YO NO BAJÉ DE NINGÚN BARCO

 

Vergüenza, indignación, bronca.

Eso es lo que surge de escuchar las palabras de la bestia Alberto Fernández, un porteñito europeizado y cipayo, que tiene el tupé de decir que los argentinos bajamos de los barcos, como si hoy no viviésemos sobre la sangre derramada de los originarios pobladores de estas tierras, a los que tipos como él invadieron, sojuzgaron, esclavizaron, torturaron, asesinaron y colonizaron.

 

No es un ignorante, es un CIPAYO MEDIOCRE que cada vez que abre la boca se manda las de andar, como si no bastara ya con su política.

Quiso parafrasear a Litto Nebbia, parece, su" filósofo" de cabecera. O tal vez supiera que Octavio Paz dijo más o menos esas palabras en tono de sorna, por lo poco Latinoamericanos y muy europeizados que nos veía.

Da bronca pensar que alguien así nos gobierne.

Da bronca pensar que esto es la alternativa a la derecha que le pide perdón al rey de España.

¿Cómo caímos tan bajo?

 

Habrá que reconstruir un pensamiento emancipatorio DE VERDAD, uno ligado a los trabajadores asalariados, a las masas populares, uno que REPUDIE a toda la clase y la casta que sostiene el pensamiento eurocentrista, en detrimento de lo que pensaron nuestros más preclaros próceres...

 

A veces pienso qué pensarían San Martín, Belgrano, Güemes, Artigas, Moreno, Castelli, French, Beruti, Monteagudo, que dieron sus vidas por una nación libre y soberana...

Qué mal hicimos las cosas... qué mal las estamos haciendo

Quisiera ver un cambio verdadero en nuestra tierra antes de que se me acabe el tiempo en este mundo.

Un cambio que implique la verdadera emancipación, la verdadera independencia de nuestro pueblo.

Y eso sólo será posible arrasando a todas las lacras que nos someten y nos explotan y nos saquean.

 

Una Revolución... y bien ROJA.

 

Gustavo Robles

 9-6-2021