El trabajo decente: Un decreto, un Posicionamiento, una Realidad.

 

El Decreto.

Declaran 2011 Año del Trabajo Decente

(28/01/11) El Gobierno declaró el 2011 "Año del Trabajo Decente, la Salud y Seguridad de los Trabajadores", a través de un decreto en el que consideró "necesario redoblar los esfuerzos para la efectivización de las políticas ya previstas en la normativa laboral vigente".

La decisión, que lleva el número 75, fue publicada en el Boletín Oficial y dispone que la papelería oficial a utilizar en la administración pública nacional, centralizada y descentralizada, así como en los entes autárquicos dependientes de ésta, deberá llevar en el margen superior derecho, un sello con esa leyenda.

Además, el Poder Ejecutivo auspiciará las actividades, jornadas, seminarios, conferencias, y programas educativos que contribuyan a la difusión en el país del concepto de trabajo decente y de la prevención de los riesgos del trabajo, pilares sobre los que se asienta la salud y seguridad de los trabajadores, dice el texto.

En tanto, se instruye a las dependencias de la administración pública nacional con competencia en la materia, y especialmente al Ministerio de Trabajo para que a través de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, procedan a priorizar la promoción de las actividades en el cumplimiento de sus objetivos para el 2011.

El decreto señala que "constituyen objetivos prioritarios para el Gobierno Nacional dar solución a la problemática vinculada con la seguridad y la salud de los trabajadores y promover el trabajo decente" y "para el logro de tales cometidos, se considera necesario redoblar los esfuerzos normalmente requeridos para la efectivización de las políticas ya previstas en la normativa laboral vigente".

 

El posicionamiento

DECENCIA NO SIEMPRE ES DIGNIDAD.

Hoy somos testigos de cómo sistemáticamente se sigue intentando desde el gobierno nacional utilizar y manipular los conceptos que en materia de trabajo y sus alcances han definidos, tanto organismos internacionales como nuestra propia central de trabajadores.-

Resulta ser que, según se vierte por decreto 75 del 2011, este año se denominara “Año del Trabajo Decente, la Salud y Seguridad de los Trabajadores”. Titulo y definición muy decorosa y oportuna sino tuviéramos en cuenta, según mi humilde opinión, algunos aspectos.

a) es impensable creer que con el simple hecho de impulsar el toda la papelería oficial de nuestra administración publica, un membrete alegórico a esta definición , con eso se resuelven los temas de fondo que este gobierno no debate ni establece como agenda para que los trabajadores en la argentina, no solo tengamos decencia , sino también dignidad.

b)es ingenuo pensar que por decreto se puedan establecer condiciones de formación , difusión, debate, etc, entre los trabajadores y la sociedad, cuando por otro lado lo que este gobierno se ha dedicado a capacitar es cada vez mas pobres que aportan desde su trabajo a la economía informal desde mayor precarización en sus condiciones humanas y laborales.-

c) es insostenible, desde cualquier lógica institucional, que se vayan a desarrollar mecanismos de prevención de la siniestralidad laboral, cuando todavía los dirigentes empresarios y el propio gobierno son parte del negocio de las aseguradoras de riesgo de trabajo.-

d) teniendo en cuenta solamente que la OIT estima que el objetivo general del trabajo decente es provocar cambios positivos en la vida de las personas a nivel nacional y local, reflejando las prioridades de la agenda social, económica y política de los países y del sistema internacional, es que no podemos dejar de agregar, que también el Trabajo en condiciones de bien remunerado, con aportes garantes de la seguridad social, la recreación y el descanso en un sistema de país con modelos de producción distributivos y repartos equitativo de las riquezas que los trabajadores generamos, es dignidad para un pueblo socialmente justo.-

e)estimo conveniente aclarar que para que los cambios profundos que necesitamos en nuestro sistema laboral, para que sea mas justo y equitativo, necesita de políticas sostenidas en el tiempo, con planificaciones plurianuales y compromisos sociales que abarquen a todos los estamentos de nuestro pueblo en pos de una reafirmación democrática real y no formal.

