La Universidad de La Plata le niega tierras a una comunidad originaria

 
(AW). El 19 y 20 de junio, caciques de las comunidades mbya guaraní del Valle de Kuña Pirú, de Misiones, se apostaron en las puertas del rectorado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para exigir la devolución de 6 mil hectáreas que la casa de estudios mantiene ocupadas desde el 22 de enero de 1992; sin embargo, no se alcanzaron acuerdos en la reunión con las autoridades de la institución.
 
La Plata, 26 de junio de 2007 (Agencia Walsh). El 19 y 20 de junio, caciques de las comunidades mbya guaraní del Valle de Kuña Pirú, de Misiones, se apostaron en las puertas del rectorado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para exigir la devolución de 6 mil hectáreas que la casa de estudios mantiene ocupadas desde el 22 de enero de 1992; sin embargo, no se alcanzaron acuerdos en la reunión con las autoridades de la institución.
 
El reclamo se enmarcó en una jornada cultural que contó con las canciones del músico misionero Joselo Schuap y su conjunto, la proyección de videos temáticos, charlas con los caciques, la presentación del documental Mbya Tierra en rojo, músicos locales y la presencia de referentes de la lucha por los derechos humanos y el medio ambiente. En ese sentido el martes los comuneros recibieron la visita del premio Nóbel Alternativo, Raúl Montenegro, y el premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien se solidarizó con la causa manifestando su total disposición a intervenir para la solución del caso.
 
A pesar de las bajas temperaturas se llevó a cabo una vigila en las puertas del rectorado. El aporte de la Fundación Che Pibe – ONG de Villa Fiorito, Lomas de Zamora – que durante los dos días de reclamo sirvió comida y bebidas calientes a todos los presentes fue fundamental para sobrellevar el clima invernal. Illane de Fátima Nuñez, integrante del consejo de esta organización y responsable de la escuela materno infantil, destacó: "Cuando nos enteramos del reclamo decidimos venir a apoyar la lucha, como lo hacemos con todas las luchas populares, como fue el caso de la marcha de los pibes contra el hambre, bajo el lema: 'El hambre es un crimen'. Y más yo que soy una descendiente indígena no podía faltar".
 
El miércoles, con la mediación de Pérez Esquivel, se realizó una reunión entre el vicepresidente de la UNLP Raúl Perdomo, el Pro-Secretario General Alejandro Echegaray y los caciques, quienes manifestaron su total oposición a la propuesta de repartir 700 hectáreas para las comunidades, 700 para la casa de estudios y 4500 en condominio. "No vamos aceptar una migaja ni un acto de caridad de ustedes porque esas tierras son nuestras. Nosotros nacimos, nos criamos ahí", manifestó una de las autoridades guaraníes, cuyas palabras conmovieron a todos los presentes en la sala de conferencia del rectorado. También repudiaron las declaraciones a los medios locales del rector recientemente reelecto Gustavo Aspiazu, quien afirmó que "es un caso cerrado y que ya no hay nada más que hablar".
 
En un clima de tensión los representantes de la UNLP escucharon los descargos de los caciques quienes, entre otras cosas, denunciaron falta a los acuerdos e intentos de coima hacia algunos miembros de las comunidades. El vicepresidente Perdomo contrarrestó las acusaciones señalando a los guaraníes que "la Universidad realizó por escrito el año pasado una propuesta que la conversamos, la seguiremos conversando, no damos por terminada ninguna conversación porque no está resuelto el problema de fondo. Ahora, si hay diferencia al interior de las comunidades, es otro tema. Nuestra intención es arreglar con todas las comunidades de la mejor forma".
 
"Nos han ofrecido plata a los caciques para que firmemos esa propuesta y presionar a la gente. En el 2001 se contactaron por separado para ofrecer un plan social, plan de vivienda, subsidios", denunció Juan de Dios Castillo, cacique de la comunidad Ka´Aguy Poty, quien además aseguró que las actividades académicas que se realizan en el territorio alteran la paz de su gente. Kiki Ramirez, miembro del equipo asesor que los acompaña, agregó: "Los indígenas viven en un total clima de inseguridad porque al no tener lo principal, que es la seguridad de tener su tierra, siempre se genera un conflicto interno que les afecta, y esto agregado con las construcciones de edificios, albergues para estudiantes, investigaciones de todo tipo que se hacen, los perjudica enormemente".
 
Sin obtener una respuesta clara, los dirigentes indígenas y la comitiva que los acompañó a la reunión se retiraron con un alto grado de indignación aunque – como señaló Schuap –- era la respuesta que esperaban. En un comunicado los representantes del Valle del Kuña Pirú reiteraron su posición de seguir con la lucha de recuperar el total de las 6 mil hectáreas y desmintieron cualquier versión de "un acuerdo cerrado" – como lo expresó el arquitecto Gustavo Aspiazu – y agradecieron la solidaridad de los presentes, que en su mayoría acompañaron la totalidad de las actividades.
 
"Para mi es muy importante que vinieron, que se enteraron de este problema que tenemos nosotros, estamos muy contentos por eso. Que los estudiantes conozcan el motivo por el cual estamos acá es muy importante", expresó el cacique Hilario Acosta. "En 25 hectáreas vivimos 35 familias, por eso nosotros como Mbya Guaraní vinimos hasta acá para reclamar nuestra tierra, porque para nosotros la tierra no es para desmontar. La tierra es vida, la sombra, la alegría para los ancianos, los chicos, para todos", prosiguió. "Ya no queda medicina de nosotros, no podemos cazar porque los animales se adentran en la selva y sólo tratamos de sobrevivir", denunció.
 
Por su parte Mario Omar Benítez, guaraní y agente sanitario de la zona, afirmó que "han desmontado mucho bosque, hay plantas medicinales que no quedan". Según expresó, los curanderos ya no pueden sanar todas las enfermedades por la falta de muchas de las medicinas. "En el predio que estamos recuperando la Universidad no deja sacar, cada vez hay que ir más adentro de la selva", denunció.
 
En un clima cargado de emociones la actividad se cerró pasadas las 13 horas del miércoles, con la música de Joselo Schuap y la fría lluvia que fue despidiendo a los visitantes. "Nosotros necesitamos de muchas palabras para explicar el por qué de esto y el por qué de lo otro, ellos, los guaraníes, en su gran sabiduría, con pocas palabras nos dicen: la selva somos nosotros y nosotros somos la selva, y esa es la mejor razón que existe", destacó el artista misionero, que realiza su gira nacional HO2 en la búsqueda de concentizar a los argentinos de la crisis del agua.
 
De la Celulosa a la Universidad
Las 6030 hectáreas del Valle del Arroyo de Kuña Pirú fueron donadas en 1992 a la UNLP por la empresa Celulosa Argentina con las comunidades Yvy Pita, Ka´ Aguy Poty y Kapi´i Poty en su interior. Los guaraníes iniciaron el reclamo de este territorio dos años después, cuando se reformó la Constitución Nacional en 1994, donde se reconocieron los derechos de los pueblos indígenas. Pese a la importancia de la reforma y a tratados internacionales que la Argentina ratificó, como el Convenio 169 de la OIT, la casa de estudios del Estado se niega a entregar los títulos de propiedad a sus habitantes originarios.
 
Fuente: Indymedia
 
 

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