¿Socialismo siglo XXI?
 

por Orlando Zeballos, miembro de la dirección nacional de Refundación Comunista de Uruguay

En definitiva: el marxismo-leninismo como teoría y práctica revolucionaria ha acumulado un inmenso tesoro al que debemos recurrir. Probablemente algunas formulaciones vulgares y “cuasi” oportunistas se revelarían como “seudo”originales, porque en definitiva se trata de colocar los viejos y nuevos problemas de la revolución sobre esas bases, rompiendo resueltamente con el reformismo y el oportunismo, que siempre, más tarde o más temprano, terminan conduciendo al camino de la contrarrevolución.

El final de la guerra fría, significó un reordenamiento en el orden mundial, un cambio de la correlación de fuerzas a escala planetaria. Al mismo tiempo el papel hegemónico del Imperialismo marca la impronta de la época, sin poder por ello ocultar su profunda crisis, esta de carácter terminal.
El criterio belicista de los EEUU es una necesidad existencial, que sufren los pueblos del tercer mundo y todos aquellos que se oponen a su política anexionista.
A poco menos de un año de comenzado el nuevo milenio, la orientación en la Casa Blanca cambiaría radicalmente. Con el gobierno republicano asciende al poder el “integrista y fundamentalista” George W. Bush, con él los “halcones” y el fascismo.
A partir del 11 de setiembre del 2001 el gobierno de EEUU, ha lanzado entre otras medidas, una profunda ofensiva ideológica y política, tendiente a crear el máximo de confusión, sobre los métodos y formas de lucha, que en el curso del desarrollo de los mismos, van poniendo en práctica los pueblos, sus clases oprimidas y las organizaciones que lo representan.
Esta campaña tiene como objetivo principal, desacreditar la lucha revolucionaria de los trabajadores y los pueblos, aislar a las vanguardias que se van conformando durante las luchas, crear las condiciones politicas para poder reprimirlas y llegado el caso, eliminarlas físicamente.
Estados Unidos y quienes lo acompañan se plantean elevar al terrorismo como política mundial con el fin de asegurar su dominio a escala mundial.
Esta descomunal campaña política ideológica, reproducida por la mayoría de los medios masivos de comunicación, arrastra también a buena parte de los sectores democráticos y a los supuestos antiimperialistas. A un considerable numero de fuerzas de “izquierda”, que desde una condena general del llamado terrorismo, no se preocupan de esclarecer frente a las masas, las formas y métodos de la lucha de clase, su desarrollo, la vinculación dialéctica entre los mismos, contribuyendo de este modo a generar confusión y parálisis en el movimiento popular. A privilegiar el pacifismo, el parlamentarismo y toda otra forma de lucha que de hecho, rechazan los métodos, en donde los pueblos y sus organizaciones despliegan la violencia revolucionaria en combinación con otras formas de lucha, con el objetivo de poner fin a la explotación, el hambre y la miseria de millones de personas. Objetivo que no se puede lograr sin derrocar a la burguesía del poder, poner fin al capitalismo y sus consecuencias, y abrir paso a la construcción del socialismo.
En este cuadro, se hace imprescindible reafirmar que la lucha antiimperialista se hace extensiva al oportunismo y a la conciliación, de lo que se deduce la importancia de fijar posición.
1) La burguesía considera toda acción de lucha de los trabajadores y los sectores populares como actos subversivos violentos, que atentan contra sus leyes y orden. En determinadas ocasiones, llegan al extremo de considerar a las más elementales formas de lucha como las huelgas, cortes de rutas, piquetes, etc., como una forma de terror que se ejerce contra una parte de la población.
2) Al tiempo que difunde esta opinión, intenta ocultar que desde el aparato del estado, - que no es otra cosa que el aparato de dominio de una clase sobre otra, - y a medida que crecen las luchas de los trabajadores y el pueblo, la burguesía, profundiza todos los mecanismos de represión utilizando la justicia, las cárceles, los servicios de información, los grupos parapoliciales, hasta llegar a la aplicación lisa y llana del terrorismo de estado.
3) Para enfrentar esta política, los trabajadores y las fuerzas populares, van ampliando y profundizando sus formas de luchas, combinando unas con otras, reemplazando las anticuadas y ahora inservibles, por otras más efectivas para la nueva situación dada. Desde esta perspectiva afirmamos que es un deber de las fuerzas revolucionarias, organizar, alentar y contribuir a desarrollar todas las formas de lucha que las masas desarrollen para conquistar sus objetivos, tanto los inmediatos como los históricos. No hacerlo, es apartarse del camino revolucionario, es claudicar política e ideológicamente frente al enemigo, es arrastrar a los trabajadores y al pueblo a la confusión y la parálisis.
4) Que en este sentido el marxismo-leninismo, hace ya mucho tiempo que delimito su posición frente a otras corrientes del campo popular, que negando el papel de las masas en los cambios históricos, empujadas por la desesperación, la inmadurez política o ideas falsas sobre la lucha de clases, emprenden acciones al margen de las mismas, renunciando al trabajo paciente de educación en las ideas del socialismo, a desarrollar el espíritu, la disciplina y la organización revolucionaria en el seno de la clase obrera y los sectores oprimidos por el capital, e intentan reemplazar a las mismas por la acción individual o de un grupo.
5) Que si bien los marxistas rechazan el terror individual como forma apta para la lucha de clases, por su carácter desorganizador de las masas, que reduce a las mismas a simples espectadoras y en definitiva porque resulta inocuo frente al enemigo; al mismo tiempo considera, que en el marco de las luchas de las masas y en función de las necesidades de esa misma lucha, es un deber de los revolucionarios llevar a delante medidas de castigo contra los elementos provocadores, los contra revolucionarios, los torturadores y toda clase de elementos que se ensañan contra los trabajadores y el pueblo.