Por todo esto me queda como conclusión de que estos gestos de oportunidad mezquina por parte de la Presidenta de la Nación, no son nada mas que utilización de definiciones propias de un gobierno liberal que lejos esta de querer resolverles los problemas a los trabajadores.

No hay posibilidad alguna de tener trabajo decente si no hay políticos, empresarios y dirigentes honestos, comprometidos en el engrandecimiento de nuestra patria.

Menos aun podemos pensar que vamos a tener dignidad como trabajadores, si no seguimos peleando por el reconocimiento de nuestros derechos, en contra de la precarización laboral, en contra del trabajo informal, por el derecho a la participación en el debate convencional, por la libre elección, con libertad y democracia de nuestros representantes en los sectores laborales y por un proyecto de país que ya los trabajadores decidimos gobernar para ser definitivanente libres.-

 

Julio Ortellado.

Director de Organización CTA Nacional 

Enero 2011

 

La realidad

En la ciudad de Laboulaye, provincia de Córdoba, Argentina, se viene desarrollando un conflicto gremial que comenzó como un atropello a la libertad sindical, en el mes de octubre de 2010, y al día de hoy, no cabe duda, que se ha convertido en la demostración concreta y reiterada de la falta de libertad sindical en la Argentina y por sobre todas las cosas, en la firme decisión del Estado de defender los intereses y derechos de los empleadores por sobre los de los trabajadores.

La declaración del "Año del Trabajo Decente, la Salud y Seguridad de los Trabajadores", por parte del Gobierno Nacional abona los caminos de la hipocresía, cuando veintidós trabajadores de la empresa Ricardo Risatti SACIF, cuyo directorio está integrado, principalmente, por una tradicional y adinerada familia de corredores de autos de la provincia de Córdoba, han sido despedidos en diciembre del año pasado por ejercer el derecho constitucional de huelga y ademàs, tiene la posibilidad de perseguir laboralmente y despedir dos veces en treinta días, por el mismo motivo, a un mismo trabajador, Walter Álvarez, quien ha sido reconocido como integrante del grupo de trabajadores que reclamaba a la empresa Risatti, la aplicación de 18 puntos de su Convenio Colectivo de trabajo, que nunca se aplicaron en la empresa Ricardo Risatti SACIF.  

El despido se produjo dos veces, porque la primera vez, el 16 de octubre de 2010, la firma Ricardo Risatti SACIF, debió retractarse de la sanción a Walter Álvarez, mediante un acta firmada en la Secretaría de Trabajo de Córdoba, donde además se comprometía a someterse a una mediación, que evaluaría, la validez de las razones de la sanción.

La firma Ricardo Risatti SACIF nunca concurrió al mediador y desconociendo su compromiso, del 16 de noviembre de 2010, volvió a despedir a Walter Álvarez.

Los compañeros, 22 trabajadores convencidos en la necesidad de reinstalar a Walter en trabajo, por la injusta y reiterada situación, iniciaron una serie de asambleas que nombraron representantes para discutir con el empleador la resolución de la situación.

Ninguno de estos intentos tuvo éxito, ya que el empleador, ofrecía permanente dinero a cambio de la desvinculación.

El 27 de noviembre se declaró la huelga, y el 11 de diciembre la firma Ricardo Risatti SACIF, notificó a los trabajadores en huelga que estaban despedidos, ¡ por realizar una huelga!.

Los trabajadores rechazaron los despidos y continuaron la huelga, hasta que la Secretaria de Trabajo de Córdoba impuso una Conciliación Obligatoria.

Hoy, después de treinta días, termina esta Conciliación Obligatoria, y los despidos por huelga todavía no han sido considerados nulos. Tampoco los trabajadores pudieron retomar sus tareas durante estos treinta días, ya que la Secretaria de Trabajo no inspecciono el lugar y por lo tanto tampoco “descubrió”, que mientras los trabajadores acataban la conciliación, el empleador contrataba nuevos trabajadores para la venta de combustibles.

¿El Trabajo Decente, sin libertad sindical, sin derecho de huelga?

El concepto de hipocresía, tal vez no alcance para calificar esta situación.

 

Gabriel Martínez.

Secretario de Organización

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