutor de las operaciones militares que se realizaban en Vietnam.
El día 13 de Octubre, la policía política había logrado capturar algunas
personas relacionadas con la operación y su entorno, al dueño del
apartamento donde se mantenía oculto el rehén, el pintor Luque y algunos de
sus amigos; allí se comenzó a derrumbar todo, ante las informaciones
radiales que se difundían y el cerco que se tendía sobre la zona.
Al apartamento se presentó Carmelo a dar aviso, que luego cayó preso junto a
varios camaradas, y no resistiendo las torturas delató a muchos otros.
A raíz de esta acción guerrillera, la ejecución de la sentencia a muerte que
pesaba sobre Nguyen Van Troi, fue aplazada por orden del Departamento de
Estado norteamericano, lamentablemente la guerrilla venezolana creyó en el
imperialismo, y una vez que fue liberado el agente de la CIA a las 10:40pm
del 13 de octubre en la Avenida Los Samanes de La Florida, las mismas
autoridades yanquis dieron la orden directa a Saigón de ejecutar el
fusilamiento.
El 15 de octubre de 1964, a las 9:50am, un pelotón sudvietnamita ejecutó a
Nguyen Van Troi. Sus últimas palabras fueron: ¡Larga vida a Ho Chi Minh!.
Luego vino la brutal represión desatada por el gobierno de Raúl Leoni, dando
con la detención de los camaradas Gilberto Mora Muñoz, Edgar Briceño,
Gherard Schwikat, Hermógenes Jiménez, Bernardo Salas, Alejandro Frías, David
Quiñónez, Ramón Rojas Díaz, Luis Aguilar Baptista, Ophier Cepeda, Carlos
Antúnez, César Vargas Medina, Melitón Puértolas, Ángel Luque, Alejandro
Aguilera, Virgilio Brito, Arsenio Pasarini, José Alemán y Alonso Palacios
Juliác; quienes fueron sometidos a todo tipo de interrogatorios y brutales
torturas en el cuartel San Carlos y en los sótanos de la Dirección General
de Policía (Digepol).
La mayoría de esos jóvenes camaradas comunistas, miembros de las Fuerzas
Armadas de Liberación Nacional, nada tenían que ver con la operación Smolen.
Roso Grimau, Presidente de la Casa de Amistad con Vietnam.
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