6) Que considerar actos terroristas estas y otras acciones que en el curso de las luchas los pueblos y sus vanguardias ponen en practica, no solo es hacerle el juego a la burguesía y confundir a los trabajadores, sino también, constituye una claudicación en el terreno ideológico y practico que facilita la labor del enemigo en su política por aislar y exterminar a la vanguardia revolucionaria.
7) Estos problemas, de enorme importancia para contribuir al avance del proceso revolucionario, deben ser planteados con la máxima claridad, en momentos en que el Imperialismo yankee se plantea extender a nivel mundial su guerra contra los pueblos e impedir por todos los medios a su alcance la formación de una organización revolucionaria capaz de desarrollar todas las forma de lucha. América Latina es considerada por los yankees como parte del teatro de operaciones en donde Cuba, las FARC, Venezuela, Bolivia han sido incluidas como parte de los movimientos “cuasi” terroristas.
En nuestro país, en complicidad con el cogobierno del NM-EP-FA-Partido Colorado y Blanco, se plantean introducirse como “cuña”y romper todo intento de Unidad de los pueblos. De forma tal, que se utiliza a nuestro país como una base desde donde controlar todo el Cono Sur. Esta situación nos plantea a los trabajadores, campesinos pobres, a los pueblos indígenas, a los jóvenes, mujeres y a las fuerzas antiimperialistas y revolucionarias de toda América Latina, tareas que tendremos que saber cumplir con responsabilidad, serenidad y la firmeza, que la situación requiere.
8) Que teniendo en cuenta la experiencia vivida en nuestro país, todos tenemos la obligación de no repetir los errores y aprender las lecciones de la historia. En la década de los 60-70 muchas organizaciones fueron caracterizadas como terroristas, porque en sus accionar supieron combinar las distintas formas de lucha, desde lo electoral, hasta la armada. Esta caracterización, en su momento fue amplificada por distintas organizaciones, incluso de izquierda, que hoy, 30 años después, reivindican a muchos de estos compañeros como verdaderos revolucionarios.
9) Que desde esta perspectiva manifestamos nuestra más amplia solidaridad, con todos los pueblos del mundo que luchan por su liberación, por la independencia, contra el imperialismo y por el socialismo.
A modo de síntesis, se hace necesario aclarar y afirmar un aspecto que nos parece central: el imperialismo le a declarado la guerra a la humanidad, entendiéndose esta, por los pueblos que luchan contra la explotación y el saqueo, entre otras cosas. Por lo tanto conviene precisar que, estamos en guerra, y que la guerra, a pesar de los escandalizados “pacifistas”, es violenta. Guerra, violencia y terrorismo, reinstalan un debate que no es nuevo, que en el fondo intenta justificar la violencia de arriba, el terrorismo, la guerra que desatan los enemigos del pueblo, de la clase obrera, de los sectores expulsados y cantegrilizado por las ortodoxas politicas imperialistas que ejecutan la derecha y para no ser menos, también el “progresismo”. Quienes dicen defender la vida en general, que están contra toda guerra o contra la guerra en abstracto, detrás de esas orientaciones, se esconde siempre el interés de clase funcional al imperialismo. Es esta también una forma de desligitimar toda actividad de resistencia violenta a la opresión, por parte de los pueblos o de cualquier sector oprimido o sosguzgado en el mundo. El pais asiste a la guerra invasora que llevan adelante las multinacionales, Botnia y demas amenazas de pasteras y este seria el ejemplo mas claro, bajo la égida del el gobierno Frenteamplista. En principio, no repudiamos al terror en abstracto, ni descartamos a priori ningún método de lucha que puedan utilizar los pueblos contra sus agresores y opresores. Mucho menos estamos dispuestos a sumarnos en estas condiciones concretas, a sostener el paraguas del antiterrorismo, con que el imperio pretende oxigenar su campaña neocolonialista en Oriente, Asia, en fin, en todo el mundo.
Frente a este tipo de hechos hay que realizar un análisis de clase. En cada caso delimitar quien ejerce el terror, la violencia o el método que sea. En el contexto de una guerra que esta en curso ¿qué intereses concretos de clase la promueven- cual es el contenido de esos intereses y que es lo que se debe repudiar?. Lenin dijo a este respecto en su momento “...que al terror blanco había que oponerle el terror rojo...”, y esto es olvidado habitualmente, aun por los que se dicen Leninistas.
Incluimos estos aspectos por considerarlos oportuno, en tanto desde nuestra perspectiva (R.C), este es el rasgo saliente de la epoca, por lo tanto hablar de socialismo, es hablar desde la dialectica, unidad y lucha de contrarios.
Marx en el umbral del Siglo XXI
(...) En la Venezuela de hoy se ha venido planteando la tesis del Socialismo del Siglo XXI, extraído de un pensamiento neorevisionista del alemán Heinz Dietrich y de Martha Harnecker, al parecer asesores del Presidente Chávez y quienes han influido en él para desconocer la vigencia del marxismo con el argumento de que en el siglo XIX no existía la electrónica, ni la cibernética, ni la telemática, etc. Al parecer estos científicos desconocen que en el mundo ha habido tres revoluciones: la primera cuando la revolución burguesa sustituye al feudalismo y se crean las empresas fabriles, la segunda a comienzos del S. XX cuando Henry Ford crea la producción en serie y da un paso importante para un desarrollo mas amplio del capitalismo; y la tercera revolución la descubre Marx antes que los demás que es el desarrollo del Materialismo Dialéctico. ....

” Dice Robert Kunt en uno de sus ensayos sobre Marx que lo han matado muchas veces, pero que su muerte solo se producirá cuando se logre el objetivo: cuando mueran los medios de producción capitalistas. Al parecer la modernidad y la postmodernidad mataron al Marx esotérico, el Marx presente que pensaba que la clase obrera tomaría el poder político para implantar la dictadura del proletariado. Pero el desarrollo de la ciencia y la tecnología revivió el Marx exotérico es decir el ausente de este desarrollo posmoderno, porque la dialéctica materialista al penetrar en las empresas con capacidad tecnocientífica descubre que la explotación del hombre por el hombre se agudiza, se crea mas desempleo, mas necesidad, mas miseria, mas exclusión ya que en vez de aliviarle el trabajo al ser humano lo hecha a la calle sin la posibilidad de un nuevo empleo.

En la Venezuela de hoy se ha venido planteando la tesis del Socialismo del Siglo XXI, extraído de un pensamiento neorevisionista del alemán Heinz Dietrich y de Martha Harnecker, al parecer asesores del Presidente Chávez y quienes han influido en él para desconocer la vigencia del marxismo con el argumento de que en el siglo XIX no existía la electrónica, ni la cibernética, ni la telemática, etc. Al parecer estos científicos desconocen que en el mundo ha habido tres revoluciones: la primera cuando la revolución burguesa sustituye al feudalismo y se crean las empresas fabriles, la segunda a comienzos del S. XX cuando Henry Ford crea la producción en serie y da un paso importante para un desarrollo mas amplio del capitalismo; y la tercera revolución la descubre Marx antes que los demás que es el desarrollo del Materialismo Dialéctico.

El Presidente Chávez en su Aló Presidente de domingo 22 de julio arremetió contra el marxismo-leninismo, acusándolo de dogma y repitiendo lo mismo que sus asesores. Pero nos preguntamos Juan Barreto, ¿es verdad que en la época de Jesús de Nazaret no había electrónica, ni cibernética ni computadoras y en la época de Bolívar y Zamora tampoco?, y Juan deberá responder con un movimiento de cabeza diciendo que sí.

Debemos decir que el marxismo no es un dogma, es una guía para la acción. Decía Luckacs que la ortodoxia en el marxismo no es estar de acuerdo con tal o cual tesis, sino en la capacidad de aplicar el método dialéctico para el análisis; y los que ven el marxismo desde el punto de vista científico, lo aplican desde la óptica de la lucha de clases. Por eso Marx y Engels se burlaban y se reían de los que pretendían hacer las transformaciones de manera mecánica ya que las revoluciones no se pueden copiar y cada quien las realiza de acuerdo a las condiciones objetivas, subjetivas y concretas de cada país.

Por eso Lenin, Luxemburgo, Mariátegui, Mao, Gramsci y el Che parodiando a Marx cada uno, emplea el análisis conveniente a su nación ya que el marxismo evoluciona como lo hacen los pueblos, y es de suponerse que ninguna de estas figuras es dogmática aunque todo ser humano por más humilde que sea tiene algún rasgo de dogmatismo.

El Presidente decidió que el PSUV no es marxista-leninista y el que no esté de acuerdo que se vaya al PCV. ¿Es acaso el PCV el único partido marxista-leninista?. No, hay otros, lo único es que los comunistas tenemos que defender con mucha fuerza y profundidad la teoría de Marx, por eso hemos entregado todo nuestro sacrificio a las luchas revolucionarias las campañas anticomunistas del Imperio junto a los traidores y reaccionarios han traído como consecuencia un trauma para la familia comunista persecuciones, allanamientos, torturas y hasta la pérdida de vidas comunistas que no son poca en el mundo.

Pese a la caída de la URSS ese gran proyecto socialista que se agrietó hasta derrumbarse y causó, no solo al movimiento comunista sino a todos los movimientos de liberación en el mundo, un gran vacío en la esperanza de los pueblos a la que Fukuyama calificó como el Fin de la Historia y la muerte del marxismo, Tuvo que revisarse en el año 2000 y en un artículo en el New York Times, el mismo Fukuyama escribe lo siguiente: yo me equivoqué aun las premisas de Marx están vigentes. ¡Proletarios del mundo uníos!, y pone algunos ejemplos de las empresas maquilas en México y Taiwán donde los obreros son explotados y los llama a luchar por sus derechos.

Otro de los ejemplos a resaltar es el de Joseph Schumpeter en su obra Socialismo, Capitalismo y Democracia cuando dice lo siguiente: no digo que Marx es profeta porque es un término religioso, pero si lo califico de erudito, y resalta sus cualidades como filósofo, científico, matemático, sociólogo, físico, dramaturgo, poeta, astrólogo, etc., no se si a este economista norteamericano expresidente del Fondo Monetario que dista mucho de ser marxista se pudiera considerar dogmático por estas apreciaciones sobre Marx.

Decía el Che que un partido policlasista solo sirve para la transición de liberación nacional, el partido de la revolución debe ser marxista-leninista porque sin ideología no hay partido y sin partido revolucionario no hay revolución.

No es necesario un Estado fuerte y autoritario para que el socialismo se desarrolle, el corazón del socialismo es la participación protagónica del pueblo. Si la gente común, la clase trabajadora, el campesinado, los estudiantes e intelectuales no tienen poder de decisión en la alta política y la gestión local no puede hablarse de socialismo.

Es Estado fuerte, sí; pero el Estado no es un fin en sí mismo. El Estado burgués oprime al oprimido, mientras el Estado Social administra para beneficio del colectivo.

Ningún pueblo del mundo puede hacer su revolución imitando. Hay que fajarse con las circunstancias. El espacio-tiempo específico que nos toca vivir a cada uno no deja lugar para las copias.

Simón Rodríguez, quien demolió cualquier falso dilema ante la necesidad de ser originales estuvo más cerca de la dialéctica materialista lejos de ser utópico o idílico. Marx recogió todo el pensamiento de los humanistas del pasado por eso la ciencia de Marx es el materialismo, y por eso el socialismo es humano por naturaleza y no es una alternativa a la democracia sino la profundización de la misma.

Escribo este artículo para contribuir al debate. No soy sino un obrero que he madurado los cambures con las manos. No tengo títulos académicos, apenas sexto grado obtenido por el año 1947. Mi escuela y mi universidad han sido el PCV donde milito desde el año 1948”. (Eliecer Martínez)

Recurriendo a la originalidad, hemos citado textualmente el articulo del Camarada, entendiendo que este significa un aporte, serio, reflexivo y esclarecedor. Aun así no negamos la importancia del proceso “revolucionario” encabezado por el Presidente Chavez. Desde el punto de vista epistemológico el socialismo es un axioma, comprobado y demostrado. Vaya entonces un reconocimiento a la revolución de octubre, y a la lucha constante de la revolución socialista Cubana, bajo la orientación del Partido Comunista Cubano. Finalmente y a modo de síntesis, el socialismo, el comunismo, se levantan como una necesidad humana e histórica. De lo que se deduce que la contradicción principal se ubica hoy entre Capitalismo y Socialismo. El Socialismo rompe con el calendario, y no puede, no debe quedar aprisionado a declaraciones antojadizas, aun cuando estas sean hechas con la mejor intención. El Socialismo desde Manifiesto Comunista hasta acá mantiene su total vigencia. El Capitalismo lleva implícito en su seno su propia negación.

Orlando Zeballos

Refundación Comunista

Uruguay